Espectáculos
Ver día anteriorDomingo 9 de octubre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Despiden al actor familia y amigos en la catedral de Cuernavaca

Mario Almada murió de un reatazo, tal como deseaba
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 9 de octubre de 2016, p. a14

Cuernavaca, Mor.

El actor Mario Almada, quien murió el pasado 4 de octubre, fue despedido por sus familiares y amigos con una misa la mañana de ayer en el templo de San Francisco, en el atrio de la catedral de Cuernavaca.

En entrevista, Jerónimo Almada, uno de los 12 nietos del actor, aseguró que a su abuelo se le cumplió hasta el deseo de irse de un reatazo, es decir, rápido y sin dolor, pues “el día que murió él dijo que ya estaba cansado y que ya se quería ir; se despidió de todos y nos dio las gracias, y de un momento a otro dijo ‘hasta aquí’ y cerró los ojos. A las seis de la tarde se murió. Se fue como quiso, de un reatazo”, afirmó.

Jerónimo Almada, con su tía Patricia (hija de Mario), agradecieron al final de la ceremonia religiosa a los presentes y a los fans que fueron a despedirse del justiciero mexicano.

Abuelo, te acabas de ir y has dejado un gran vacío. Como tú bien decías, todos moriremos algún día; sin embargo, pocas veces el mundo deja ir a una persona tan extraordinaria como tú, una estrella de verdad. Tu vida fue larga y plena. Creaste un personaje mítico, y hasta el último minuto fuiste Mario Almada, un caballero, un valiente, un héroe auténtico. Quienes trabajaron contigo constataron tu talento, profesionalismo, pasión y entrega. Tus amigos disfrutaron de tu buen humor, ocurrencias y franqueza. Los que crecimos a tu lado extrañaremos tus palabras cariñosas, cálida voz, tu tierna sonrisa, tu mirada melancólica, tus canciones, tus halagos, tus dichos y tus historias, dijo el nieto del actor ante los presentes en la misa.

“Don Mario, Chivagüera, caballero, vaquero, sheriff, justiciero, coronel… fuiste muchos personajes abuelo, pero lo más importante es que fuiste un hombre bueno. Tú nos cuidaste toda la vida, y nosotros te cuidamos en tus últimos días. Tu peor miedo fue depender de alguien, pero al final aprendiste que los valientes también se dejan querer”, aseveró.

Después del Papa, usted

En nombre de la familia Almada, Jerónimo agradeció el cariño que su abuelo recibió de sus admiradores, y a eso atribuyó que el actor se mantuviera sano y enérgico, incluso antes de fallecer.

“De todas estas muestras de admiración que recibiste hay una que nunca olvidaré: entre una multitud, un hombre corpulento con lágrimas te abrazó diciéndote: ‘Don Mario, después del Papa, usted’. Tú sonreías.

Fama y sencillez, qué difícil es encontrarlas en una misma persona. Rudeza y sensibilidad, simpleza y profundidad. Fuiste único, abuelo, y por eso dejas este enorme hueco. Tus nietos nos despedimos de ti, con la promesa de que seguiremos tus consejos, cantaremos tus canciones y veremos tus películas, pero sobre todo, que te amaremos como tú nos enseñaste. Te extrañaremos como las balas en tu revolver, infinitamente. Hasta siempre abuelo, siempre serás una estrella, concluyó.

La misa estuvo oficiada por el sacerdote y vicario de la catedral de Cuernavaca, Luis Millán.