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Leticia Herrera da a conocer su libro La pájara de Candora

Publica autora un poemario retenido por siete editores y secuestrado 28 años
 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de mayo de 2014, p. 4

Hazme saber, oh, tú a quién ama mi alma, en qué metro sesteas al medio día, pronunció en voz alta Leticia Herrera Álvarez las primeras líneas de su poemario La pájara de Candora.

La lectura amplificada por el micrófono, la imagen de la grafía de su nombre proyectada detrás de ella, después de una pasarela de figuras humanas dibujadas por las mismas manos que escribieron los versos contenidos en el libro que hace unos días fue presentado.

Tras 28 años de permanecer retenido por siete editores, y tan sólo hacer acto de presencia en recitales, el poemario escrito durante una estancia en Costa Rica, en 1985, aparece publicado en una edición de la autora. El libro estuvo secuestrado, y eso tuvo que ver mucho por su contenido, señaló Herrera Álvarez.

Vigoroso, irónico, sarcástico, amoroso, muy desenfadado, lúdico, son algunos de los adjetivos atribuidos por la poeta Dana Gelinas, una de las presentadoras. Es un libro donde prevalecen los poemas breves y es fronterizo con la narrativa, el aforismo y el epigrama, definió en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia. También es venenoso, punzante y alegre.

En México la poesía siempre se está defendiendo de sí misma, tenemos un país muy conservador. Es maravilloso que un poema pueda tener la esencia de un cuento y sorprender, destacó.

La pájara de candora se vuelve libro, se abre a la mitad del pecho, y como la vieja urna griega en colmo de potencias, expande lo cantoro y lo canoro hacia los destinos cardinales donde ejerce su influencia el acto mágico de Leticia Herrera, dijo Roberto López Moreno para introducir el poemario. El escritor, periodista y narrador chiapaneco destacó la profundidad que Leticia Herrera logra con su brevedad. En lo breve logra la autora la profundidad del latido, formando el contraste de lo que habla poco para decir mucho, deslumbrador contraste.

Teresa Espinosa no habló de la poesía hecha con palabras. La especialista en arte se refirió al universo pictórico del poemario, pues contiene 26 ilustraciones de la misma Leticia Herrera.

Antes de la proyección de las imágenes incluidas en el libro, la poeta describió que se trata de ejercicios de tres minutos realizados en la Academia de San Carlos. Dibujos hechos después de la contemplación de modelos físicos, dejando correr la mano a ojos cerrados, para desarrollar la capacidad de observación.