Deportes
Ver día anteriorMartes 24 de junio de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
La Jornada en Brasil 2014

Los anfitriones van contra Chile y la confianza persiste en ambas escuadras

Ahora empieza todo otra vez; la nueva etapa es mortal, hay que ganar o ganar

Penedo, casi un carnal luego de la goliza a Camerún, que respondió a los deseos de todos los brasileños

Neymar se vuelve el goleador del Mundial

Foto
Los integrantes del representativo brasileño agradecen a la afición su apoyo durante el encuentro contra el equipo de Camerún, el cual ganaron los anfitriones 4 goles a 1, con lo que aseguraron el primer lugar del Grupo AFoto Xinhua
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Martes 24 de junio de 2014, p. a22

Río de Janeiro, 23 de junio.

Penedo está en la sierra del sur del estado de Río, rumbo a São Paulo, a unos 170 kilómetros de la capital carioca. Ha sido fundada por inmigrantes finlandeses hace unos 80 años, y es uno de los sitios de invierno más procurados por los turistas en Brasil. Un poblado apacible y tranquilo, de clima frío y sereno.

Al anochecer de ayer, Penedo estaba que hervía. Luego de la victoria de Brasil sobre Camerún, por indiscutibles 4 a 1, había parejas de jóvenes bailando samba en la vereda, mientras los automóviles circulaban despacito para que sus pasajeros saludasen a la gente. Un casi carnaval.

La goliza de Brasil sobre Camerún respondió a los deseos de todos los brasileños. Fred se rencontró con el gol, Neymar anotó dos y se transformó en el goleador de la Copa hasta ahora.

Luego de un primer tiempo tibio, Brasil creció en el segundo, y ya: se clasificó en primer lugar del grupo A, y ahora enfrentará a Chile el próximo sábado, en Belo Horizonte. Ha sido el centésimo partido de Brasil en los Mundiales.

Retorno con dignidad

A Camerún le restaron dos consuelos. El primero: perder ante Brasil en un Mundial donde es el dueño de la casa no deshonra a ningún equipo. Segundo: precisamente contra el franco favorito, apuntó su primer gol en este Mundial. Vuelve a casa con dignidad.

Chile era el adversario preferido de Felipão y de la selección para la próxima etapa. Reza la tradición: Brasil jamás perdió contra Chile en un Mundial. Y si vuelve a jugar como en el segundo tiempo frente a Camerún, se respetará la historia. Ha sido el mejor desempeño de Brasil en este Mundial, y no importa que contra un equipo más débil: Camerún jugó sin demostrar temor en ningún momento. Un comentarista de radio, más entusiasmado de lo recomendable, llegó a decir, a cierta altura del primer tiempo, que Camerún adoptó una táctica suicida al pretender enfrentar a Brasil de igual a igual. Pura fiesta, al fin y al cabo.

Los brasileños vieron el juego de ayer con un ojo. El otro estaba concentrado en lo que hacían mexicanos y croatas. Había el riesgo de que, caso anotase muchos goles, México terminase en primer lugar en el grupo. Neymar, Fred y Fernandinho se encargaron de eliminar ese peligro.

Claro que ahora empieza todo otra vez. La nueva etapa es mortal: perder significa ordenar maletas y volver a casa. De los 23 convocados por Felipão para la selección, para 19 volver significa emprender un largo viaje rumbo al exterior. Solo cuatro de los seleccionados juegan en Brasil.

Pero esa idea no pasa por la cabeza de nadie en la selección y tampoco en todo el país. Pese a todavía –excepto en buena parte del segundo tiempo contra Camerún– no haber correspondido a las expectativas, la selección llena de ánimos a la hinchada brasileña. Ahora viene Chile, y la confianza persiste.

Ocurre que al otro lado también hay confianza. Luego de la derrota frente a Holanda, los chilenos dijeron que están listos para enfrentar a Brasil y que siguen determinados a seguir avanzando en el Mundial. Ninguna sorpresa.

Sorpresa sería decir que ya se sienten derrotados por anticipado. Valdivia, el mediocampista chileno, al comentar la tradición de su país de jamás haber vencido a Brasil en un Mundial, ha sido tajante: ‘La historia existe para ser cambiada’.

Sábado se sabrá quién tiene razón, la historia o Valdivia.

Ha sido un día agitado en Brasil y en el mundo. Marcelo Kós, el brasileño que es uno de los directores de la Opaq, el organismo de la ONU que trata de las armas químicas, alertó sobre el riesgo real de un ataque químico en el conflicto de Siria. En Argentina, siguen las tensas expectativas sobre qué pasará con los fondos buitres que se benefician de una muy discutible decisión de la justicia estadunidense.

Todo eso importa, y mucho. Pero en la pequeña Penedo, al anochecer de ayer, nada importaba más que festejar. Jessé, el de la Casa da Pedra, que vende todo –fuentes para jardín, ceniceros, platos, cualquier cosa– de piedra, tuvo un buen día. La explicación es simple: Los hombres van a ver el partido, las mujeres vienen a comprar. Así las cosas.

En Río, llegó el invierno. Es decir, un invierno carioca: temperaturas amenas, nada preocupantes. La ciudad fue cubierta, en los últimos dos días, por una marea roja: los belgas coparon las calles, antes y después del juego contra Rusia. Antes, para festejar. Después, para festejar con alegría redoblada. Alegres, esos belgas. Quien lo diría…

México enfrentará a Holanda, Brasil enfrentará a Chile. El mundo empieza otra vez. Sábado será el día. A partir de hoy, no habrá vuelta. Es ganar o ganar.

Mientras, queda la explosiva alegría de Fred, que logró librarse del hechizo y rencontrar el camino del gol. De Neymar, que logró ocupar el puesto de artillero del Mundial (a ver si lo mantiene). Y de las niñas bonitas de Oaxaca, que tuvieron qué festejar.

Suerte de verdad tuvo el ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Luis Alberto Figueiredo. Por fuerza de los deberes del oficio, asistió a seis partidos. Sin hacer cola, sin pagar ingreso. Para la final-final, en Maracaná, el 15 de julio, Figueiredo no tiene de qué preocuparse: ya tiene asegurado su ingreso en la tribuna de honor. Ya los responsables por el esquema de seguridad pasan noches en vela, tratando de decidir cómo actuar…