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El realizador, quien destacó en su obra la lucha de Solidaridad, murió ayer

Andrzej Wajda mostró a Occidente los vericuetos del comunismo polaco

El cineasta fue reconocido en 2000 con el Óscar honorífico y fue premiado en Cannes

Foto
Andrzej Wajda el pasado marzoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de octubre de 2016, p. a13

Varsovia.

El aclamado director cinematográfico Andrzej Wajda, quien hizo conocer a Occidente los vericuetos del comunismo polaco y la lucha del sindicato independiente Solidaridad, murió este domingo en Varsovia a los 90 años por una insuficiencia pulmonar, anunciaron medios de prensa.

La muerte de Wajda, quien deja tras de sí una larga serie de celebradas películas inspiradas en la turbulenta historia de su país, fue anunciada por el diario Gazeta Wyborcza Daily y la cadena noticiosa privada TVN24. Un amigo de la familia, bajo anonimato, confirmó el deceso.

Wajda estaba hospitalizado hacia varios días y en un coma inducido debido a los problemas pulmonares, agregaron las fuentes.

El director, quien ganó en 2000 un Óscar a la trayectoria de su vida, se había volcado a la cinematografía luego de fracasar en su plan original de ser militar.

La obra de Wajda incluye clásicos como El hombre de mármol (1977), una crítica de la Polonia comunista, seguida tres años después por El hombre de hierro, que cuenta, casi en tiempo real, la historia de Lech Walessa y Solidaridad, el primer sindicato independiente del bloque comunista.

Nacido el 6 de marzo de 1926 en Suwalki, noreste de Polonia, Wajda intentó seguir los pasos de su padre como oficial del ejército, pero en 1939 fue rechazado en la academia castrense.

Durante los casi 6 años de ocupación nazi, que empezaron en septiembre de 1939, Wajda tomó cursos de pintura y luego de la guerra asistió sucesivamente a la Academia de Artes de Varsovia y a la escuela de cine de Lodz.

Su primer largometraje, Polokenia (Generación, 1955), es la historia de jóvenes de Varsovia bajo la ocupación nazi.

En 1957 Andrzej Wajda obtuvo en el festival de Cannes el premio especial del jurado por Kanal, su segunda película, en la cual aborda la insurrección de Varsovia en 1944.

Aquel premio fue el comienzo de todo, relató Wajda medio siglo después a Afp. Ese galardón “me permitió realizar mi siguiente película, Cenizas y diamantes (1958), y me dio un lugar en el cine polaco”.

En 1977 (19 años y 15 películas después, entre las cuales están Las puertas del Paraíso, Cazando moscas o The Promised Land) Wajda presentó, una vez más en Cannes, su legendaria película El hombre de mármol.

Esta película fue seguida tres años después por El hombre de hierro, que le valdría la Palma de Oro en Cannes.

El día del premio fue muy importante en mi vida. Yo era consciente de que el galardón no era sólo para mí, era también un premio al sindicato.

La Palma de Oro de Cannes, además, salvó a Wajda de ir a prisión cuando en 1981 el régimen de Wojciech Jaruzelski lanzó una ofensiva contra Solidaridad.

Pero igualmente no le quedó más salida que seguir filmando en el extranjero. Ese sería el caso con Dantón (1983), Un amor en Alemania (1986) o Los poseídos (1988).

Tras la caída del comunismo en 1989, Wajda volvió a la historia polaca con diferentes filmes, como Katyn (postulada al Óscar en 2008), la cuall aborda la historia de su padre, Jakub Wajda, uno de los 22 mil 500 oficiales polacos masacrados en 1940 por los ocupantes soviéticos.

Su película póstuma, Powidoki (Afterimage), que aborda los últimos años de la vida del pintor de vanguardia Wladislaw Strzeminski y su lucha contra el estalinismo, fue terminada este año (aún no se estrenó en salas comerciales), y será candidata por Polonia al Óscar.