Ciudad del Vaticano, 25 de diciembre.

El papa Francisco pidió hoy por la paz del mundo, principalmente en Siria y África, denunció que se obligue a los niños a convertirse en soldados, condenó la trata de personas como delito de lesa humanidad y oró por la protección de los refugiados y desplazados de todo el mundo, al pronunciar su primer discurso de Navidad.

Durante el mensaje tradicional Urbi et Orbi, insistió en la necesidad de diálogo y solidaridad entre las personas, por lo que llamó a los fieles y no creyentes a unirse en plegarias o buenos deseos para el fin de las guerras y la violencia.

Hermanos de todo el mundo: ¡Feliz Navidad!, dijo el Papa en múltiples idiomas para dar inicio a su discurso ante más de 100 mil personas que se reunieron en la Plaza de San Pedro.

Demasiadas vidas ha destrozado en el conflicto de Siria. Recemos para que el pueblo sirio se vea libre de sufrimientos, expresó Jorge Mario Bergoglio.

Imploró por la paz en varios países de África y Asia, “a menudo olvidados por las décadas de conflictos armados.

En cuanto a los desplazados, refugiados y migrantes, recordó la tragedia en la isla italiana Lampedusa, donde se ahogaron casi 400 indocumentados en octubre pasado.

Concluyó su mensaje con una oración por los niños secuestrados, heridos y asesinados en los conflictos armados.