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En su segundo día en Paraguay critica modelos que sacrifican a la gente por el dinero

Condena el Papa ideologías que interpretan al pueblo pero terminan en dictaduras
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El pontífice visitó ayer el hospital pediátrico Acosta Ñu, en las afueras de AsunciónFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de julio de 2015, p. 18

Asunción.

El papa Francisco condenó las ideologías políticas que pretenden interpretar al pueblo pero siempre terminan en dictaduras, en un discurso improvisado pronunciado este sábado en Asunción ante más de 5 mil representantes de la sociedad civil paraguaya, en el que también criticó cualquier modelo económico que sacrifica a la gente por el dinero. El pontífice ofició una misa en el santuario de la Virgen de Caacupé, en el que rezó el Padre Nuestro en guaraní y visitó un hospital pediátrico.

En su segunda jornada en Paraguay, Jorge Mario Bergoglio se pronunció por una sociedad más inclusiva para los pobres, quienes no deben ser objeto de una mirada ideológica que los use para intereses políticos y personales. Es muy necesario para un país el crecimiento económico y la creación de riqueza, y que ésta llegue a todos los ciudadanos sin que nadie quede excluido.

Ante representantes de mil 600 organizaciones sociales llamó a evitar “un modelo económico idolátrico que necesita sacrificar vidas humanas en el altar del dinero y de la rentabilidad luego de lanzarse contra las ideologías.

Las ideologías terminan mal. Tienen una relación incompleta, enferma o mala con el pueblo. No asumen al pueblo. Fíjense en el siglo pasado, ¿en qué terminaron las ideologías? En dictaduras siempre. Piensan por el pueblo. No dejan pensar al pueblo, afirmó.

También exhortó a alejarse de la corrupción, a la que tildó de gangrena del pueblo.

Más temprano, ante cientos de miles de personas, ofició su primera misa en Paraguay, país donde 90 por ciento de la población es católica. En el Santuario de la Virgen de los Milagros rindió homenaje a la mujer paraguaya, a la que calificó de la más gloriosa de América.

Quisiera referirme de modo especial a ustedes, mujeres y madres paraguayas, que con gran valor y abnegación han sabido levantar un país derrotado, hundido, sumergido por una guerra inicua, en alusión a la guerra de la Triple Alianza.

En ese conflicto Paraguay se batió entre 1865 y 1870 contra Argentina, Brasil y Uruguay, y su población adulta de hombres fue prácticamente aniquilada. La mujer paraguaya cargó la reconstrucción del país tras los combates.

Hoy, ocho de cada 10 paraguayas no tienen seguro médico ni protección social, ya que trabajan de manera informal. Según un informe de la organización no gubernamental Coordinación Latinoamericana de Mujeres, el salario de las paraguayas equivale a 70 por ciento del de los hombres y 32 por ciento está subempleada.

Ustedes tienen la memoria, la genética de aquellas que reconstruyeron la vida, la fe, la dignidad de su pueblo, dijo Francisco en Caacupé, adonde llegaron cientos de miles de personas de todos los rincones de Paraguay y países vecinos para asistir a la ceremonia religiosa, que incluyó rezos en guaraní, lengua indígena que, junto con el español, es oficial en Paraguay.

Antes de celebrar la misa, el pontífice argentino visitó el principal hospital pediátrico Acosta Ñu, en las afueras de la capital. Este es un nosocomio donde muchos chicos sufren. Quiero decir a ustedes, mamás y papás, que rezo por ustedes y sus hijos.

Por la tarde dejó de lado la agenda oficial para hacer otra visita inesperada. Esta vez a la Fundación San Rafael, clínica religiosa que atiende a enfermos terminales en Asunción. Además mantuvo en Asunción un encuentro con familiares de Esther Ballestrino de Careaga, una de las fundadoras de la organización argentina Madres de Plaza de Mayo –asesinada durante la dictadura militar (1976-83) y con quien el Papa trabajó cuando él tenía 17 años.

Francisco experimentó por la mañana una indisposición pasajera, poco antes de dirigirse a Caacupé, al parecer un problema de presión arterial, pero se encuentra bien, indicaron sus médicos.

Bergoglio cerró su actividad del sábado con otra ceremonia religiosa, esta vez en la catedral, donde participó de la liturgia católica llamada Las Vísperas. En esta oportunidad alentó a los integrantes de la Iglesia paraguaya a continuar con su trabajo religioso. Por la noche abogó por el policía Edelio Morinigo, quien hace un año fue secuestrado por el grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo.

Al cierre de la edición se informó que la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, llegó a Asunción para asistir a la misa que oficiará hoy el pontífice.