Mundo
Ver día anteriorViernes 11 de diciembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

En la Casa Rosada recibe los atributos de mando de manos del gobernante provisional

Macri jura como presidente de Argentina; promete pobreza cero

Advierte que los desafíos del país son enormes y que será implacable con la corrupción

Foto
Mauricio Macri, presidente argentino, bailó ayer en el balcón de la Casa Rosada junto a su esposa Juliana AwadaFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 11 de diciembre de 2015, p. 23

Buenos Aires.

En dos actos realizados a partir del mediodía de este jueves, el empresario Mauricio Macri, de la derechista Propuesta Republicana, prestó juramento ante el Congreso como presidente de Argentina para los próximos cuatro años y luego se trasladó con su esposa, Juliana Awada, en automóvil hasta la gubernamental Casa Rosada, donde le fueron entregados los atributos del mando por el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, de su partido.

Macri había pedido el Cadillac descapotable que usó en los años 50 el tres veces presidente Juan Domingo Perón, pero al parecer no estaba en buenas condiciones.

En el Parlamento lo esperaban la vicepresidenta, Gabriela Michetti, y el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, a cargo del Ejecutivo desde las cero horas de este jueves, un minuto después de que acabó el mandato de Cristina Fernández de Kirchner en acatamiento a una medida cautelar de la juez María Servini de Cubría.

En una ceremonia inédita, en la que debería haber estado Fernández de Kirchner, Pinedo colocó la banda presidencial a Macri y le entregó el bastón de mando, con lo que se impidió a la mandataria saliente cumplir con el protocolo y la Constitución, que determina que la juramentación y entrega de los atributos presidenciales deben realizarse en el Congreso.

Con esta actitud de Macri y sus abogados que llevaron el tema a la justicia se incumplió una de las escasas promesas de campaña del nuevo presidente, de que no habría revanchas.

Ante el Congreso, el nuevo mandatario, después de jurar por Dios y por la patria, comenzó su discurso leído, que duró 27 minutos y en el que no hizo anuncios importantes ni comunicó medidas concretas. Aseguró que el Estado estará para cuidar a todos, en especial a los que menos tienen, e hizo una serie de promesas como pobreza cero, combatir el narcotráfico y la inseguridad, mejorar la educación y la salud, y advirtió que será implacable con la corrupción.

Abogó por una “justicia independiente que se limpie de un proceso de politización. No puede haber jueces macristas, ni jueces militantes… No son bienvenidos si quieren pasar a ser instrumentos nuestros”.

De hecho, Macri ha sido muy beneficiado por jueces, incluso de la Suprema Corte, en las 214 denuncias por distintos temas que acumula desde que llegó al gobierno de la ciudad de Buenos Aires en diciembre de 2007, que gobernó hasta ahora.

Advirtió: los desafíos son enormes y los problemas no los vamos a resolver de un día para otro, pero las grandes transformaciones se hacen paso a paso, y cada día estaremos un poco mejor.

Hizo énfasis en la libertad para decir todo lo que se piensa, a pesar de que los medios más fuertes del país, como La Nación, Clarín, Perfil, Infobae y la revista Noticias, entre otros, siempre lo han cubierto ante cualquier denuncia, mientras a lo largo de sus ocho años de gobierno Fernández de Kirchner fue atacada cotidianamente.

Dirigiéndose a los presidentes latinoamericanos asistentes, sostuvo: tenemos una visión nueva de la política. Somos hijos de este tiempo. Creemos en la unidad y la cooperación de América Latina y del mundo, y en el fortalecimiento de la democracia como única solución de los problemas.

El presidente y su esposa se dirigieron a la Casa Rosada después del discurso en el Congreso, donde estuvieron ausentes diputados y senadores del gobierno saliente, en protesta por lo sucedido con Fernández de Kirchner, quien por la tarde viajó a Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, donde tiene su residencia, para asistir a la asunción de su cuñada, Alicia Kirchner, como gobernadora.

Tanto en el Congreso, pero especialmente en la Plaza de Mayo, lo esperaban miles de seguidores que lo aclamaron, la misma plaza en que la noche del miércoles una multitud despidió a la mandataria saliente.

El discurso en los balcones de la Casa Rosada fue en el mismo tono de los que realizó en su campaña. Señaló que deseaba la felicidad de todos y agradeció a sus votantes, al lado de su esposa y su pequeña hija, Antonia. La sorpresa fue que la vicepresidenta Michetti, quien se traslada en silla de ruedas, afectada desde hace años por un accidente, comenzó a cantar una cumbia de la ya fallecida cantante popular Gilda, y la acompañaron los miles de asistentes. Macri volvió a bailar a su manera, acompañado de la nueva gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.

Asistieron los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; de Brasil, Dilma Rousseff; de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa; de Colombia, Juan Manuel Santos; de Uruguay, Tabaré Vázquez; de Perú, Ollanta Humala; de Paraguay, Horacio Cartés, y de Serbia, Tomislav Nikolic. En representación de España acudió el rey Juan Carlos, y por Estados Unidos la responsable para América Latina del Departamento de Estado, Roberta Jacobson, así como el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.

Consultado por la prensa, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, sostuvo que a pesar de las diferencias ideológicas hay que apostar al diálogo. Por supuesto que hay un cambio de orientación política y económica en Argentina, pero así lo ha decidido el pueblo en las urnas, y eso se llama democracia. Como le dije a él, en lo único en que no podemos ponernos de acuerdo es en cuestiones de futbol. Siempre se puede dialogar, porque somos demócratas y podemos conversar, dijo, y se refirió a Fernández de Kirchner como una gran amiga y una mujer brillante.