Cultura
Ver día anteriorMartes 24 de septiembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Expresiones de duelo de escritores y amigos del autor de la novela Ilona llega con la lluvia

La vida no le quedó debiendo nada a mi padre, dice Santiago Mutis

La poesía de Álvaro es de muelles ocupados por el trabajo marítimo: Gutiérrez Vega

Eligió a México y lo engalanó con su presencia, señala Elena Poniatowska

Foto
Álvaro Mutis, en julio de 2004, cuando fue condecorado con la Legión de Honor por el gobierno de Francia, flanqueado por el Nobel Gabriel García Márquez y Philippe Faure, embajador de ese país MéxicoFoto José Carlo González
 
Periódico La Jornada
Martes 24 de septiembre de 2013, p. 5

Tras el fallecimiento del poeta y novelista colombiano Álvaro Mutis el domingo en la capital mexicana, lectores, amigos y escritores lamentaron el deceso. En este momento lo lloramos Colombia, México y la lengua española, resumió Hugo Gutiérrez Vega el duelo por el poeta.

Santiago Mutis afirmó este lunes que a su padre la vida no le quedó debiendo nada: él vivió con ganas, vivió con gusto, quiso con gusto, tuvo gran cantidad de poetas y de escritores amigos, quiso mucho a sus amigos, según reportó la agencia Afp.

Desde Bogotá, el segundo de los cuatro hijos del escritor aseguró que su padre tenía con la muerte una relación de amistad y que su fallecimiento fue producto de una neumonía que se complicó, pues hizo que un pulmón se llenara de agua y se lo llevara en muy poquito tiempo.

Ahí, manifestó que su padre y Gabriel García Márquez sostuvieron una gran amistad desde que eran muy jóvenes y que seguramente el Nobel colombiano sabría más de su padre que su propia familia. Esa amistad, eso sí es una lección muy hermosa, muy bella, es una amistad que se mantiene toda la vida.

Capitán, mi capitán

Por su parte el poeta Hugo Gutiérrez Vega, coordinador del suplemento cultural La Jornada Semanal, dijo: “En primer lugar, saludarlo como lo saludaba siempre, con el principio del poema de Walt Whitman: ‘Oh Captain! My captain!’ (Capitán, mi capitán). La poesía de Álvaro es una poesía marina y marinera, de muelles ocupados por el trabajo marítimo, de largas travesías. El mar es solitario. Es pariente del anciano marinero de Coleridge, es pariente de la Oda marítima, de Pessoa, del Cementerio marino, de Valéry, de Marinero en tierra, de Alberti.

“El personaje inventado por Álvaro, Maqroll, el Gaviero, reúne además de una gran fuerza lírica la capacidad descriptiva de lo ético y de lo dramático. Yo creo es uno de los grandes personajes de la literatura latinoamericana contemporánea.

“También hay que recordar su narrativa, que tiene mucha relación sobre todo en lo musical con su poesía y novelas como Ilona llega con la lluvia, y otras donde aparece la antigua realidad social, económica y cultural de Colombia. El diario de Lecumberri es un libro emocionante, es el libro que de alguna manera lo convenció de quedarse en México. En este momento lo lloramos Colombia, México y la lengua española”.

En tanto, la periodista y escritora Elena Poniatowska afirmó: “Es una tristeza grande porque era un hombre, un escritor que escogió a México y lo engalanó con su presencia, y que nunca se quiso ir, nunca quiso regresar a Colombia. Y escribió grandes libros. Fue un gran, un extraordinario poeta, a quien Octavio Paz admiraba. Y además, un novelista que creó el personaje de Maqroll. Y obtuvo los más grandes premios que da la literatura en español, el Reina Sofía y el Cervantes. Los dos fuimos amigos y lo visité muchos domingos en Lecumberri y le llevaba los libros que él me pedía. El único mensaje que se le puede dar a los lectores y lo que más gusto le puede dar a un escritor es que lo lean.”

Tristeza de José Emilio Pacheco

José Emilio Pacheco, poeta ganador del Premio Cervantes 2010, recordó a la Afp que hacia 1960 Mutis “me recomendó a un desconocido joven colombiano que se llamaba Gabriel García Márquez y me regaló un ejemplar de su libro La hojarasca, publicado en Barranquilla”. Pacheco se dijo muy triste por el fallecimiento del autor de Los elementos del desastre, a quien conoció a través de Poniatowska en 1960, cuatro años después de que el colombiano se instalara en ciudad de México.

El narrador y poeta, quien tuvo una larga amistad con Mutis desde entonces, manifestó: “‘Fue muy buena su estancia para México, sobre todo para los jóvenes de aquella época... En los últimos años ya nos vimos muy poco porque se acabó aquel México en que uno se veía y se trataba”.

Las máximas instituciones culturales de México, como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Fondo de Cultura Económica, la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, el Instituto Nacional de Bellas Artes y la Secretaría de Cultura del Gobierno del DF se expresaron respecto del fallecimiento mediante sendos comunicados.