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El arte no se respeta, se hace, manifiesta el director escénico Marcelo Lombardero

Presentan versión no machista de la ópera Carmen, de Bizet

Exploro una mujer en busca de libertad, una víctima más de las tantas que sufren violencia de género, algo cotidiano en América Latina, dice a La Jornada

No me interesa patear burgueses ni generar escándalo

El montaje con la CNO tendrá tres funciones en el teatro Julio Castillo

Foto
Escena del montaje de Carmen, con actores de la compañía Buenos Aires LíricaFoto Cortesía de la producción
 
Periódico La Jornada
Viernes 7 de septiembre de 2012, p. 4

La respuesta es de botepronto: No soy partidario del escándalo ni de la polémica gratuita. El director escénico Marcelo Lombardero defiende así su montaje poco convencional –iconoclasta y no machista, lo llama él– de Carmen, que presentará en México al frente de la Compañía Nacional de Ópera (CNO), a partir del 18 de septiembre.

Y es que el también cantante argentino –quien entre 2005 y 2007 fue director artístico del Teatro Colón, en Buenos Aires– propone una versión contemporánea de esa famosa obra del compositor francés Georges Bizet (1838-1875).

En esta lectura, el creador escénico cuenta la historia a partir de la mirada del personaje principal femenino, Carmen, a la que despoja del estereotipo romántico de femme fatale y la presenta como una mujer en busca de libertad, una víctima más de las tantas que sufren violencia de género.

De igual manera, recupera el formato original en el que Bizet escribió esta obra, el de la ópera comique, el cual tiene que ver más con el teatro popular y la comedia musical que con la ópera convencional, ya que mantiene las partes cantadas y habladas.

Lombardero sitúa la historia en un lugar y en un tiempo indeterminados, aunque en mucho se aproximan a la realidad latinoamericana de nuestros días, en la que, en su opinión, predomina el machismo y las agresiones contra el sexo femenino son cosa de todos los días.

De tal manera que sobre el escenario no se verán peinetas ni danzas españolas, sino que el público se topará con personajes, ambientes, situaciones y expresiones más cercanos a su entorno.

“Esta Carmen pasa en una Sevilla imaginaria que puede ser desde México hasta la Patagonia. Por esa razón, podrán verse grafitis, tribus urbanas y bailes más contemporáneos y propios a nosotros, como hip hop, reggaeton y bachata. Eso no implica cambios en la música; se respeta tal y cual la escribió Bizet”, explica en entrevista el creador escénico.

Ciertamente, la palabra respeto, en el arte, no me gusta; se respetan otras cosas: la patria, la madre... pero el arte no se respeta, se hace. Y estas adecuaciones que propongo no son por capricho, sino porque de otra manera sacaríamos de contexto la historia como la queremos contar.

Al momento de diseñar esta puesta en escena –que estrenó el año pasado con la Compañía Buenos Aires Lírica y por la cual se hizo merecedor al premio del mejor montaje operístico en Argentina– Lombardero afirma que determinó hacerlo con una mirada contemporánea, porque de otra forma hubiera sido un acto insensato.

Que en nuestra producción el problema sea Don José y no Carmen no es una posición feminista. Descreo del machismo y del feminismo, pero si tuviera que definirlo de alguna manera, diría que este es un montaje no machista. No puedo solapar esa visión romántica de que la mujer es la que lleva al hombre a la perdición y por eso él la mata. Eso es muy irresponsable.

Para el director escénico es muy claro que no todos los títulos operísticos deben ni son propensos a ser modernizados: Cada artista expresa su idea de la manera en que le parece lógica y utiliza las herramientas que le parecen apropiadas para contar una historia.

Sostiene que no podía haber hecho este montaje de otra manera debido a que en él se cuenta una historia de violencia de género, un problema muy común y extendido en América Latina, como lo constata el alto índice de feminicidios.

Si queríamos contar esta historia con una mirada responsable, teníamos que quitarle todos los manierismos y ser un poco iconoclastas. No me interesa patear burgueses ni generar escándalo ni polémicas. Todo lo que hacemos en este montaje es para concentrarnos en el meollo del problema y quitarle toda posibilidad de distracción.

Género noble y vigente

Marcelo Lombardero está convencido de que el operístico es un género muy noble y vigente, que a lo largo de su historia se ha mantenido como vanguardia, y que tiene siempre algo que revelar a cada generación.

La ópera es un género teatral maravilloso que nos da la oportunidad de hablar de los problemas y las circunstancias del hombre, de la humanidad: el amor, los celos, el asesinato, la traición, el valor, el heroísmo, subraya.

Por eso, se mantiene muy lejos de ser un espectáculo muerto o una pieza arqueológica. Claro, hay quienes quieren verlo inamovible, que no hable de nuestro tiempo ni de nuestra vida, y allí es cuando sí se transforma en un objeto de museo.

Esta nueva producción de Carmen será encabezada por los cantantes Luisa Francesconi (Carmen), Dante Alcalá (Don José), Luis Ledesma (Escamillo) y Maribel Salazar (Micaela), con la dirección concertadora de José Areán.

Sus tres funciones tendrán lugar en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte, atrás del Auditorio Nacional), el 18, 21 y 24 de septiembre, a las 20 horas.