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El affair Erich Fromm José Gutiérrez
A

ntes de seguir adelante es necesario referirnos a la especial relación que se dio entre Fromm y José Gutiérrez, siquiatra colombiano, relación que llamo el affair Erich Fromm-José Gutiérrez.

José Gutiérrez, médico colombiano, desde muy joven mostró una acendrada independencia de carácter, aunado a un espíritu inconforme y rebelde. Estas características se expresaron ya como estudiante de medicina al ser uno de los dirigentes más destacados del Partido Comunista, contrario al gobierno autoritario de su país. Se tuvo que exiliar y vivió varios años en París, donde tuvo la oportunidad de hacer trabajos de siquiatría comunitaria. Al regresar a su país rompió con el Partido Comunista, aunque había adquirido un sólido conocimiento del marxismo y de otras corrientes filosóficas. Terminó su carrera de medicina e inició entrenamiento y sicoanálisis ortodoxo, cuya técnica le parecía muy rígida. Por esos años leyó los libros de Miedo a la libertad y Ética y sicoanálisis, de Fromm. Habiéndose entusiasmado con la orientación sicosocial que le daba al sicoanálisis, Gutiérrez inició una intensa y vehemente correspondencia con Fromm, quien a su vez se entusiasmó por la originalidad de los comentarios que el colombiano hacía de su obra, y finalmente Fromm lo invitó a México a entrenarse y sicoanalizarse con él. A finales de 1955 Gutiérrez llegó, junto con su esposa Magdalena Restrepo, sicóloga clínica, y sus dos primeros hijos. Fue muy bien recibido por el investigador alemán y por el grupo frommiano y durante seis años estuvo en sicoanálisis didáctico con Fromm, quien se sentía entusiasmado con Gutiérrez por sus afinidades personales junto con sus mutuos intereses políticos y sociales. Durante este tiempo, el colombiano –aparte de su entrenamiento siquiátrico-sicoanalítico– inició una serie de actividades sociosicoanalíticas investigando obreros de diferentes fábricas, y fomentó varias actividades culturales, siendo muy apreciado por sus compañeros de grupo. Incluso se le admitió como miembro de la Sociedad Mexicana de Sicoanálisis, formada por los discípulos de Fromm. También había convencido a éste de hacer la traducción al francés de su reciente libro El lenguaje olvidado.

En un momento dado, Gutiérrez, estando en sicoanálisis didáctico con Fromm, le pidió autorización para escribir un libro sobre la técnica y el método sicoanalíticos del mismo Fromm, basado en su experiencia personal como paciente y como lector crítico de su obra. Contó con el permiso del alemán, quien le pidió revisar el manuscrito. Al terminar de escribir su libro El método sicoanalítico de Erich Fromm, Gutiérrez quiso entregárselo como regalo de agradecimiento por lo que había aprendido de él, tanto en su sicoanálisis didáctico como por la lectura y estudio de sus textos. Así que lo imprimió, lo editó y sacó algunos ejemplares que quería dar a sus compañeros.

Cuenta José Gutiérrez que en la entrevista con Fromm éste guardó silencio, no le comentó nada. Entonces Gutiérrez le indicó: Yo creo que usted no lo ha leído. Enseguida Fromm tomó el libro y se puso a leerlo delante de él, como diciendo: Solamente me va a creer que lo leo si lo hago delante de usted. Después de un buen rato Fromm dejó de lado el libro y le contestó: Esto es muy infantil, como único comentario. El efecto en Gutiérrez fue de desconcierto y de que no le había aceptado el presente, el regalo.

Inmediatamente después Gutiérrez enfrentó el rechazo y la condena de sus compañeros de grupo, a tal grado que Fromm ordenó que se le expulsara de la “Sociedad…” y se borrara su nombre.

Por lo que nos relatan los amigos de José Gutiérrez (muchos años después, en la investigación que llevé a cabo a finales de la década de los 80), la respuesta helada, deshumanizada y rechazante de Fromm frente al libro de regalo de José Gutiérrez, creo que se puede explicar porque la iniciativa de escribir el libro (aceptada por el alemán), y en particular, editarlo y publicarlo sin su consentimiento, para Fromm fue un pecado imperdonable y sobre todo porque era el pensamiento crítico diferente de otro, y a este otro diferente había que expulsarlo, y poner a todo el resto del grupo en su contra. A pesar de la afirmación de José Gutiérrez de que Fromm sabía que estaba escribiendo el libro, con la aprobación del mismo especialista alemán, lo imperdonable, el pecado, fue que lo publicara sin que él lo hubiera revisado antes. Además, de forma mentirosa, Fromm dijo después a sus discípulos que no sabía que lo estaba escribiendo. ¿Qué les pudo haber comunicado Fromm de este desencuentro, con todo el poder que tenía y ejercía sobre sus discípulos, para que todos se lanzaran como una jauría de lobos contra José Gutiérrez?

(*) Sicoanalista. Autor de La promesa incumplida de Erich Fromm