Mundo
Ver día anteriorLunes 30 de septiembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Enrico Letta responde a la crisis de gobierno provocada por el partido de Berlusconi

Premier de Italia pedirá voto de confianza en el Parlamento

El presidente Napolitano se pronuncia en contra de disolver el Congreso y llamar a elecciones

El ex gobernante y magnate de los medios se dice convencido de ganar en nuevos comicios

Foto
Enrico Letta, premier de Italia, anunció ayer que aún no declarará la disolución del Parlamento, no obstante el rompimiento de la coalición de gobiernoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 30 de septiembre de 2013, p. 30

Roma, 29 de septiembre.

El jefe de gobierno italiano, Enrico Letta, anunció hoy que pedirá un voto de confianza en el Parlamento el miércoles próximo para enfrentar la crisis de gobierno desatada el sábado por el senador derechista Silvio Berlusconi, quien ordenó la renuncia de los ministros del gobierno que militan en el Partido de la Libertad (PdL).

Pediré la confianza del Senado y de la Cámara de Diputados. Si no la obtengo, sacaré mis conclusiones, dijo Letta, quien sugirió durante la semana que el retiro del PdL de la coalición de gobierno es un plan de Berlusconi para evitar su desafuero, después de que la Corte de Casación lo declaró en agosto culpable de un fraude fiscal cometido por su empresa Mediaset en la década de 1990.

También el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, se pronunció en contra de disolver el Parlamento y llamar a nuevas elecciones, apenas siete meses después de realizados los comicios generales que terminaron en un virtual empate entre centroizquierdistas liderados por el PD y los derechistas guiados por el PdL.

La tradición y las obligaciones constitucionales dictan que el presidente de la República disuelve el Parlamento sólo cuando no hay posibilidad de formar una mayoría en la cámara, dijo Napolitano.

Letta aclaró el viernes que una cosa es la renuncia de los ministros afilados al PdL y el plan de Berlusconi, y otra distinta es el apoyo parlamentario al gobierno que en el sistema parlamentario como el de Italia se manifiesta por medio del voto de confianza en las cámaras legislativas.

Antes de que Berlusconi retirara sus piezas del gabinete, el tres veces jefe de gobierno (1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011) fue juzgado y sentenciado a un año de arresto domiciliario, pero para que procedan las autoridades judiciales, primero debe cancelarse la inmunidad parlamentaria del senador por Milán.

La situación de Berlusconi quedó entonces en manos del Senado, donde la mayoría debe actuar conforme a lo estipulado en la Ley Anticorrupción, vigente desde 2012, que prohíbe a los sentenciados por cualquier delito ocupar un cargo público durante seis años o postularse para un puesto de elección.

El también magnate de los medios italianos, que pudo haber celebrado este domingo su cumpleaños 77 con la convocatoria a nuevos comicios, deberá comenzar su castigo el 15 de octubre.

A propósito de las denuncias en su contra por intentar evitar el desafuero, Berlusconi respondió que mis vicisitudes personales no tienen nada que ver con esto, pero también se declaró convencido de la posibilidad de ganar unas elecciones que, según él, deberían convocarse lo más pronto posible.

A pesar de que los cinco ministros del PdL dimitieron el sábado y cumplieron disciplinadamente con la petición de Berlusconi, este domingo, cuatro de los ex funcionarios expresaron su rechazo a profundizar la crisis política.

Angelino Alfano, ahora ex viceprimer ministro y ex titular de la cartera del Interior, afirmó este domingo que los nuevos berlusconianos deben serlo de manera distinta, porque en el PdL no pueden prevalecer las posiciones extremistas.

Alfano, a quien se le considera el delfín de Berlusconi al frente de la organización política, fue secundado por Beatriz Lorenzin, ex ministra de Salud, quien dijo que el partido nos lleva a una derecha radical, que se cierra a la moderación.

Todavía más directo, Maurizo Lupi, hasta el sábado responsable de los asuntos de Infraestructura y Transporte, manifestó su deseo de seguir con Berlusconi, pero no con sus malos consejeros.