Política
Ver día anteriorSábado 24 de noviembre de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Afirman en declaraciones que resultaron con varias heridas de bala

Agentes atacados en 3 Marías no recibieron atención médica

Uno se hizo el muerto para frenar el atentado, pero las ráfagas siguieron

 
Periódico La Jornada
Sábado 24 de noviembre de 2012, p. 12

El día que fueron emboscados en la localidad de Tres Marías por elementos de la Policía Federal (PF), los miembros de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, resultaron heridos en diversas partes del cuerpo, debido a las ráfagas disparadas contra su vehículo y, aunque después se identificaron como diplomáticos, no recibieron atención médica oportuna.

Así lo afirmaron los agentes Stan Boss y Chese Garner en sus declaraciones ministeriales, en las que consta que uno de ellos trató sin éxito de detener el ataque al hacerse el muerto, y que los uniformados que llegaron al sitio después de la balacera en ningún momento trataron de detener a los responsables de la agresión, todos ellos vestidos de civil.

Garner –identificado en la declaración con el nombre clave de Embajada 1, por estar adscrito a la representación diplomática estadunidense– narró que el pasado 24 de agosto viajaba en una camioneta Toyota Land Cruiser junto con su compañero Stan Boss y el capitán de la Secretaría de Marina, Gabián Molina Llera, rumbo a unas instalaciones de la Armada en el Cerro del Capulín, municipio de Xalatlaco, estado de México.

Antes de llegar, afirmó, una camioneta verde los rebasó por la izquierda, cuyo copiloto los amenazó con un arma larga, el vehículo se frenó frente a ellos para cortarles el paso, el chofer de la camioneta en que viajaban trató de escapar en reversa.

En ese momento, uno de los agresores –el policía federal Raúl Sánchez Fonseca, detenido en el Centro Federal de Readaptación Social 9, de Ciudad Juárez, Chihuahua– abrió fuego contra ellos. Segundos después, dio inicio una persecución de varios kilómetros que terminó cuando el vehículo con placas diplomáticas se detuvo sobre la carretera federal México- Cuernavaca.

Ráfagas incesantes

Pese a que la camioneta ya se había detenido, aseveró Garner, uno de los atacantes disparó en repetidas ocasiones con un fusil AK-47 a unos 15 centímetros de las ventanillas del piloto y el copiloto, de arriba hacia abajo, hasta que unas balas penetraron el blindaje y le produjeron al estadunidense una herida en el antebrazo, con orificio de entrada y salida, y otra en el glúteo derecho.

Minutos después, otro proyectil entró en el vehículo por el lado del copiloto y le cortó a la mitad la oreja derecha a su compañero. Al golpear sus lentes de sol, esa misma bala le incrustó las gafas en la mejilla derecha.

Por su parte, Stan Boss –quien manejaba la camioneta ese día– afirmó en su declaración que el primer impacto de bala que sintió fue en la oreja y en la mejilla derecha, lo que le hizo perder el conocimiento, pero cuando volvió en sí, se dio cuenta de que también había sido lastimado en el brazo y la pierna derecha.

El agente detalló que aunque trató de hacerse el muerto para que los hombres armados dejaran de atacarlos, éstos siguieron disparando.

Finalmente, el capitán Fabián Molina Llera declaró que cuando el vehículo con placas diplomáticas ya se había detenido y los disparos también habían cesado, llegaron tres patrullas de la PF, cuyos tripulantes dieron muestras de conocer a los agresores, pues nunca les apuntaron con sus armas ni trataron de detenerlos, sino que dialogaron con ellos sobre la situación.

A pesar de que se identificaron como diplomáticos estadunidenses, informaron que estaban heridos y le reclamaron a los policías federales por el ataque, éstos últimos les negaron ayuda y simplemente les ordenaron que regresaran al vehículo, porque supuestamente ya iba en camino una ambulancia.

No obstante, terminaron siendo llevados en las patrullas a Cuernavaca, y de camino a esa ciudad se encontraron con dos ambulancias en las cuales fueron transportados al hospital.

Hasta el momento, la Procuraduría General de la República ha consignado a 14 policías federales por este ataque, acusados por los delitos de homicidio calificado en grado de tentativa, daño en propiedad ajena y falsedad de declaraciones; asimismo, ejercitó acción penal contra cinco mandos de la PF.