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Chamaco se adentra en la vida nocturna de La Habana

Proyectarán cinta de Juan Carlos Cremata sobre la prostitución masculina en Cuba
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de junio de 2012, p. a14

La Habana, 10 de junio. Chamaco, filme independiente que aborda el tema de la prostitución masculina en Cuba, se estrenará este mes en la isla, dos años después de su rodaje, anunció este domingo el Centro Nacional de Educación Sexual, que dirige la hija del presidente cubano, Raúl Castro.

“Luego de dos años de haber sido rodada de manera independiente y de circular en pésimas copias piratas por la isla, Chamaco, de Juan Carlos Cremata, será exhibida este mes en el circuito de cines de estreno, señaló en su sitio web el centro, dirigido por la sexóloga Mariela Castro.

Destacó que la cinta, “ambientada en la nocturnidad de La Habana (...) se adentra en el universo gay underground, prostitución masculina y corrupción, consecuencias de la homofobia y la crisis económica”.

Cremata dijo: Con la película defiendo no sólo la lucha contra la homofobia, sino que se puede hacer cine fuera del Instituto Cubano de Cine (Icaic) y que este puede acogerlo. Precisó que la demora en su estreno nada tuvo que ver con el tema, sino con problemas de producción.

Asimismo, consideró importante que exista un cine gay hecho en Cuba, porque “en la medida en que las cosas se hablen y se discutan, existen.

“Cuando se ocultan y se niegan, aparecen los traumas y los problemas que vemos en Chamaco, añadió.

La homosexualidad en Cuba, tradicionalmente estigmatizada, fue reprimida tras el triunfo de la revolución, en 1959, con relcusiones en campos de trabajo en la década de los años 60 y marginalización durante el quinquenio gris, en la década de 1970.

En un contexto de lenta apertura, el filme Fresa y chocolate (1993) del fallecido Tomás Gutiérrez Alea (1928-96), abrió un debate sobre el tema, que ha ido ganando espacio social gracias a la constante campaña que lidera Mariela Castro contra la homofobia y por los derechos de los homosexuales.

Cremata subrayó que el valor de la película de Gutiérrez Alea es que convirtió en discusión pública algo que se hablaba en los sótanos de las casas y se escondía.