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Jesús Cejas Arias fue secuestrado junto con un colega en agosto de 1976

Identifican restos de diplomático cubano desaparecido en la dictadura de Videla
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 1º de junio de 2013, p. 20

Buenos Aires, 31 de mayo.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAF) identificó ayer el cadáver del diplomático cubano Jesús Cejas Arias, quien había sido secuestrado en agosto de 1976 junto a su colega Crescencio Galañena Hernández, durante la pasada dictadura militar y desaparecidos ambos en el marco de la Operación Cóndor, la coordinadora criminal de las dictaduras del Cono Sur.

El reconocimiento fue informado al juez Daniel Rafecas quien lleva la causa, y que ordenó las excavaciones en un predio de San Fernando donde se encontró el pasado el 8 de abril un tonel de unos 200 litros con huesos recubiertos por cemento que fueron enviados al EAF para su identificación y resultó ser Cejas Arias. en junio de 2012 se habían encontrado en la smismas condiciones tres toneles que contenían los restos de Galañena Hernández, y los argentinos María Rosa Clementi de Ancere, empleada de la embajada cubana aquí y Ricardo Manuel González, secuestrados también en agosto de 1976 y desaparecidos.

De esta manera se cierra un trágico tiempo de búsqueda de las familias y el gobierno de Cuba, de ambos jóvenes que estuvieron secuestrados en el Centro Clandestino de Detención y Exterminio Automotores Orletti, una sede de la Operación Cóndor en Buenos Aires.

Galañena Hernández y Cejas Arias fueron secuestrados el 9 de agosto de 1976 en el barrio porteño de Belgrano cuando salían de la embajada de Cuba para ir a sus casas en San Isidro. Al reconstruir la historia supimos que fueron llevados a Orletti mantenidos en cautiverio y torturados, relata el Doctor José Luis Méndez Méndez, catedrático cubano, investigador y representante de las familias de ambos, quien está en este momento en Argentina

Hablando con La Jornada, Méndez - autor de numerosos libros sobre terrorismo contra su país, Operación Cóndor contra Cuba, y de todo lo actuado en Argentina, con intervención de grupos terroristas cubanos de Miami- menciona que en los casos referidos a Automotores Orletti, la forma de deshacerse de los cadáveres de las víctimas, fue mediante los toneles con cemento para tirarlos en este caso al Canal San Fernando como sucedió con Marcelo Gelman-hijo del poeta Juan- Gelman y María del Carmen Pérez embarazada de ochos meses cuando fue asesinada junto con su bebé en el vientre- y otros desaparecidos en 1976.

Méndez ha reconstruido pacientemente esta historia dolorosa. Recuerda la maniobra de los responsables de este crimen de lesa humanidad, que el día 13 de agosto a cuatro días del secuestro enviaron fotocopias de las cartas credenciales de ambos jóvenes y una presunta carta donde decían que querían pasarse al mundo occidental.

Ante esa situación el entonces embajador Emilio Aragonés, a quien se había intentado asesinar en Buenos Aires en 1975 en el marco del accionar de la Alianza Anticomunista Argentina (TripleA) le pidió al general Jorge Rafael Videla (recientemente fallecido), que quería conocer por la propia voz de los diplomáticos esa decisión, pero el ex dictador no accedió.

Las gestiones continuaron y en 1983 dos policías argentinos que viajaron a Suiza, para cobrar dinero de unos secuestros extorsivos, fueron apresados allí. Uno de ellos era el ex policía Luis Alberto Martínez alias'japonés', quien dijo conocer sobre el secuestro de dos cubanos y escribió al escritor Julio Cortazar tratando de negociar la información por su libertad, mediante Naciones Unidas relata Méndez.

Sin embargo no recibieron asilo político y fueron enviados a Argentina, donde rápidamente fueron liberados por un juez local. Eso fue la llamada 'pista suiza'.

Un embajador, Jorge Baños, estuvo investigando en ese país y ya en democracia presentó lo que tenía ante la justicia argentina. En los diez años en que gobernó el ex presidente Carlos Menem no se avanzó nada en las investigaciones y cuando en 2003 llega al gobierno Néstor Kirchner y comienza otra política de Derechos Humanos, y se presentó oficialmente al gobierno una solicitud para realizar la búsqueda”, dice Méndez.

En febrero de 2004 se aportó todo lo investigado a la causa que se iniciaría sobre Automotores Orletti. Teníamos una información de una persona que estuvo en ese centro José Luis Bertazzo y pudimos conocer por medio de lo que habían dicho los prisioneros chilenos Patricio Biedma y Mario Espinoza Barahona, que los cubanos habían estado en Orletti , explica el investigador. Pero el 19 de junio de 2004, Méndez logra entrevistar en Chile al general Manuel Contreras (quien fuera jefe de la DINA, policía política del dictador Augusto Pinochet) y éste le confirmó que los dos diplomáticos cubanos estuvieron en Orletti y habían sido interrogados por el terrorista cubano de Miami Guillermo Novo Sampoll, quien había viajado a Argentina el 11 de agosto de 1976 con Michael Townley agente de la Dina y de la CIA estadunidense.

Vale recordar que Novo Sampoll había sido condenado en Estados Unidos por el asesinato del ex ministro chileno Orlando Letellier, una figura clave del gabinete del presidente Salvador Allende en Chile y que estaba en el exilio en Washington. Su viaje a Argentina revelaba la impunidad con que se movía, este criminal que junto a su hermano y otros dos terroristas de Miami participaron en este y otros asesinatos, protegidos por la CIA.

Contreras me dice que sabía lo de los cubanos por el ex jefe de la Secretaría de Inteligencia de Argentina el general Otto Paladino (también de la Triple A) que lo había visitado a él en su prisión en Chile. Ya en 1999, Contreras había declarado lo mismo a la jueza argentina María Servini de Cubría. A esto e agregaron informaciones de que los dos cubanos fueron parte deun traslado” que se hizo desde Orletti el 13 de octubre de 1976, de unos ocho prisioneros metidos en toneles con cemento arrojados al Canal de San Fernando, presuntamente en el predio donde el 11 y 12 de junio de 2012 aparecieron tres tambores. Fue entonces cuando se reconocieron los cadáveres de los dos argentinos y Galañena Hernández” reseña.

Diecisiete argentinos empleados administrativos de la Oficina Comercial de la embajada y otros de la Escuela general José de San Martín Anexa a la sede diplomática fueron secuestrados y desaparecidos. “Un caso significativo es el de Raúl Adolfo Repetto desaparecido con toda su familia: dos hijas pequeñas y la esposa.

El significado

Si bien desde el punto de vista de la investigación histórica cierra una etapa: el apoyo y la solidaridad continuará hacía la búsqueda de los responsables de este crimen de lesa humanidad. Ya que solamente dos fueron juzgados en la causa de Automotores Orletti.

Para los familiares a la reiteración del dolor, la zozobra cesa y el regreso de la restos de Jesús al seno familiar cosntituye un motivo de tranquilidad y de calma.