Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 10 de junio de 2012 Num: 901

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora bifronte
Ricardo Venegas

Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova

10 de junio: Exilio
en la calle principal

Antonio Valle

Crónica de una restauración enmascarada
Gustavo Ogarrio

Los persas y su lengua
de aves y de rosas

Alejandra Gómez Colorado

El lugar más pequeño: exterminio y reconstrucción en
El Salvador

Paula Mónaco Felipe

Columnas:
Perfiles
Marcos Winocur

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Galería
Rodolfo Alonso

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Alonso Arreola
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Se reseñan discos gratis

La cantidad de discos que hoy nos llegan para su reseña va en comprensible disminución. Cada vez son menos los objetos tangibles y más los sujetos digitales, los links, las ligas que nos ofrecen. Una de las diferencias entre ambos caminos, empero, es que quienes producen un cuerpo con sustancia suelen hacer más cosas para darle vida, pues de otra forma se queda ocupando espacio en un ropero, y su olvido pesa y se llena de telarañas. Mientras, la mayoría de los autores de lo invisible se conforman con anunciarlo en las redes a la pasiva espera del pez que lo “descargue”, pues no ocupa metros cuadrados de almacenaje. Dicho esto, los discos que comentamos hoy responden a autores de la primera especie: Ari Brickman, Fallo Figueroa, Guillermo Zapata, Marcos Miranda y Andrés de Robina. Todos nos hicieron llegar discos con peso específico, buscando eco; algo que ya ni los sellos discográficos más grandes hacen.

Ari Brickman/ Escapar. Qué bien se desliza en los oídos.  “Tus piernas me abrazan” y “En el centro de mi corazón”, temas iniciales, confirman algo que Brickman viene mostrando hace muchos ayeres, cuando hacía de las suyas en Niños Héroes y Siconauta. Esto: siempre se pueden lograr ángulos de interés y experimento aunque el sentido general de un proyecto apueste por sonidos acústicos y un lenguaje pop. Grabado, mezclado y masterizado con la ayuda de Luis Ernesto Martínez, Rodrigo Jiménez, Eduardo del Águila y Cornelius Walraven, Escapar es un álbum que da continuidad a su primer trabajo como solista, Todo este querer (el arte de ambos corre a cargo de Misha Seidel), pero aumenta su reto en términos de arreglo y dotación pues a su fiel compañero, el fino contrabajista Juan Cristóbal Pérez Grobet, se suman las baterías de Juan Carlos Novelo y los violines de Noemí Brickman. Ari continúa responsabilizándose de las guitarras, teclados, trompetas y programaciones, además, claro está, de las composiciones, voces e inteligentes letras. En resumen, Brickman es un cantautor vitaminado cuyas ideas sobreviven desde su estado más elemental, y ello es prueba de calidad.


Don Fallo

Don Fallo Figueroa/ Son jarocho, nuevo son. Llegado a la oficina de nuestra redacción, éste es de los que emocionan por una simple razón: no es fácil hallar piezas nuevas en la tradición veracruzana, composiciones que sepan respetar al género y que al mismo tiempo lo sofistiquen. Contrabajista y líder del conjunto Siquisirí, don Fallo se ha distinguido por introducir instrumentos atípicos al flujo jarocho, pero también por añadir puentes, arreglos, progresiones y armonizaciones que refresquen al pregón. Las voces mismas flotan de manera distinta junto a improvisaciones de requinto y jarana cercanas al blues, el flamenco y el jazz. Si bien es cierto que la grabación y la mezcla pudieron ser mejores, el valor de su discurso gana y pinta sonrisas en la cara. También de su autoría se puede buscar Sin palabras.

Guillermo Zapata/ Bajo la ropa. De este disco se pueden aplaudir varias cosas, empezando por su nota introductoria. Escrita por Hernán Bravo Varela, en ella encontramos acertadísimas ideas respecto a la obra de quien con éste llega a seis discos; un hombre que sabe desarrollar a contracorriente los géneros más deshonrados por la industria, desde la inteligencia literaria (cuatro de los nueve temas fueron escritos junto al enorme poeta Francisco Hernández), la buena producción sonora y una solvente técnica interpretativa. Salsa, bolero y son se intercambian la ropa en un trabajo que esperó cinco años para ver la luz, y que celebramos. Juzgue el lector estos versos, e imagínelos bailando: “El astillero se quema/ cuando la vida no zarpa./ Aquí te dejo un poema/ entreverado en el arpa./ Suene pues el son medido,/ en tarimas de castaño./ Si me mandas al olvido/ primero en tu sed me baño.”

Miranda y De Robina/ Improvisación, experimentación y electroacústica. Es un álbum que cumple cabalmente con la promesa de su título pues, aunque son muchos los timbres que se cruzan en su aire, han sido sumados en dotaciones que cumplen un raro y valioso diálogo. Flautas, saxofones, mangueras, juguetes, botellas de plástico, arpas de boca, kalimbas y salterios, entre varios instrumentos más, bailan en dúos o tríos sabiamente equilibrados por un juego que pocas veces abusa de la claridad –u oscuridad– hallada. Miranda, en solitario o en la Sociedad Acústica de Capital Variable, ha sido una de las mentes más innovadoras del discurso experimental mexicano. De Robina, por su lado, se ha involucrado en distintos conjuntos de vanguardia y fundó el sello Cero Records en donde editó Reflexión alternativa del son jarocho. Juntos, apoyados por el músico invitado Alejandro Cayetano, ofrecen un capricho a dos lados (A y B) con catorce disparos que oscilan entre los 100 y los 600 segundos, y que sí, se disfruta más con audífonos, pues la labor de mezcla es un ingrediente fundamental.