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Instalarán torres de concreto, que es más barato que el acero, asegura directivo

Pretenden Sener y la empresa Postensa aumentar la generación de energía eólica
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de noviembre de 2015, p. 25

A partir de un proyecto piloto del Instituto de Investigaciones Eléctricas (IIE) de la Secretaría de Energía y la empresa Postensa se pretende extender la generación de energía eólica en todo el país con torres de más de 100 metros de altura de concreto postensado, portátiles, y que resultan 30 por ciento más baratas que las estructuras de acero, aseguró Alejandro Cortina, director de dicha compañía.

A la fecha entre 8 o 9 por ciento de la energía que se genera en el país es eólica. La capacidad instalada para generar electricidad mediante el viento es de 3 mil megawatts o megavatios (Mw), pero la meta del gobierno federal es llegar a 10 mil Mw en 2018. El potencial a corto plazo es enorme y hay una intención de desarrollar el mercado eólico nacional y empujar el concreto, por ser tan beneficioso, y México podría ser líder en América Latina, comentó Cortina.

Así que el IIE acordó con Potensa la instalación en Oaxaca de un prototipo de torre eólica de concreto postentado de 100 metros y 2 Mw –la inversión de la empresa es de 2 millones de dólares por cada Mw–, cuya cimentación estará lista antes que concluya este año y comenzará a funcionar en mayo de 2016.

A mayor altura, mejor viento

Hasta ahora los campos eólicos en México están concentrados en empresas españolas y centralizados en Oaxaca por su alto nivel de vientos, pero con el concreto postensado, una técnica que se utiliza desde hace 60 años en la industria de la construcción, se pueden edificar torres eólicas más altas porque entre más altura, mejor viento, dijo el director de Postensa. La empresa es mexicana, fue fundada en 1948, hace siete años comenzó a aplicar el concreto en torres eólicas, tiene una de 100 metros y 2.5 Mw en Illinois, Estados Unidos desde hace un trienio y ha registrado varias patentes al respecto en México y en el mundo.

En consecuencia, la generación de electricidad puede extenderse a otros estados e incluir la participación de pequeñas y medianas empresas nacionales en la subasta que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) lanzará el próximo año para comprar electricidad porque la inversión por cada torre se reduce con el concreto (en promedio 3.6 millones de dólares por cada torre de 2 Mw).

“El beneficio más importante de estas torres para el futuro de México en temas eólicos es que ahorita el mapa eólico nacional sólo considera zonas de clase uno y dos de vientos. Oaxaca, uno de los lugares con más vientos del planeta, es clase uno plus, entonces para el resto del país que no tiene esa categoría hay obstáculos para desarrollar energía eólica. Sin embargo, al contar con torres de 120, 125 o 140 metros de altura se puede obtener energía de este tipo en los lugares que son clase tres y cuatro. El mapa eólico nacional prácticamente se amplía a muchos estados y se descentraliza la producción eólica. Cada entidad puede generar y entregar energía en su territorio en lugar de lo que ocurre actualmente, que todo mundo genera energía en Oaxaca para vender a la CFE hasta que ésta dice: ‘ya no me entreguen aquí porque me cuesta mucho transportarla”, explicó.

Si bien el empresario reconoció que el concreto ya lo utilizan otras naciones con más tradición eólica, como Holanda, Alemania o Brasil, e incluso los grandes corporativos españoles que operan en México, aseguró que su modelo es más económico porque es el más portatil de todos, ya que permite instalar muy rápido las torres y llevar la planta de prefabricados al sitio.

Adelantó que hay medianas empresas mexicanas que están interesadas en participar en las subastas de la CFE para generar energía eólica en estados como Nuevo León, Veracruz, Quintana Roo y Baja California.

Otro beneficio es que generan derrama económica local porque el concreto se compra y se cuela en el lugar, además de que la mano de obra en México para trabajarlo es muy buena y común, en cambio con las torres de acero, usualmente es importado y llega como una especie de invasor sin dejar beneficios a las comunidades, dijo el director de Protensa.