Opinión
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México SA

Aumentan remesas

Menor crecimiento

Caen exportaciones

U

no sube (el flujo de remesas), otro baja (el crecimiento económico”), y paradójicamente son los expulsados de su tierra quienes mantienen activo el motor interno, mientras la apuesta gubernamental (el mercado externo) va de mal en peor, lo que confirma que este reformado sexenio, al igual que los previos, pasará a la historia, pero por sus pésimos resultados.

El Banco de México informó ayer que el ingreso de divisas por el dinero enviado por nuestros paisanos sumó cerca de 11 mil millones de dólares entre enero y mayo del presente año, incremento de 9.54 por ciento respecto de igual lapso de 2015.

De acuerdo con dicha institución, “en el periodo de referencia, caracterizado por la depreciación del peso frente al dólar, se incrementó también el número de envíos de dinero que hacen los mexicanos residentes en el extranjero, principalmente en Estados Unidos, a sus familiares en México. Entre enero y mayo pasados, el número de envíos fue de 37.24 millones, cifra superior en 10.18 por ciento a la del mismo lapso de 2015, reportó el banco central (La Jornada, Roberto González Amador).

La remesa promedio fue de 292 dólares, dos dólares menos que en enero-mayo de 2015, pero la devaluación del peso frente al billete verde hace crecer el monto en moneda nacional de los envíos que reciben las familias en México, que se han convertido en un motor del consumo interno gracias a los paisanos que no olvidan a su gente y mucho menos a su patria.

Por otro lado, el propio Banco de México dio a conocer los resultados de su encuesta mensual –en este caso la correspondiente a junio de 2016– sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado (34 grupos de análisis y consultoría nacionales y extranjeros).

Entre los resultados más importantes se cuenta la decisión de dichos especialistas de reducir, una vez más, su pronóstico de crecimiento económico para este año (2.44 a 2.36 por ciento), por el efecto que presumiblemente tendrá la salida del Reino Unido de la Unión Europea (el famoso Brexit). Hicieron lo propio para 2017, al reducir su estimación de crecimiento de 2.8 a 2.7.

En cambio, los 34 grupos consultados por el Banco de México coincidieron en que será mayor el tipo de cambio peso-dólar con respecto al por ellos estimado un mes antes, de tal suerte que la paridad crece de 17.92 a 18.31, y para 2017 su pronóstico pasa de 17.49 a 17.95 pesos por billete verde. Por el lado de la inflación prácticamente no hay movimientos: de 3.11 por ciento calculado en mayo pasaron a 3.10 por ciento en junio.

En tanto, el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, advierte que la creciente volatilidad en los mercados provocada por los actos políticos y económicos, particularmente por el Brexit, traerá consigo repercusiones en el comercio internacional. De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de Comercio, la Unión Europea es el segundo destino más importante de las exportaciones estadunidenses (detrás de Canadá), por lo que las turbulencias que sufrirá el bloque económico europeo tras la salida del Reino Unido impactarán en sus relaciones comerciales con Estados Unidos.

Para el caso de nuestro país, dice, en primera instancia se podría decir que el comercio exterior no se vería afectado por los acontecimientos recientes debido a que únicamente 5 por ciento de las exportaciones mexicanas tienen como destino la Unión Europa. Sin embargo, una desaceleración en la economía del viejo continente podría causar una menor demanda de productos estadunidenses en el mediano plazo y con ello nuestro país vecino y principal socio comercial podría limitar su ritmo de crecimiento, lo cual influye directamente en la economía de México.

De hecho, subraya el CIEN, el desempeño del sector externo mexicano no ha sido favorable en lo que va de 2016. Durante los primeros cinco meses del año en curso las exportaciones totales de nuestro país acumularon una caída de 5 por ciento respecto del mismo periodo de 2015, donde no sólo el desplome en los precios del petróleo fue factor, sino que la disminución en las exportaciones manufactureras también ha jugado un papel importante para que las ventas de productos al extranjero se ubicaran en terreno negativo. La parte manufacturera representa más de 90 por ciento de las exportaciones totales y hasta mayo ha acumulado una tasa negativa de 3 por ciento como consecuencia de que el sector automotriz exhibió una caída de 2.8 por ciento.

Para hacer frente a la volatilidad internacional y dotar de mayor estabilidad a los inversionistas, el gobierno de nuestro país anunció como primera medida un recorte al gasto público cercano a 32 mil millones de pesos, con el fin –según dijo el gobierno– de mantener sanas las finanzas públicas. En segundo lugar, el Banco de México aumentó de 3.75 a 4.25 por ciento la tasa de interés de referencia con la finalidad de mitigar la depreciación que ha sufrido la moneda nacional y con ello mantener bajo control los niveles de inflación. Si bien dichas medidas logran reducir la volatilidad, también van en detrimento de un mayor crecimiento económico.

Aunque la versión oficial asegura que la mayoría del recorte presupuestal se llevó a cabo sobre el gasto corriente, “los ajustes más significativos se realizaron en educación y salud, que son necesarios para incrementar la calidad de vida de los mexicanos. Las secretarías de Educación Pública y de Salud dejarán de recibir, cada una, 6 mil 500 millones de pesos. Por su parte, el incremento en las tasas de interés (…) conlleva un incremento en el costo del crédito complicándole a los consumidores la adquisición de bienes como automóviles o viviendas e incluso pagar intereses más elevados por sus tarjetas de crédito; adicionalmente, los financiamientos para las empresas también sufrirán una modificación al alza, de manera que algunas inversiones y proyectos nuevos podrían suspenderse afectando con ello la creación de fuentes de trabajo”.

Pero aquí no pasa nada, dice el ministro del (d) año.

Las rebanadas del pastel

Que a los peñanietistas se les acabó la paciencia (se ha agotado el tiempo, dice Osorio Chong)”, y que por lo mismo actuarán (léase reprimirán) en breve para desbloquear vías de comunicación en Oaxaca y Chiapas. Del otro lado se ríen del poco aguante que tienen en Los Pinos, y recuerdan que los mexicanos acumulan muchas décadas soportando a gobiernos infames como el que ahora dice que ya se cansó.

Twitter: @cafevega