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Moscú tilda de ultimátum el plan de paz de Poroshenko

Rusia apoya el cese el fuego decretado por gobierno ucranio
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 22 de junio de 2014, p. 18

Moscú, 21 de junio.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, apoya la decisión del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, de decretar un alto el fuego (unilateral) en el sureste de Ucrania, así como su anunciada intención de emprender pasos concretos para lograr un arreglo político, dice un comunicado difundido esta noche por el Kremlin.

El mandatario ruso exhorta a las partes enfrentadas a suspender cualquier tipo de acción militar y sentarse a negociar, porque la posibilidad que abre el alto el fuego debe ser utilizada para iniciar negociaciones constructivas y concretar consensos políticos entre las partes contrapuestas en el este de Ucrania.

Sostiene también que el plan propuesto por Poroshenko, si no se acompaña de acciones prácticas para propiciar el inicio del proceso negociador, no será realista ni viable.

El titular del Kremlin subraya: El plan de paz de Petro Poroshenko no debe tener carácter de ultimátum a los milicianos.

Putin, por último, considera inadmisible que después de decretarse el alto el fuego, como resultado de la confrontación que continúa, hayan caído proyectiles ucranios en territorio ruso, lo cual causa daños materiales y representa un peligro para la vida y la salud de nuestros ciudadanos.

Es un cambio importante respecto de la primera reacción de Rusia expresada por conducto del canciller Serguei Lavrov, que se centró en que el plan de paz no contenía lo principal: las negociaciones, aunque el punto primero se refiere precisamente a garantizar la seguridad de todos los participantes en las negociaciones.

El problema es que Poroshenko se propone negociar en Donietsk y Lugansk con todos –diputados, partidos políticos, magnates, sindicatos e intelectuales– menos con los dirigentes de la resistencia armada, quienes se niegan a deponer las armas, entre los cuales hay ciudadanos rusos que llegaron a Ucrania después de que Crimea se incorporó a Rusia.

El gobierno ucranio no quiere negociar, por ejemplo, con Igor Guirkin, identificado como coronel de las unidades especiales del GRU (inteligencia militar del ejército ruso) y que se hace llamar Igor Strelkov y responde al alias de Strelok en sus comunicaciones por radio, quien encabeza la resistencia armada en la ciudad de Slaviansk, sitiada desde hace varios días.

Guirkin tampoco quiere negociar con Poroshenko ni regresar a Rusia, aunque el presidente Putin insiste en que deben ser considerados contrapartes el coronel ruso y el moscovita Aleksandr Borodai, politólogo que de repente apareció en Ucrania y ahora se dice primer ministro de la República Popular de Donietsk, o el también ciudadano ruso Denis Pishulin, líder de los separatistas en Donietsk.

Poroshenko declaró un alto el fuego unilateral durante una semana, a partir de anoche, para que los rebeldes depongan las armas y se beneficien de una amnistía, mientras ofreció a los llamados voluntarios rusos un corredor para regresar a Rusia, pero advirtió que el ejército iba a responder a cualquier agresión en su contra.

Este sábado comenzó con una noticia que, horas después, el Kremlin y el ministerio de Defensa desmintieron: Putin no ordenó poner en estado de máximo alerta a las tropas rusas estacionadas cerca de Ucrania, como informó una agencia, sino verificar durante una semana la capacidad de combate de algunas unidades del comando central, así como el traslado de más efectivos hacia la frontera.

Se considera aquí, al menos es la opinión de los funcionarios y expertos consultados hoy por La Jornada, que no se trata de los preparativos de una inminente invasión militar en Ucrania, sino es una medida preventiva y un mensaje tranquilizador para consumo interno, en el sentido de que Moscú está pendiente y preparado para defender su territorio.