Deportes
Ver día anteriorViernes 11 de julio de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
La Jornada en Brasil 2014

De esta estructura han surgido Neuer, Kroos, Özil y Müller

Tras sus fracasos, Alemania creó un programa de formación de talentos
Foto
Entrenamiento de los jugadores germanos en Porto Seguro para el duelo por el título contra ArgentinaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de julio de 2014, p. 3

Porto Seguro, Bahía, 10 de julio.

Los fracasos del Mundial 1998 y de la Eurocopa 2000 llevaron al futbol alemán a iniciar una transformación a base de voluntad política y de una renovación táctica, que llevó a la Mannschaft a la lucha por el podio de todos los torneos desde 2006.

Alemania enfrentará a Argentina en la final de Maracaná. Sea cual sea el resultado, la Copa del Mundo 2014 habrá evidenciado de nuevo la regularidad del grupo dirigido por Joachim Löw.

Tras perder 3-0 ante Croacia en cuartos de final del Mundial de 1998, la Federación Alemana (DFB) observó los sistemas instaurados por Francia y Holanda, y apoyó económicamente ligas de distritos para intensificar la formación de los jóvenes germanos de 11 a 17 años.

Este nuevo planteamiento está recogido en un documento denominado Programa de Formación de Talentos.

Pero dos años después, la eliminación en la primera ronda de la Eurocopa 2000 –un empate y dos derrotas– tuvo un efecto acelerador. La formación está desde entonces orientada al alto nivel, con la creación de escuelas de futbol en todo el país y la subvención de centros dependientes de los clubes profesionales.

A partir de 2002, el referido proyecto redujo el número de sus integrantes, de 22 mil a 14 mil jóvenes, con el objetivo de mejorar su preparación.

De esta estructura provienen numerosos jugadores de la selección actual: Manuel Neuer, Per Mertesacker, Toni Kroos, Jerome Boateng, Mesut Özil, Thomas Müller y André Schürrle.

Además, se puso en marcha una propuesta táctica para las categorías inferiores de la selección nacional, con el propósito de alcanzar uniformidad y continuidad en los conceptos básicos.

En el plan de la DFB, los entrenadores federados son invitados a descubrir talentos. Además se busca retener promesas ante los intentos de algunos países de repatriar a los hijos de sus emigrados, como ha ocurrido en varias ocasiones con la federación turca.

Descubierto por un entrenador de las categorías inferiores del Schalke 04, Özil es un buen ejemplo de un jugador criado y mimado en la federación germana.

A la pesadilla de la Eurocopa 2000 le siguió la gran actuación en el Mundial 2002 (venció en la final a Brasil), pero el torneo continental de 2004 reservaba una nueva decepción para la Mannschaft, con otra eliminación en la primera ronda que obligó al seleccionador Rudi Völler a dimitir.

Le sustituyó en el cargo otro delantero de leyenda, también campeón mundial en 1990, Jürgen Klinsmann, quien no tenía experiencia como técnico de élite.

A partir de entonces la revolución en la federación estuvo acompañada de la de Klinsmann, quien actualizó el esquema germano para ofrecer una perspectiva más ofensiva, con instrumentos y métodos científicos importados de Estados Unidos, donde finalizó su carrera y se estableció tras retirarse.

Klinsmann tenía como adjunto a un técnico de segunda fila con el que compartía su gusto futbolístico, Löw, y la dupla comenzó a promocionar a los nuevos talentos, como Bastian Schweinsteiger, Philipp Lahm y Lukas Podolski.

El cuento de hadas fue el Mundial 2006 que organizó la propia Alemania. El equipo finalizó tercero, pero su dinámica enamoró al país, en principio reticente a la modernidad representada por Klinsmann.

Tras esa Copa, Löw pasó a ocupar el puesto de seleccionador y prolongó la alegría en la Eurocopa-2008 (final) y el Mundial 2010 (tercero), a pesar de que España les alejó del título en ambas ocasiones.

Tras la Eurocopa-2012 en la que de nuevo alcanzó las semifinales, parece que el momento de madurez de la llamada generación Löw ha llegado a Brasil.

Sería la primera vez que Alemania gane un trofeo desde la Eurocopa 1996, demasiado tiempo para la poderosa Mannschaft.