Sociedad y Justicia
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Esta generación no tolerará más la falta de acceso a los servicios que necesita

Impostergable, garantizar la cobertura universal de salud, advierte la OPS
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La Organización Panamericana de la Salud destacó que es indispensable aumentar la inversión en la materia para que nadie se quede sin atención médica. En la imagen, vacunación contra la influenza en el Metro Zócalo de la ciudad de México por la temporada invernalFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Sábado 2 de enero de 2016, p. 26

Para lograr la cobertura universal de salud es indispensable aumentar la inversión en el sector con impuestos a la población, una mejor recaudación, mayor eficiencia en el ejercicio del dinero disponible y medidas fiscales sobre productos dañinos a la salud como el tabaco, el alcohol y las grasas saturadas. Para ello hace falta que exista voluntad política en un sistema democrático que garantice la transparencia y el uso justificado de los recursos, advierte un análisis de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Señala que la mayor disponibilidad financiera es posible y no debe retrasarse más en la región, donde el promedio de inversión en el sector es de 3.8 por ciento del producto interno bruto (PIB). En México es de 6 por ciento, pero está entre los más bajos respecto a los países miembos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a la que pertenece. Estados Unidos, por ejemplo, destina más de 16 por ciento del PIB al rubro de salud.

La OPS convocó a un foro donde se planteó que garantizar a toda la gente el acceso a los servicios de salud es una medida que no se puede postergar. Carissa Etienne, directora del organismo, resaltó que esta generación ya no tolerará más la falta de acceso a los servicios de salud que necesita. La salud es un derecho, no es un privilegio. Y, como toda buena inversión, es inteligente.

Estimaciones de la organización advierten que cerca de una tercera parte de la población en el continente enfrenta dificultades económicas para atender su salud, mientras 21 por ciento no la procuran por barreras geográficas. Lo anterior, a pesar de que ha habido progresos considerables en los pasados 15 años.

De acuerdo con un análisis de la OPS, en este lapso, alrededor de 46 millones de personas tienen, al menos, garantías nominales de recibir servicios de salud asequibles en nueve países. Hay avances, pero las brechas siguen latentes, afirmó.

Con la finalidad de avanzar hacia la meta de la salud universal, en 2014 los países miembros de la OPS adoptaron la Estrategia para el acceso universal a la salud y la Cobertura universal en salud. En esa ruta se efectuó el foro donde Inés Bustillo, directora de la Oficina de Washington de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), resaltó los avances de la región en aumentar el gasto social pero, en promedio, las asignaciones para la seguridad social, el bienestar social y la educación han subido más rápidamente que para salud, dijo.

Además de que los países de Latinoamérica reportan una de las tasas más elevadas en el gasto que hacen las familias de sus propios recursos para atender enfermedades (gasto de bolsillo). Esto es una causa importante de la falta de equidad y limita el avance de los países hacia la cobertura universal en salud, indicó.

De ahí la importancia de que las naciones encuentren fuentes de financiamiento, que no necesariamente deben representar un mayor gasto para los gobiernos. En el foro la OPS presentó el informe Espacio fiscal para el aumento de la prioridad de salud en el gasto público, el cual plantea las distintas alternativas para lograr este objetivo.

Respecto de los impuestos, resalta que América Latina y el Caribe tienen una baja carga fiscal, 18 por ciento, en comparación con 35 por ciento de los países de la OCDE. Dice que esto presenta una ventana de oportunidad para aumentar los ingresos públicos para invertir en la salud.

Sin embargo, también reconoce que esto es factible en países democráticos y con gobiernos comprometidos con la transparencia en el uso de los recursos.

Con relación a los gravámenes a productos nocivos para la salud, advierte que en América están muy por debajo del promedio en países de la OCDE, lo que debería tomarse en cuenta porque aun cuando el dinero recaudado no se destinara al sector salud, habría una reducción en el consumo de productos asociados con enfermedades. Por lo tanto, disminuiría la demanda de atención en los servicios médicos.