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Crece la vulnerabilidad externa financiera en AL y el Caribe, advierte la Cepal

Comienza a preocupar incremento de la deuda pública de México: Scotiabank

Posible, que deterioro del erario explique la debilidad del peso, según análisis del banco

 
Periódico La Jornada
Domingo 19 de junio de 2016, p. 19

El crecimiento de la deuda pública en los pasados ocho años comienza a preocupar debido a que el déficit fiscal pasó de casi cero por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2008 a 3.5 por ciento en 2015, y el débito aumentó de niveles cercanos a 22 por ciento del PIB en 2007 a 45 por ciento el año pasado, alertaron especialistas financieros.

De acuerdo con un análisis de Scotiabank, posiblemente ese deterioro en las finanzas públicas sea el principal factor que explique la debilidad del peso.

La firma señaló que el factor más relevante para explicar el comportamiento del tipo de cambio en los recientes años es la conducción de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos sin embargo, consideró que la gran volatilidad mostrada por el peso en lo que va del año también puede responder a factores inherentes a México.

Es evidente que la posición fiscal no es tan fuerte como la que se tenía hace algunos años, señala el estudio elaborado por Mario Correa Martínez.

Detalla que la fuerte presión a la que ha estado sometido el peso mexicano, incluso ha ido a contracorriente de la recuperación de los precios del petróleo y de lo que han mostrado otras monedas de países emergentes y sugiere que el entorno financiero global que afronta el país se ha deteriorado.

Este comportamiento es bastante peculiar, sobre todo si tomamos en cuenta que los precios internacionales del petróleo se han venido recuperando de forma muy significativa, y usualmente se percibía una correlación clara y opuesta entre el tipo de cambio y los precios del petróleo.

El análisis explica que el incremento en la tasa de fondos federales en diciembre pasado representa un cambio de ciclo monetario para Estados Unidos, implica una menor abundancia de capitales disponibles para países como el nuestro.

Sin embargo, también destaca que la respuesta de las autoridades económicas de México de privilegiar la estabilidad macroeconómica es la adecuada, y que la ampliación de la línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI) representa no sólo más recursos para hacer frente a eventualidades negativas, sino también un espaldarazo a la credibilidad de las autoridades.

El banco destacó que la reciente tendencia de depreciación del peso se dio a partir del 3 de mayo, justo después de que Donald Trump quedara con el camino libre a la candidatura republicana por la presidencia de Estados Unidos, luego de que su contrincante Ted Cruz renunciara a la contienda.

Tal parece que el riesgo que perciben los mercados ante la posibilidad de que Trump sea presidente de Estados Unidos es suficientemente serio como para detonar un cambio en la percepción respecto a las inversiones en México, indicó Scotiabank.

Los analistas dijeron que la especulación de ventas de dólares por la Comisión de Cambios o el alza de tasas del Banco de México ha aumentado nuevamente a la espera de que el 23 de junio se vote la posible salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, lo que en caso de ocurrir tendrá serias afectaciones negativas sobre los mercados internacionales y podría generar incluso el rompimiento de la zona euro.

De 1980 a esta década se dispararon los pasivos de 34 a 78% del PIB de la región

Susana González G.

En los países de América Latina y el Caribe, México incluido, creció casi de manera generalizada la vulnerabilidad externa financiera de 1980 a esta década, referida tanto al grado de endeudamiento foráneo como a la penetración de inversión extranjera directa (IED), de acuerdo con información de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Los pasivos externos (deuda tradicional y también acervo de la IED) pasaron de representar 34 por ciento del producto interno bruto (PIB) de la región hasta 78 por ciento en el periodo referido y, en el caso de México, el incremento fue de 19 a 27 por ciento. En América del Sur pasaron de 25 a 33 por ciento del PIB, destacando Brasil, donde subió de 16 a 25 por ciento, y en los países centroamericanos los pasivos mantuvieron niveles intermedios, al aumentar tan sólo de 30 a 33 por ciento.

Si bien la Cepal indica que desde 1980 se redujo el endeudamiento tradicional o financiero de la región y aumentó el acervo de las reservas internacionales, ambos factores han dado lugar a la sensación de menor vulnerabilidad externa, pero insiste en que los pasivos financieros resultan más elevados que en la década de 1980.

El financiamiento, advierte, ha variado en su composición porque en los años 80 la mayor parte era endeudamiento tradicional, pero actualmente éste no representa ni la mitad del total y la IED ha tomado mayor importancia.

Un mayor peso de este tipo de inversión puede suponer un menor grado de vulnerabilidad externa, señala, pero también remarca que a mayor apalancamiento externo, mayor exposición a reversiones repentinas del ciclo financiero internacional.

A esa vulnerabilidad externa financiera, el organismo agrega otros factores de riesgo: el turismo, la exportación de productos primarios y el ensamble de bienes industriales de exportación que conforman otro tipo de vulnerabilidad. La Cepal la llama vulnerabilidad real y advierte que ésta aumentó en 15 de los 32 países de la región después de la crisis financiera mundial de 2009.

A México lo ubica entre los países cuya vulnerabilidad real está fincada en que son ensambladores de bienes industriales para la exportación que reciben grandes remesas y dependen fuertemente del ciclo económico de Estados Unidos, pero también menciona que esa misma situación padecen las naciones orientadas al turismo.

México es un caso intermedio en ambas dimensiones. En términos de vulnerabilidad real, la combinación de remesas, viajes y exportaciones de manufacturas a Estados Unidos lo vuelve particularmente vulnerable al ciclo económico de ese país. Sin embargo, el hecho de que parte de sus exportaciones sean bienes primarios (petróleo) le permite una menor concentración de los ingresos de cuenta corriente en una sola fuente de demanda externa. En el frente financiero, la situación de México se asemeja a la de Brasil: está muy integrado al mercado financiero internacional y, por lo tanto, es susceptible a una reversión de los flujos internacionales, sobre todo de corto plazo, alerta la Cepal en uno de los apartados del diagnóstico sobre América Latina que presentó en su reciente periodo de sesiones.

La vulnerabilidad externa real depende de la especialización comercial que tenga cada país y por eso advierte que entre menor sea el grado de diversificación productiva y las exportaciones se concentren en pocos socios comerciales, la economía de un país queda expuesta excesivamente.

En el caso de la vulnerabilidad externa financiera detalla que depende del grado de apalancamiento externo de cada economía, incluido el grado de penetración de la IED y esto está vinculado a la apertura financiera. “Este tipo de vulnerabilidad se manifiesta en una posición patrimonial desfavorable, caracterizada por elevados ratios de endeudamiento.

Las economías de América Latina y el Caribe están expuestas fundamentalmente a dos tipos de choques externos: los reales, determinados por los intercambios o variación del ritmo de crecimiento de los principales socios comerciales del país, y los financieros, asociados a los flujos de inversión externo de corto y largo plazos, puntualiza.