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Rafael Tovar y de Teresa inauguró la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil

La rama editorial parece que complica la vida a las autoridades: Caniem

Con las artes gráficas y el comercio librero sufrimos enanismo, dice el presidente de esa camára

El incumplimiento de la ley del libro causaría risa si no fuera patético

La exportación de telenovelas, extraordinarias aportaciones a la cultura, sí gozan de apoyos del Estado

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Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, ayer, en el Centro Nacional de las Artes, durante la apertura de la edición 34 de la Filij, donde dijo: El mejor homenaje al libro es fomentar su uso y apreciar su valorFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de noviembre de 2014, p. 4

En el país hace falta una política pública integral del Estado respecto del libro, dijo José Ignacio Echeverría, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).

Durante la entrega anual de premios de ese organismo, en la la inauguración de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (Filij), el ingeniero y editor sostuvo ayer que la industria editorial nacional parece ser un sector de la economía que complica a la vida a las autoridades.

Por una parte, se habla constantemente de la industria editorial como un pilar de nuestra cultura y educación, pero la praxis es totalmente contraria, subrayó.

Parece que estamos destinados a ser el único sector que, en una economía del mundo occidental que está abierta a todo, siga con restricciones a la participación de los ciudadanos. En todo admitimos competencia y libertad de participación, menos en el sector quizá más clave para el país: la educación.

La entrega de los premios Caniem al Arte Editorial se efectuó después de que el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Rafael Tovar y de Teresa, inauguró la edicón 34 de la Filij e hizo un recorrido por la misma, cuya sede durante 11 días (del 7 al 17 de noviembre) es el Centro Nacional de las Artes.

Tratamiento fiscal desfavorable

La intervención de José Ignacio Echeverría comenzó con una expresión de apoyo y solidaridad con los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y sus familias, aunque sin mencionarlo de manera directa.

No podemos sustraernos a los problemas que aquejan a nuestro país: un sentimiento de estremecimiento nos acoge cuando pensamos en los muchos hogares que en estos momentos no pueden estar celebrando fiestas por los miembros de las familias que han muerto o que no se sabe dónde están y que lamentablemente son muchos, expresó.

Poco después, ante el presidente del Conaculta, lamentó que la industria editorial mexicana, y otras que la acompañan, como la de las artes gráficas o la del comercio librero, se encuentren en un estado de enanismo no comprensible.

Dijo que en el país hay pocas librerías per capita en comparación con países semejantes; que se perdió del liderazgo que alguna vez se tuvo como principal industria editorial en el idioma español, así como la existencia de un tratamiento fiscal desfavorable para el sector.

Indicó que se cuenta con una ley del libro que parece no satisfacer a nadie y cuyo incumplimiento causaría risa si no fuera patético e iniciativas legales que ignoran el derecho de autor, además de “presupuestos raquíticos –cuando los hay– para la adquisición de acervos para las bibliotecas”.

Como ejemplo de la incongruencia entre el discurso y la práctica de las autoridades, Echeverría destacó que en 2002 los libros para bibliotecas escolares y de aula daban 33 pesos por niño, mientras en 2013 el presupuesto fue de 5.4 pesos por niño.

De acuerdo con el titular de la Caniem, es necesario que haya un entendimiento del Estado del valor estratégico del libro y la lectura.

Dentro del ramo de las industrias creativas seguirán siendo el actor dominante las audiovisuales y el libro continuará siendo muy marginal. Pero tengo un sueño y es que los valores de exportación del libro mexicano sean parecidos a los del libro en español, alrededor de 4 mil millones de dólares anuales, rubricó.

“Esa cifra es muy parecida a la de exportaciones mexicanas de telenovelas y otros productos audiovisuales. Pero, claro, estas ‘extraordinarias aportaciones a la cultura’ sí gozan de apoyos del Estado”.

Coediciones, buenos resultados

Rafael Tovar y de Teresa subrayó que para la administración pública es de gran interés contar con una industria editorial privada fuerte, por lo cual han tratado de modificar algunos criterios que faciliten el trabajo conjunto, y así evitar que la Dirección de Publicaciones del Conaculta se convierta en una editorial más.

La política de coediciones con la que contamos ha tenido buenos resultados. La prueba es que la convocatoria del año pasado congregó a decenas de editores, de tal manera que todos los libros que se producen apoyados por Conaculta van de la mano con la industria privada, dijo el funcionario federal.

Que quede claro que el Estado no es un editor, sino que corresponde a toda la sociedad, por lo que es de interés público que exista una industria editorial privada fuerte, y en esto va encaminado todo nuestro esfuerzo.

Antes, durante la inauguración de la edición 34 de la Filij, Tovar y de Teresa recalcó que se trata del segundo encuentro más importante en su tipo a escala mundial (sólo después de la feria de Bolonia, Italia) y el principal en la región iberoamericana.

La principal novedad de este año, destacó, es la apertura de la sala de lectura interactiva con la cual, señaló, se busca ofrecer nuevas opciones de acercamiento a la experiencia de leer.

En su intervención, informó que la feria incluye cerca de 2 mil 500 actividades, la participación de 350 sellos editoriales y más de 120 presentaciones.

Estimó una afluencia entre 350 mil y 400 mil visitantes al Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco, esquina Tlalpan, colonia Country Club, estación General Anaya del Metro). “El mejor homenaje al libro –sostuvo Tovar y de Teresa– es fomentar su uso y apreciar su valor”.