San José, 8 de mayo.

Luis Guillermo Solís, un politólogo de 56 años, asumió hoy la presidencia de Costa Rica en una ceremonia en la que se comprometió a encabezar un gobierno que combata la corrupción, reduzca el déficit, disminuya la evasión fiscal, recupere la producción nacional y eleve el gasto educativo de 7.2 a 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Solís, un académico que acabó con medio siglo de bipartidismo en Costa Rica en las elecciones del 6 de abril pasado, remplaza en el cargo de cuatro años a Laura Chinchilla, la primera mujer que gobernó el país y quien llegó en medio de grandes expectativas de cambio, pero terminó con un índice de impopularidad de 60 por ciento, a causa de la corrupción y la ineficiencia administrativa, que provocaron la renuncia de 15 miembros de su gabinete.

Vivimos un momento histórico extraordinario: la decepción de muchos costarricenses con sus gobernantes, con la política tradicional y sus estratagemas, se ha traducido en una resonante demanda de cambio, apuntó Solís, quien llegó al poder con un histórico respaldo en las urnas de 77.8 por ciento.

No obstante el respaldo mostrado a Solís, el mandatario tendrá que lidiar ahora con un Congreso fragmentado, sin una mayoría que respalde sus iniciativas de ley.

El Partido Acción Ciudadana, fundado apenas hace 13 años para enfrentar el bipartidismo de socialdemócratas y socialcristianos, cuenta con 13 de los 57 diputados a la Asamblea Legislativa. El presidente del Legislativo, Henry Mora, es correligionario de Solís y llegó a su puesto a partir de una intensa negociación con el resto de las fuerzas políticas.

Solís hizo firmar a sus ministros de gobierno un compromiso ético con el que pretende garantizar la honestidad y la vocación de servicio de los funcionarios, aunque una gran parte de ellos son académicos sin experiencia en la administración pública.

La corrupción está carcomiendo nuestra democracia y está quebrando las finanzas públicas; el nuevo gobierno la combatirá sin desmayo. Llegó la hora de acabar con la impunidad, afirmó el presidente de este país centroamericano de 4.8 millones de habitantes, con 20 por ciento de ellos viviendo en condiciones de pobreza y 6 por ciento en pobreza extrema.

A la toma de posesión de Solís acudieron los presidentes Evo Morales de Bolivia, Rafael Correa de Ecuador, Otto Pérez Molina de Guatemala, Juan Orlando Hernández de Honduras y Danilo Medina de República Dominicana, así como los presidentes electos de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, y de Panamá, Juan Carlos Varela. También asistió el vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, y el príncipe Felipe de Borbón de España.