La matanza de tortugas caguamas, especie en peligro de extinción en el Golfo de Ulloa, Baja California Sur, donde han muerto entre 30 mil y 50 mil ejemplares en los últimos años, puede llevar a México a un embargo de productos pesqueros por Estados Unidos, y los daños económicos ascenderían a 591 millones de dólares, señala Agustín Bravo director de la oficina en La Paz, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

Sólo en 2012 murieron 2 mil quelonios de esa especie por pesca incidental, mientras en Estados Unido se autorizan sólo 40, y frente a esto las autoridades no han adoptado medidas, indica.

No sólo la normativa mexicana reconoce a la tortuga amarilla o caguama en riesgo de extinción; también la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la ubica en peligro.

Su ciclo de vida se da entre Japón, Estados Unidos y México, en particular entre Punta Eugenia y el complejo lagunar de Bahía Magdalena, en el Golfo de Ulloa. Nace en Japón, navega por el océano Pacífico, pasa por Hawai y llega a México, donde crece y madura para regresar a reproducirse a Japón. Con la mortandad aquí en el país, se les pega a los futuros reproductores de la especie, indica Agustín Bravo.

Allí hay una gran actividad pesquera, debido a la alta presencia de especies comerciales como tiburones, rayas, peces, almejas, abulones, caracoles, calamares, langostas, camarones jaibas y cangrejos, entre otras, apunta la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp).

El organismo dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) refiere que desde 2003 se ha documentado un gran número de tortugas muertas, desde entonces se ha observado una fuerte correlación entre la temporada de pesca de escama en la zona y un aumento en los varamientos de tortugas muertas.

Agrega que diferentes investigadores han evaluado la mortalidad de esta especie mediante conteos diarios de ejemplares varados en la playa San Lázaro en el Golfo de Ulloa, y uno de ellos estimó entre mil 500 y 2 mil 950 ejemplares muertos entre 2005 y 2006. Esta tendencia se mantuvo en fechas recientes, hasta que en 2012 grupos de conservación locales informaron que la cantidad de tortugas muertas aumentó considerablemente, estimándose hasta un 600 por ciento más que el promedio de años anteriores.

Supeditan exportación de camarón

La Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) en respuesta a una solicitud de información de Alejandro Olivera del Cemda, con folio 0819700000513 indica que los gobiernos de Estados Unidos y México se encuentran en negociaciones sobre el acceso de las exportaciones de camarón al mercado del país vecino, pero está sujeto a condicionantes establecidas en la legislación estadunidense para la protección de tortugas marinas.

Detalla que las exportaciones de camarón a Estados Unidos están sujetas a condicionamientos establecidos en la sección 609 de la Ley Pública 101-162 de 1989 relativa a la captura incidental de tortugas marinas en las operaciones de pesca comercial de camarón, donde se señala que se aplicarán embargos a los países que capturen camarón con tecnología que afecte adversamente a las tortugas marinas, a menos de que el secretario de Estado certifique ante el Congreso estadunidense que el país exportador posee un programa de protección a la tortuga marina comparable en efectividad con los programas aplicados en Estados Unidos.

El proceso de certificación de las pesquerías mexicanas por Estados Unidos comenzó este año y el corte de caja será a mediados del 2014, “lo que evaluaré el gobierno y Congreso de ese país es si México adoptó medidas similares a las estadunidenses.

El tiempo corre, pero aquí no se han tomado medidas idóneas ni similares a la de ese país. Allí las medidas para la protección de la caguama es una cuota máxima de captura de 36 ejemplares al año. En México el año pasado murieron alrededor de 2 mil tortugas por captura incidental”, indica Agustín Bravo.

Agrega que el tema ya trascendió la Conapesca y al sector ambiental, ya participan la Cancillería, las secretarías de Economía y Gobernación, pero no han decidido tomar medidas inmediatas que serían de fácil aplicación, porque la temporada en que se da la pesca incidental son sólo tres meses. Son 70 pescadores y se les puede apoyar para utilizar otras artes de pesca.

Dice que en este caso se puede hablar de ecocidio por la muerte masiva de tortugas en pesca incidental. Se trata de una de las seis especies (de siete que hay en el mundo) que llegan a México.

Agrega que el ecocidio ocurre como deterioro del medio ambiente y los recursos naturales como consecuencia de la acción directa o indirecta del ser humano sobre los ecosistemas.