Con lujo de violencia y sin presentar alguna orden judicial, personal de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, acompañado por un grupo de granaderos, irrumpió en la plaza comercial Pino Suárez para verificar las obras de construcción de una terraza.

Así lo denunció el líder perredista Roberto López, quien resaltó que se tenía el compromiso con la dependencia capitalina de instalar una mesa de trabajo el próximo lunes con el fin de desahogar diferentes asuntos sobre este centro comercial, entre ellos el pago de predial y agua, por lo que a los comerciantes les resultó sorpresiva esta acción.

Detalló que sin mediar diálogo, la tarde del viernes el director general de Gobierno, Horacio Robles Ojeda, arribó con trabajadores de Medio Ambiente, del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) y más de 100 uniformados a realizar una visita de verificación a la obra, sin presentar ninguna documentación.

Roberto López explicó que ante la tensión que se generó entre los comerciantes, se comunicó directamente con la titular de la Secretaría de Gobierno, Patricia Mercado, quien le aseguró que se trataba de algún mal entendido y que las autoridades se retirarían del lugar.

Sin embargo, después de replegarse, los uniformados regresaron y arremetieron en contra de los comerciantes, tres de los cuales resultaron heridos. Tras la trifulca, agregó, no realizaron ningún procedimiento.

El representante del PRD ante el instituto electoral capitalino consideró lamentable que en lugar de privilegiar el diálogo con los distintos sectores de la ciudad, se recurra a actos de autoritarismo, por lo que pidió el cese del director general de Gobierno.

Indicó que valoran presentar una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal por abuso de autoridad.

Refirió que en apoyo a distintas organizaciones de comerciantes y vivienda ha intermediado ante la Secretaría de Gobierno, para que se atiendan sus demandas, pero desde hace más de medio año toda comunicación con la dependencia capitalina se había roto.

En el caso de la plaza comercial Pino Suárez –añadió el representante partidista– se planteó construir una terraza en el área de alimentos, en una zona de carga y descarga, que antes había sido ocupada con basura y cascajo.

Se limpió el lugar y el proyecto se presentó a la autoridad del Centro Histórico, que lo aprobó. En ningún momento de manera verbal o por escrito se nos comunicó que habría alguna inconformidad con la obra, apuntó Roberto López.