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El invento estadunidense genera energía por medio de la respiración microbiana

Crean batería a partir de papel, alimentada con bacterias y montada mediante origami
 
Periódico La Jornada
Martes 16 de junio de 2015, p. 3

Washington.

Un equipo de expertos estadunidenses desarrolló una batería barata y alimentada por bacterias, hecha de papel y montada mediante un proceso de papiroflexia, publicó la revista Noticias de la Ciencia y la Tecnología.

La papiroflexia u origami es el arte de doblar papel en modelos complejos e imaginativos; los ingenieros demostraron que los principios básicos de la técnica pueden aplicarse también para fabricar pilas.

Los profesores Seokheun Choi y Hankeun Lee, de la Universidad de Binghamton en Nueva York, en Estados Unidos, aseguran que el invento genera energía a partir de la respiración microbiana, proporcionando la suficiente para hacer funcionar un biosensor basado en papel con nada más que una gota de líquido con bacterias.

El método debería ser especialmente útil para cualquiera que trabaje en áreas remotas con recursos limitados, explicó.

De hecho, debido a que el papel es barato y está disponible con facilidad, muchos expertos que trabajan en el control y prevención de enfermedades lo han abrazado como un material clave a la hora de crear instrumentos de diagnóstico, puntualizó.

La publicación afirma que la novedad podría ser especialmente útil en zonas de difícil acceso y en países en vías de desarrollo.

El papel es barato y biodegradable, y para aplicaciones como la ahora desarrollada no necesita bombas externas ni jeringuillas, porque es capaz de absorber una solución mediante la fuerza de capilaridad, expresó Lee.

Si bien los biosensores basados en papel son prometedores en este campo, la tecnología actual de esa clase debe estar emparejada con dispositivos portátiles para los análisis, apuntó Choi.

La batería, que se pliega en un cuadrado del tamaño de una caja de fósforos, utiliza un cátodo barato, expuesto al aire, creado con níquel rociado sobre una cara de un papel normal de oficina, mientras que el ánodo es impreso con pinturas de carbono.

Según sus creadores el coste total de este dispositivo oscilaría en torno a los cinco centavos de dólar.