Por segundo día consecutivo, normalistas e integrantes del magisterio chiapaneco tomaron las casetas de cobro de las autopistas Tuxtla Gutiérrez-San Cristóbal de las Casas y Ocozocoautla-Arriaga, como parte de sus protestas contra la reforma educativa. En Guerrero, cientos de maestros marcharon en Zihuatanejo, en la región de la Costa Grande.

También, un grupo de profesores ubicados en la entrada poniente de Tuxtla Gutiérrez, en el punto conocido como La Pochota, llevó a cabo actividades de boteo y repartió información sobre su movimiento.

Este viernes el movimiento chiapaneco cumplió 83 días de lucha, luego de iniciar un paro de labores el pasado 15 de mayo, mantener un plantón frente al palacio de gobierno y realizar diariamente protestas y movilizaciones.

En tanto, maestros de Guerrero marcharon la mañana de ayer en Zihuatanejo, donde recalcaron que han ganado los tres rounds de la batalla contra el gobierno federal en su intento de aplicar la reforma educativa.

En la movilización participaron diversas organizaciones, como el Sindicato único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres, la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg) sector Acapulco, Centro y Costa Grande, entre otras regiones, el Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg).

Estrategia de control político

En ese tenor, integrantes del magisterio mexiquense que también se oponen a la reforma educativa, expresaron no tener miedo a la evaluación, sino a la estrategia del gobierno para desaparecer la educación pública.

En conferencia de prensa, efectuada en el municipio de Texcoco, profesores del Movimiento de Reconstrucción Sindical (Moresi), que aglutina a mentores de 15 municipios, afirmaron que la reforma educativa es una forma de control político y laboral sobre el magisterio nacional.

Por conducto de esta reforma se pretende destruir la educación pública, reforma impulsada por el grupo Mexicanos Primero, integrado por empresarios que están plenamente interesados en hacer de la educación un gran negocio y convertir a nuestros hijos en mano de obra barata, expresaron.