Para atender a 31 millones de jóvenes del país, de los cuales 7 millones son ninis (ni estudian ni trabajan), el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) responde con la realización de concursos y la entrega de premios. Aunque es la dependencia federal encargada de las políticas públicas para este sector, no atiende sus demandas y requerimientos, pues el gobierno carece de una estrategia dirigida a este sector, advierten expertos.

Ni siquiera las recientes campañas políticas hicieron mención de este grupo poblacional. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México residen casi 20 por ciento de los ninis de los 34 países que la integran. Por su parte, el Inegi estima que 26.5 por ciento de los mexicanos son jóvenes, es decir, tienen entre 15 y 29 años.

“Se ha creado una generación para la frustración. La ONU dice que los ninis tratan de sobrevivir con dos dólares al día como puedan; es transar o robar, con eso sobreviven. Hemos formado una generación para la sobrevivencia”, señala Ángel Díaz Barriga, del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Incorporación en condiciones desfavorables

En entrevista consideró que hay que abandonar políticas que nos cuestan y carecen de sentido, y “preguntarnos por qué no retenemos a los alumnos en el aula. Los planes de estudio tienen contenidos que no los satisfacen. Hay que ver cómo reconstruir lazos de solidaridad en la escuela, no sólo atacar el bullying. Es en la escuela donde los valores y solidaridad se nos van de las manos”.

El principal problema de la juventud mexicana es su incorporación al desarrollo del país en condiciones desfavorables, que tiene que ver con dificultades para la inserción en el mercado laboral, la desvinculación entre los jóvenes y el entorno que los rodea, la deficiente formación y desarrollo de habilidades que permitan el desarrollo personal y la escasa educación sexual y reproductiva, que conduce a la mayor incidencia de embarazos en adolescentes, reconoce el Imjuve, adscrito a la Secretaría de Desarrollo Social, en el documento Generación y articulación de políticas públicas integrales de juventud.

En su página de Internet, el Imjuve informa que su trabajo es hacer políticas públicas en favor de los jóvenes mexicanos para otorgarles las herramientas necesarias en educación, salud, empleo y participación social. Pero sólo propone el Concurso Nacional de Tesis sobre Juventud, el Premio Nacional de la Juventud, el Concurso Juvenil de Debate Político y Jóvenes por un México Digital, apoyo a proyectos sociales y activaciones de salud preventiva, entre otras acciones.

En 1977 se abrió el Crea, que funcionó hasta 1988; tenía áreas de publicaciones y políticas. Cuando llegó Carlos Salinas, lo desapareció y lo convirtió en una subdirección del Instituto Mexicano del Deporte, recuerda Héctor Castillo Berthier, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. El Imjuve se creó en 1999.

Dudo que a las actuales autoridades les interese la juventud, sigue en un lugar secundario, pues pasaron ocho meses de este gobierno para nombrar al titular, José Manuel Romero, agrega. Las agrupaciones independientes, señala, se fortalecen por la falta de una política pública. El Imjuve es un puesto político; (el director) hace su gestión para irse a las elecciones de Colima, son plataformas para mantenerlos ocupados. El gobierno no tiene una estrategia dirigida a la juventud, aseveró.

Se pidió una entrevista con Romero al área de comunicación social del Imjuve, pero no hubo respuesta positiva.

En la ciudad de México hay un instituto que al menos en este sexenio es distinto, pues antes era corporativo del PRD. Esta administración al menos ha dado un pequeño cambio, que es hacer horizontales las políticas para jóvenes, explica Castillo Berthier.

Díaz Barriga considera que el país requiere otra ruta de desarrollo económico si quiere ofrecer a la juventud otro espacio. El joven no tiene esperanza de saber dónde va a estar, qué empleo tendrá, cómo formará su propio proyecto familiar. Esta debería ser una urgencia nacional, puntualizó.