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La policía reporta enfrentamientos aislados contra los manifestantes en Bretaña

Nueva protesta en Francia contra la crisis económica y un impuesto ecológico

Por la recesión, empresas avícolas, pesqueras y procesadoras despiden a cientos de trabajadores

 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de noviembre de 2013, p. 19

París, 2 de noviembre.

Miles de campesinos, transportistas, patrones, artesanos, comerciantes y obreros de toda la región de Bretaña –oeste de Francia– se manifestaron este sábado en la localidad de Quimper, donde la actual crisis económica y un impopular impuesto ecológico han obligado al cierre de numerosas empresas agropecuarias.

En enfrentamientos aislados, manifestantes que portaban gorras de color rojo lanzaron piedras a la policía, que respondió con gases lacrimógenos y chorros de agua a presión. Al cierre de esta edición no había reportes sobre detenidos o heridos.

Somos hoy más de 30 mil en Quimper. Esta fecha será histórica, afirmó al diario francés Le Monde Christiam Troadec, el alcalde de izquierda de la comuna de Carhaix, quien fue uno de los principales organizadores de la movilización.

La prefectura de Finisterre estimó el número de manifestantes en 15 mil.

Durante una visita oficial a Moscú el viernes pasado, el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrult, fustigó la espiral de violencia, la cual, dijo, se vive en Bretaña debido a que antes de la concentración de este sábado hubo otras tres manifestaciones en la región en las semanas recientes.

La más significativa tuvo lugar el pasado 26 de octubre, cuando miles de bretones protagonizaron una protesta contra un impuesto ecológico a los vehículos pesados que circulan por carretera, en la que resultaron varios lesionados, uno de ellos con la mano amputada. El gobierno francés anunció posteriormente la suspensión de la llamada ecotasa, que estaba planeada para entrar en vigor el primero de enero de 2014.

La región de Bretaña, cuya economía depende en su mayor parte del sector agropecuario y la pesca, ha sido azotada por una crisis agroalimentaria generada por la caída de las ventas y los elevados precios de los insumos, que han derivado en el cierre parcial o total de gran número de empresas, así como en el despido de miles de personas.

Compañías como la procesadora de carne porcina Gad, las avícolas Doux y Tilly-Sabco y la pesquera Marine-Harvest han cerrado parte de sus plantas y despedido a miles de trabajadores en la región. Para enfrentar el problema, recientemente el presidente François Hollande aprobó un fondo por 12 millones de euros para estimular la producción, lo cual resultó insuficiente.

La movilización en Quimper es el comienzo de un gran movimiento (...) Vamos a demostrar al Estado que no estamos de acuerdo con las decisiones que se toman en París, declaró Olivier Billon, presidente del sindicato Jóvenes Agricultores de Finisterre, al diario Le Monde.