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Encuentran la segunda caja negra del Airbus A320; contiene los datos técnicos del vuelo

El copiloto Lubitz investigó maneras para suicidarse días antes del avionazo

Fiscalía informa que se han aislado 150 perfiles de ADN de más de 2 mil fragmentos humanos

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Tras nueve días de búsqueda se encontró la segunda caja negra del avión de Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses el pasado 24 de marzo. Estaba unos 20 centímetros bajo tierra en un lugar que ya había sido revisado varias veces, explicó la fiscalía de MarsellaFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de abril de 2015, p. 20

Düsseldorf.

El copiloto Andreas Lubitz, quien según autoridades estrelló deliberadamente el avión de Germanwings en los Alpes franceses con otras 149 personas a bordo, buscó en Internet maneras de suicidarse y cómo funciona el mecanismo de seguridad de la cabina de los aviones, informó este jueves la fiscalía de esta ciudad alemana.

En Marsella, Francia, Robin Brice, fiscal principal a cargo de la investigación de la tragedia, informó que este miércoles se encontró la segunda caja negra del aparato, y que se han aislado 150 perfiles de ADN de los más de 2 mil fragmentos humanos recuperados de la zona.

Al tiempo que la aerolínea alemana de bajo costo, Germanwings, filial de Lufthansa, aseguró que ignoraba que Lubitz sufrió depresión durante su formación como piloto, en esta ciudad alemana los fiscales dijeron que el copiloto buscó información sobre maneras de cometer suicidio entre el 16 y el 23 de marzo, un día antes del desastre.

El diario británico The Independent agregó que Lubitz tomaba medicamentos contra la ansiedad, como Lorazepam, en una dosis tan fuerte que se desaconseja a quienes la ingieren conducir automóviles. Hasta ahora, los medios han referido que Lubitz fue tratado no sólo por depresión, sino por trastorno maniaco depresivo y bipolaridad.

El rotativo agregó que Lubitz mintió a sus médicos al decirles que estaba acatando su baja médica y había dejado de trabajar, cuando seguía realizando vuelos comerciales, información con la que coincidió el periódico sensacionalista alemán Bild.

Los investigadores no han encontrado ningún documento ni confesión de un acto suicida, y tampoco han descubierto detalles específicos del entorno familiar y personal de Lubitz, o de su puesto de trabajo, que puedan llevar a un posible motivo para estrellar el avión.

En Marsella, Robin dijo que se hallaron 150 muestras de ADN en el lugar del accidente, correspondiente al número de pasajeros y tripulación a bordo del avión, lo cual, aclaró, no significa que todas las víctimas hayan sido encontradas.

En cuanto una muestra sea identificada se informará a la familia de inmediato y este procedimiento comenzará la semana próxima, anunció el fiscal.

Además, se hallaron 470 objetos personales que incluyen 42 celulares, pero Robin dijo que parecía poco probable que fueran de ayuda. Esos teléfonos están muy dañados y extraer información será en extremo difícil, explicó.

Tras nueve días de búsqueda se encontró la segunda caja negra en una quebrada, unos 20 centímetros bajo tierra, en un lugar que ya había sido revisado varias veces, explicó el fiscal.

Dicha caja contiene los datos técnicos del vuelo 4U9525 que se estrelló cuando recorría el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf, por lo que se espera que arroje nueva luz sobre el accidente del Airbus A320. Estos datos son el curso, la velocidad, la altura de vuelo y el grado de inclinación. Los datos GPS almacenados brindan información sobre la ubicación exacta del accidente.

El mismo día del siniestro fue recuperada la primera caja negra, que grabó las conversaciones en cabina. Tras su estudio, los investigadores llegaron a la conclusión de que el copiloto se encerró en la cabina de vuelo aprovechando la salida del piloto y estrelló intencionalmente el avión.

Lufthansa dijo que esperaba que el hallazgo de la segunda caja negra brindara respuestas. La aerolínea está bajo presión para explicar lo que sabía sobre el historial de depresión del copiloto y podría enfrentar demandas por daños, de acuerdo con expertos legales.

Esta semana Lufthansa admitió que el copiloto informó a la escuela de aviación de la compañía que interrumpió su formación debido a una depresión, pero su filial Greenwings aseguró, mediante una vocera este jueves, que cuando Lubitz empezó a trabajar en septiembre de 2013, la empresa desconocía este episodio.