Santiago.

En lo que diputados oficialistas calificaron de absurda provocación, parte de la sala de la Cámara de Diputados guardó un minuto de silencio por los cinco guardaespaldas del fallecido dictador Augusto Pinochet que murieron el 7 de septiembre de 1986 en una emboscada en la que el entonces presidente militar salió ileso.

El diputado Ignacio Urrutia, militante de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), consiguió el gesto, el cual, explicó un parlamentario socialista, se prefirió dejar pasar, pero sin ignorar que revela el sentimiento real de los conservadores, cuya nostalgia dictatorial es evidente.

Urrutia había pedido un homenaje sin respetar las necesarias 24 horas de anticipación que marca el reglamento interno. Durante el minuto de silencio realizado en el hemiciclo de la cámara baja, gran parte de los diputados oficialistas salieron de la Sala, en medio de un denso ambiente.

El dictador salió ileso de un ataque en septiembre de 1986

En septiembre de 1986, la caravana de seis vehículos que transitaba por la cuesta Las Achupallas, en el Cajón del Maipo, fue atacada por una veintena de miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) armados con cohetes LOW, cohetes y metralletas.

Pinochet (1973-1990) salió sin heridas, pero cinco oficiales del ejército y un suboficial del cuerpo de carabineros murieron. En respuesta, el gobierno desató una cruel represalia y una serie de asesinatos. Incluso Ricardo Lagos, quien después fue presidente del país (2000-2006), figuraba en la lista de condenados a muerte, pero lo salvó un sector del personal policial civil que le detuvo preventivamente con aviso a los tribunales, lo que impidió su secuestro.

Hugo Dolmestch, abogado y actual ministro de la Corte Suprema de Justicia de Chile, investigó los crímenes cometidos por la entonces policía secreta, Central Nacional de Informaciones (CNI), que al menos ejecutó a cuatro opositores ese mismo septiembre.

Como resultado de esa investigación fueron procesados 14 torturadores y homicidas, entre ellos el ex mayor del ejército Álvaro Corbalán Castilla, jefe del escuadrón de la muerte y autor directo de los secuestros de Felipe Rivera Gajardo, Gastón Vidaurrázaga Manríquez, el periodista José Carrasco Tapia y Abraham Muskatblit Eidelstein.