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México SA

México: pensiones ínfimas

Penúltimo lugar en AL

Similares a las de Haití

E

n eso que desde el gobierno denominan ahorro para el retiro México destaca, como en tantos otros renglones, por contarse entre los países con las pensiones más miserables de América Latina y la menor cobertura real (sólo para cuatro de cada 10 trabajadores), gracias a la privatización del sistema pensionario y la imposición de la fórmula pinochetista –atrás de la cual están los Chicago boys– de las administradoras de fondos, aquí conocidas como Afore.

Como negocio privado sin duda alguna las Afore han resultado una mina de oro, en la que el trabajador pone el dinero y el capital se lleva la ganancia, al tiempo que éste decide –sin consultar al dueño de los recursos– en qué los invertirá y el riesgo que existe. Sin importar si su decisión fue o no la correcta, el dueño de la administradora siempre se lleva su tajada, y si hay pérdidas, pues que las cargue el aforado.

A nivel latinoamericano México ocupa la penúltima posición en lo que se refiere a tasa de remplazo (el porcentaje que el trabajador obtendría como pensión con respecto al salario cotizado) bajo el régimen de las Afore, con apenas 22.2 por ciento, sólo arriba, y no por mucho, de República Dominicana, pero debajo de Surinam. Dicha proporción resulta tres veces inferior al promedio latinoamericano.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) divulgó su Panorama de las pensiones: América Latina y el Caribe, en coedición con la OCDE y el Banco Mundial, y con información al cierre de 2015. De él se toman los siguientes pasajes que ilustran el ambiente pensionario en la región. Va, pues.

Muchos países tratan de proteger a los trabajadores de ingresos bajos de la pobreza en la vejez al proporcionarles tasas de remplazo más altas que a los trabajadores con ingresos promedio. Por ejemplo, los trabajadores que obtienen apenas la mitad de las ganancias promedio, reciben tasas promedio de remplazo de alrededor de 73 por ciento, en comparación con 62 por ciento para los trabajadores con ingresos promedio. Sin embargo, las tasas de remplazo en 12 países son idénticas para trabajadores con ingresos promedio y trabajadores con la mitad del ingreso promedio.

En el extremo superior existen cuatro países que pagan pensiones iguales o más altas a sus ingresos durante la vida activa a trabajadores con bajos ingresos: Colombia (tasa de remplazo de 103 por ciento), Jamaica (101), Paraguay (104) y Venezuela (138). En el extremo inferior, República Dominicana, Haití, México y Surinam ofrecen tasas de remplazo futuras de menos de 30 por ciento para personas que empezaron a trabajar hoy con ingresos promedio a lo largo de sus carreras.

En promedio en los 26 países de América Latina y el Caribe considerados en el análisis, la tasa bruta de remplazo para los individuos que ganaban el doble del ingreso promedio es de 55 por ciento, inferior a la tasa de 62 por ciento para los trabajadores con ganancias promedio. Entre estos trabajadores, las variaciones por país son también muy amplias. Las tasas de remplazo excedieron 90 por ciento en dos de ellos: Ecuador y Paraguay. En el otro extremo del espectro, República Dominicana, El Salvador, Haití, México y Surinam, menos de 30 por ciento.

Para los trabajadores con ingresos más altos, es decir, aquellos con más del triple del ingreso promedio, la situación es similar. El promedio general para la región cayó a 51 por ciento, con Ecuador y Paraguay obteniendo las tasas de remplazo más altas, pues en ambos países no existen límites de contribución a este nivel. Las Bahamas y Perú aparecen junto a República Dominicana, El Salvador, Haití, México y Surinam, como países con tasas de remplazo inferiores a 30 por ciento.

Las tasas brutas de remplazo para las mujeres son diferentes (debido a una edad de elegibilidad a pensión inferior a la de los hombres) en muchos países. Las diferencias de género son significativas en Chile, con una tasa de remplazo entre 10 y 13 puntos porcentuales menor para las mujeres que para los hombres.

En Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Honduras, Panamá y Venezuela, las tasas de remplazo para las mujeres también son inferiores que para los hombres pero la diferencia es menor que en Chile. El valor para las mujeres también es inferior en México, pero esto se debe a un tasa de anualidades más alta que a una diferencia en la edad del retiro.

De los 26 países latinoamericanos, cinco ofrecen una ayuda básica adicional relativa al impuesto sobre el ingreso personal. Generalmente, esto toma la forma de una exención de impuestos adicional o un crédito fiscal. Un número significativo de naciones ofrece alivios fiscales para determinadas fuentes de ingreso de jubilación.

La subvención de impuestos sobre la renta para las pensiones públicas, ya sea total o parcial, está disponible en 13 países de América Latina. En conjunto, 17 países latinoamericanos tienen alguna concesión para las personas mayores, o ingresos de las pensiones relativas a los impuestos sobre sus ingresos personales. Únicamente en siete países es igual el tratamiento fiscal de las pensiones y pensionados que el de las personas en edad de trabajar.

Prácticamente todos los países latinoamericanos recaudan las contribuciones de la seguridad social de los trabajadores sobre los empleados. Sin embargo, 16 de esos países no recaudan contribuciones de la seguridad social sobre los pensionados. La tasa de contribuciones en los 10 países que sí recaudan esas contribuciones es siempre inferior a la que se aplica sobre los trabajadores. Por lo general, las personas mayores no pagan contribuciones para las pensiones o el desempleo (por obvias razones).

No obstante, los pensionados pueden estar sujetos a impuestos por salud o atención a largo plazo y, en algunos casos, son responsables de contribuciones de solidaridad para financiar una amplia gama de beneficios.

Las rebanadas del pastel

De la lectoría, sobre el mismo tema: el problema no es sólo que no alcanzan las aportaciones y que todo el sistema está mal, sino que también te dicen que aportes voluntariamente. Pero, ¿cómo vas a aportar voluntariamente si cada semestre que pasa tu Afore te reporta pérdidas en tu ahorro, porque en los mecanismos donde meten tus ahorros sufrieron pérdidas? En mi caso el año pasado, de enero a diciembre, mi ahorro bajó aproximadamente 4 mil pesos, por esas pérdidas que se dan. Imagínate si aporto voluntariamente, es como tirar el dinero a la basura.

Twitter: @cafevega