Espectáculos
Ver día anteriorDomingo 17 de mayo de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

El jazzista estadunidense ofreció delicado concierto en el Festival Internacional 5 de Mayo

BB King es ahora nuestro ángel del blues y debemos estudiar su legado: Cyrus Chestnut

Estuvo acompañado por los maestros Devin Starks, en el contrabajo, y Neal Smith en la batería

Foto
Su virtuosismo quedó claro, el sonido que produjo parecía una caja musicalFoto cortesía del festival
Enviado
Periódico La Jornada
Domingo 17 de mayo de 2015, p. a10

Puebla, Pue.

¡Oh, sí, sí, sí... B.B. King! Ahora está en un lugar mejor, con los maestros del blues que vivieron antes que él. Sí, ahí está con su guitarra. Le doy mis condolencias a la familia. Sé que lo vamos a extrañar. B. B. es nuestro ángel del blues y seguirá cuidándonos, expresó la noche del pasado viernes Cyrus Chestnut, gloria viviente del jazz, quien ofreció un concierto en el contexto del Festival Internacional 5 de Mayo.

El Auditorio de la Reforma fue el foro de este espectáculo gratuito del pianista de calidad cinco estrellas, casi lleno y con excelente acústica. Cyrus añadió que la obra de King, fallecido la madrugada del viernes, es muy extensa y es un legado para las futuras generaciones, por siempre. Cualquier persona que estudie el blues deberá estudiar a B.B. King. Su trabajo en la Tierra acabó y su legado vivirá por siempre. El blues nunca se detiene. El blues es una manera de vivir.

Minutos antes, su virtuosismo dejó la sensación de que la vida vale la pena. No llegó solo. Lo acompañaron los maestros Devin Starks, en el contrabajo, y Neal Smith, en la batería.

África, conexión única

Cyrus nació el 17 de enero de 1963, en Baltimore, Maryland. Su gusto por la música nació en el entorno familiar, pues su hogar se llenó con los sonidos del gospel que sus padres, músicos de congregación religiosa, tocaban en casa y escuchaban música de discos de jazz de artistas como Thelonius Monk y Jimmy Smith. Chestnut considera que su natural capacidad para la improvisación, aunada al gospel y al bebop, adquiridos en sus años de formación en la iglesia, conforman en gran medida su estilo, aunque admite que su pasión por el jazz nació cuando compró su primer álbum: Greatest Hits-Thelonius Monk. Simplemente porque le atrajo la portada.

“En la iglesia aprendí a acompañar con el piano y a componer música, y la manera de hacer el grovee. Esto me sirvió como la puerta de entrada a la escuela de música. Mi papá, cuando yo era bebé, me ponía en una cubeta y él tocaba el piano. A los tres años de edad me senté ante un piano para tratar de tocar como mi papá, que era muy católico, y el más grande regalo que me podía dar fue exponerme al piano y a la música. Fue algo con lo que me he podido mantener toda la vida.

Fui a África y fui capaz de hacer una conexión única. La gente es lo mejor. África es tan diferente y no puedo entender cómo podía tener miedo. Viví con tres cosas cada día: la gente, la música y la comida. La primera experiencia en ese continente fue cuando escuché un ensamble de percusiones. Fue algo cultural y tocaron especialmente para mí. Cuando comenzaron a tocar se me enchinó la piel. Era el ritmo. En ese momento, una parte de mí y una parte de África se volvieron a reunir.

Su digitación puede ser suave, delicada, como de música de una caja musical, pero en otros momentos es potente. El público en el Auditorio de la Reforma por momentos guardaba tal silencio que podía apreciarse el vuelo de una hoja de un árbol. Siguió el ritmo con sus palmas. De espaldas al baterista, Cyrus dejaba de tocar para sentir el placer de oír lo que su baterista era capaz de producir. El pianista tiene en su curriculo el dato de que en 1985 hizo una gira con la banda de Dizzy Gillespie. También, colaboró con Joe Williams y Tommy Flanagan. Entre las estrellas con las que ha tocado se encuentran Jon Hendricks, Terrence Blanchard, Donald Harrison y Wynton Marsalis.

En 1984 lanzó al mercado su disco Dark before de Down, donde expone su historia musical.

Ayer sábado se presentó en el Centro Cultural Roberto Cantoral del Distrito Federal.