Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 23 de diciembre de 2012 Num: 929

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora bifronte
Ricardo Venegas

Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova

Política y cultura
Sergio Gómez Montero

Grietas en el mundo real
Edgar Aguilar entrevista con Guadalupe Nettel

Había una vez...
(200 años de cuentos)

Esther Andradi

Marilyn y las devastaciones del Olimpo
Augusto Isla

Sobre Pessoa
(respuestas a una encuesta)

Marco Antonio Campos

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Columnas:
Galería
Ilan Stavans
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Cinexcusas
Luis Tovar
Perfiles
Eduardo Mosches
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Cabezalcubo
Jorge Moch


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Miguel Ángel Quemain
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El patrimonio en red de Benjamín Gavarre

La red no sólo es accesible por las libertades que ofrece a cualquiera que acepte los contenidos que se le proponen; lo es también porque representa la oportunidad de hacer realidad lo que durante años ha sido parte de una demanda de la comunidad artística: la difusión ordenada y ecuménica de los creadores y sus contenidos al modo de un gran diccionario, por un lado, y enorme cartelera cultural, por otro.

Las instituciones culturales, obligadas a entrar en la norma de comunicación que imponen tanto los gobiernos locales como el gobierno federal, obedecen a “manuales de identidad” que obligan al uso de tipografías, colores y gestos gráficos que por lo general terminan haciendo que los proyectos caigan en una gran monotonía y que sus menús operen con una circularidad miserable por sus contenidos repetitivos y oficiales.

Muy pocos funcionarios optan por arriesgarse a que una publicación sea dirigida por periodistas que ejerzan lo que su perfil indica y respeten las propuestas que vienen de una dinámica en la que participan varios reporteros, redactores, reseñistas y críticos. Prefieren asegurarse de que su pasividad sea leída como un acierto y así encontramos información electrónica muy pobre, muchas veces incompleta y desactualizada, en manos de personal de mínima responsabilidad.

Una excepción que he comentado en este espacio es Intermedio, la revista digital de teatro que se hace en la Coordinación de Teatro del INBA, que en este número pasa revista a las realizaciones de 2012. Una edición que tiene el sabor de la despedida ante los cambios de gobierno. Sin embargo, acota que es el último, pero de este año. Como sucede con las producciones que utilizan la herramienta periodística, se trata más de difundir lo que hace el INBA que de ejercer un periodismo crítico y autocrítico.

Apoyados en su propio prestigio y calidad como creadores, algunos dramaturgos han multiplicado los espacios en la red. Es el caso del dramaturgo Benjamín Gavarre, quien fundó dramavirtual.com y, con un diseño sencillo y extremadamente simple (por momentos su sencillez es chocante), se propuso publicar sin afán de lucro a los dramaturgos iberoamericanos.

Lo único que pide para publicar es que el dramaturgo tenga registrada su obra y que mande su autorización a [email protected]. Algo más que pide es calidad, como la que en esta edición está en la cabecera de las entradas: un monólogo de Clara Anich (Buenos Aires, 1981) titulado Algo de amor. Anich practica varios géneros, poesía y narrativa. Es fundadora del grupo de narradores conocido como Grupo Alejandría y edita la revista Casquivana.

En la situación de esta dramaturga argentina están, ya como parte de un repertorio muy rico para quien busca montar teatro actual, Pablo Albarello, Gladis Gómez, Sacha Barrera Oro, Pablo Arbarello, Alejandro Suárez Rangel, Damian Bojorque, Estela Leñero, Jorge Dávila, Humberto Robles, Patricia Rivas, Carlos Talancón (que tiene una obra divertida y arriesgada titulada Bocadillos bajo tierra, basada en Picnic de Fernando Arrabal) y Marco Antonio Novelo Villegas, entre otros.

En los últimos cinco años (su primera entrada es del 26 de agosto de 2008) he visto crecer este proyecto, obra tras obra, y hoy permite pensar en una festiva antología de temas, estilos y nacionalidades. Es un sitio que no cuenta con suficiente difusión, a pesar de que se pensaría que la calidad de sus contenidos y la popularidad de sus autores atraerían más lectores. A pesar, también, de  que las obras parecen muy disponibles y se advierte que los derechos son propiedad de sus autores y que cualquier forma parcial o total de reproducción debe contar con la autorización de los mismos.

Hay una constancia que termina tornándose compleja, a pesar de que su planteamiento posee la mayor sencillez. Eso pasa también con otros espacios que no pueden evadir la irregularidad, pero que en esos altos y bajos modelan su existencia entre los lectores asiduos de un periodismo que se propone mejorar (y lo logra) en cada entrega.

Hace dos semanas comenté la presencia en la web de dramaturgiamexicana.com.mx y Teatromexicano.com.mx, dos portales que se han vuelto necesarios para hacer un recuento de nuestro teatro. El primero con un menú organizado y bilingüe, mientras que el segundo logró sobreponerse a la acumulación de información con un buscador unificado que funciona. Espacios que hoy actúan como memoria y perspectiva de un año que comienza y uno que se extingue, entre la fiesta, la incertidumbre y los nuevos tiempos.