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El proyecto implica 28% de la deuda total del estado

Refinería presiona finanzas de Hidalgo
 
Periódico La Jornada
Domingo 15 de junio de 2014, p. 24

Cuando han transcurrido casi seis años del anuncio de la construcción de una nueva refinería, Hidalgo arrastra una deuda superior a mil 200 millones de pesos para solventar el pago de 700 hectáreas en las que se construiría la nueva instalación industrial.

En tanto, Pemex invirtió en el año reciente 5 mil 204 millones de pesos, de los cuales mil 639 millones se destinaron a estudios de pre inversión e ingeniería básica.

En este año se está terminando el diseño de la ingeniería básica, el cual se refiere a diversos estudios sobre materiales, diagramas, planos del terreno, tuberías e instrumentos, entre otros, para integrar un Paquete de Diseño de Ingeniería Básica (BEDP) 2014.

La nueva refinería, según el plan original, tendría una capacidad de procesamiento de 250 mil barriles diarios de crudo Maya y producirá aproximadamente 163 mil barriles por día de gasolinas con las últimas especificaciones de Ultra Bajo Azufre y 117 mil de diesel.

Sin embargo, en junio de 2013, Pemex Refinación anunció un cambio en el proyecto de la nueva refinería. Que implica la reconfiguración de la refinería Miguel Hidalgo para que procese, en sitio, 76 mil barriles por día de residuo de vacío con el objetivo de convertirlo en combustibles de mayor valor agregado, como son la gasolina y el diésel. Los productos destilados que se obtengan en la refinería (gasolina y diésel) cumplirán con las especificaciones de ultra bajo azufre y no se producirá combustóleo.

De concluirse este proyecto, se espera que la refinería reconfigurada tenga una capacidad de procesamiento de petróleo crudo de 315 mil barriles diarios, con una mezcla de petróleo crudo de 35 por ciento Maya y 65 por ciento Itsmo, producirá aproximadamente 161 mil barriles de gasolinas y 101 mil barriles diarios de diésel.

Mientras tanto, el proyecto inconcluso representa aún 28 por ciento de la deuda total de Hidalgo, uno de los estados con mayores rezagos en sus indicadores sociales y de salud. El saldo del abandonado proyecto es de 22.8 millones de pesos mensuales por amortización e intereses.

Tras una restructura del crédito, el plazo pasó de 12 a 15 años, centralizado ahora en Banorte, con una tasa de 0.9 por ciento y no de 2 por ciento original, que se había pactado inicialmente con Banamex y Banorte.

Hidalgo accedió a líneas de crédito con la banca comercial (Banorte y Banamex) para solventar el pago de las 700 hectáreas por mil 50 millones de pesos y adicionalmente 450 millones más fueron solicitados a la banca para las obras de infraestructura colateral.

Lo anterior, cobra especial relevancia si se considera que, según la agencia de calificación de riesgo Standard and Poor’s (S&P), su producto interno bruto per cápita habría alcanzado los 6 mil 657 dólares anuales equivalentes a unos 87 mil 670 pesos a precios de 2012, sensiblemente por debajo del promedio nacional de 10 mil 460 dólares anuales.

Destaca que, durante los últimos cinco años –de 2008 a 2012–, Hidalgo fue el segundo Estado en recibir el menor nivel de Inversión Extranjera Directa (IED), a lo que se le suma que el proyecto de construir una nueva refinería en el Estado no haya avanzado.

Al momento de la contratación de la línea de crédito, para la construcción de la refinería Bicentenario el monto representó 40 por ciento de la deuda de Hidalgo. Una de las principales implicaciones del deterioro de los superávits operativos del Estado, es el incremento en su nivel de endeudamiento.

Especialmente a partir de 2012 y 2013, se observó que, contrario a lo sucedido en 2010 y 2011, años en los que su deuda iba disminuyendo, Hidalgo recurrió a financiamiento adicional por 2 mil 87 millones de pesos.

Así, al cierre de 2013, se estima que su deuda directa alcanzó los 4 mil 335 millones, lo que representaría un incremento de 20 por ciento con respecto a lo reportado al cierre de 2011.

Este deuda proyectada sería equivalente a 38 por ciento de sus ingresos discrecionales para 2013, nivel que es aún moderado y que refleja una política de endeudamiento conservadora que, sin embargo, podría cambiar de continuar su deterioro presupuestal en 2014.

La firma calificadora mantiene una perspectiva negativa que refleja la expectativa de que el desempeño presupuestal de Hidalgo se mantendría presionado al cierre de 2014, con superávits operativos bajos y déficits después de gasto de inversión.