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La Jornada en Brasil 2014

Quién diría que las selecciones latinoamericanas suman 12 victorias en el inicio

Brasil es la Copa de América, no la del Mundo, señalan los más entusiastas

Más de 5 millones de aficionados locales aplauden a los ticos

Las sorpresas continuarán

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Festejo eufórico de los jugadores ticos al terminar el partido en el que vencieron 1-0 a ItaliaFoto Ap
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 22 de junio de 2014, p. 7

Río de Janeiro, 21 de junio.

Nadie diría que el futbol de Costa Rica daría al pequeño, cordial y civilizado país centroamericano tantos admiradores en Brasil que suplantarían su población (sí, sí: hoy son más de 5 millones los brasileños que aplauden con entusiasmo a los ticos).

Al fin y al cabo los antecedentes no eran especialmente animadores: en las eliminatorias para el Mundial la selección costarricense quedó en segundo lugar en su grupo, luego de Estados Unidos. Y en los dos amistosos más recientes fue derrotada por los japoneses (3-1) y logró a duras penas un insulso empate con Irlanda (1-1).

Del llamado grupo de la muerte era considerado el equipo más débil frente a Uruguay, Italia e Inglaterra, todos campeones mundiales.

Pero bastaron sus victorias indiscutibles sobre los charrúas y la azzurra, que de paso eliminó a Inglaterra, para que los brasileños se dieran cuenta de que si todo Mundial siempre trae sorpresas, este que se realiza en el país parece especialmente pródigo.

Por ejemplo: ¿quién apostaría que Ghana y Alemania terminarían empatados, y que si no fuera por el esfuerzo y el brillo excepcional de Klose los alemanes perderían el partido? ¿Cómo suponer que el cuadro africano sería un adversario más duro y difícil que el Portugal de Cristiano Ronaldo?

Hay más: antes del partido entre Irán y Argentina, las dudas giraban alrededor de una sola cuestión: el número de goles con que el equipo de Messi superaría al adversario. ¿Quién diría que el único gol de la albiceleste saldría en los minutos extras?

Quien se atreviese a prever un partido especialmente sufrido para el equipo que vino como uno de los más fuertes favoritos frente a Irán, que no contó nunca con el futbol entre sus tradiciones que atraviesan milenios y perduran.

La verdad es que ya no se hacen pronósticos como antes. Por ejemplo: ¿quién diría que en este principio de Mundial las selecciones latinoamericanas sumarían 12 victorias? Con menos de la tercera parte del total de participantes, los equipos del continente ya conquistaron más de la mitad de los puntos disputados. De 26 partidos, ganaron 12, y de las que vencieron sus dos encuentros, tres selecciones –la chilena, la colombiana y la de Costa Rica– no saben lo que es ser campeón mundial.

Otro dato más: desde que se adoptó el actual formato en la Copa, con 32 equipos participando, el mejor resultado logrado por el conjunto de selecciones latinoamericanas en esta etapa fue el de 2002, cuando lograron siete triunfos.

El resultado alcanzado ahora llevó a que los más entusiastas digan que la verdad es que no se disputa en Brasil la Copa del Mundo, sino la Copa América. ¿Quién lo diría?

Otra sorpresa positiva: luego de las multitudinarias manifestaciones públicas de hace exactamente un año, cuando se disputó en Brasil la Copa Confederaciones, se daba por seguro que ocurrirían disturbios serios en el Mundial.

Pues hasta ahora, además de encontronazos puntuales entre manifestantes y fuerzas de seguridad, hubo uno y solamente un incidente un poco más grave, en Sao Paulo. Y aún así, sin mayores consecuencias. También en ese aspecto los oráculos fallaron de manera estrepitosa.

Todavía hay mucho camino por delante, y tal como van las cosas, las sorpresas se multiplicarán. Ayer los brasileños durmieron con dudas: no sabían cómo será la formación establecida por Felipao para el partido de mañana, frente a Camerún.

Tres titulares –Luiz Gustavo, Thiago Silva y Neymar– recibieron tarjetas amarillas. ¿Se quedarán en el banquillo para evitar una punición más, que resultaría no participar en el primer juego de octavos? Por las dudas, en la sesión de entrenamiento Scolari probó con Fernandinho, Willian (sí, con ‘n’ al final) y Dante.

Fuera de las canchas, la alegría continúa. Bueno, es verdad que hubo una pelea dura entre brasileños y argentinos en Belo Horizonte, pero nada que ponga en riesgo el clima fiestero observado entre las hinchadas de los dos países, al menos hasta ahora.

En Río, un escenario singular llama la atención: sin poder alcanzar el Olimpo de los hoteles y sus precios absurdos –que llegan a hacer de hostales algo inaccesible para miles de jóvenes turistas–, los zaguanes de aeropuertos y de la terminal de autobuses se transformaron en inmensos campamentos. Son chilenos, colombianos, uruguayos, argentinos, peruanos, jóvenes todos.

La FIFA creó, tanto en la terminal como en los dos aeropuertos de la ciudad, áreas llamadas Fun Zone, destinadas a recibir a los turistas en busca de información. Hay sillones, wi-fi gratis, alfombras, aparatos de televisión.

El espacio del aeropuerto del Galeao fue calculado para recibir hasta 400 personas por día. Ahora recibe mil. Lo que era para ser un punto de información se transformó en campamento. ¿Quién lo diría?