Cultura
Ver día anteriorMiércoles 29 de marzo de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Acuden su viuda Silvia Cappellini y su hijo Marco

Homenaje al músico Giuseppe Sinopoli

El Festival del Centro Histórico rememora a ese célebre director de orquesta italiano

 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de marzo de 2017, p. 7

El Festival del Centro Histórico de Ciudad de México (FCH) rendirá homenaje al sólido y exigente director de orquesta italiano Giuseppe Sinopoli (1946-2001), el músico con la cabeza más fría y el corazón más caliente de su generación, como lo describe Sergio Vela, encargado de ese encuentro.

Durante la presentación, el sábado primero de abril, participará la pianista Silvia Cappellini, viuda del director, así como su hijo Marco. Los acompañará el Quinteto de Alientos de Ciudad de México.

Además de interpretarse piezas de los Sinopoli y Alban Berg, se incluirán obras de los mexicanos Mario Lavista y Javier Álvarez.

El concierto culminará con la lectura en español del relato La nave de Ulises, de Sinopoli, quizá de las últimas narraciones que escribió, hallada hace un año en uno de sus libros de egiptología; se acompañará con improvisaciones musicales en vivo a partir de una pista electrónica de Marco Sinopoli.

Como compositor, hay que celebrar el rigor intelectual y la emoción del director y compositor, dijo Vela en un encuentro con la prensa, donde ofreció detalles del programa que se llevará a cabo, de manera gratuita, en el recién renovado Foro Castalia del Seminario de Cultura Mexicana (a las 12 horas, en Presidente Masaryk 526, Polanco).

Una de las características principales de Sinopoli, añadió el director del FCH, fueron las contradicciones: “sus ensayos orquestales eran profundamente analíticos, hacía una disección de las partituras, casi de médico cirujano, para ver cómo se unía una idea con la siguiente. Pero al momento de la ejecución era puro fuego encendido.

Comenzó a trabajar con la premisa sicoanalítica que dice que el análisis libera las emociones. Esto lo encontramos en su obra de compositor, como en su legado de director de orquesta, el cual abarca un centenar de grabaciones de obras de más de 40 compositores, muchas de ellas referenciales.

Rescatar su obra, pide Sergio Vela

Giuseppe Sinopoli murió el 20 de abril de 2001 mientras dirigía la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, en la Ópera Alemana de Berlín, poco después del inicio del tercer acto (por cierto, misma obra que fue la primera que dirigió en su vida, en 1975).

Además de ser uno de los compositores y directores de orquesta más relevantes de la última parte del siglo XX, de enorme singularidad y peso en la historia de la décadas recientes de la música europea, el veneciano fue médico siquiatra, con una especialidad en antropología criminal, ensayista y arqueólogo profesional, reconocido con un doctorado post mortem por la Universidad La Sapienza, de Roma.

Sinopoli, quien emergió como una extraordinaria fuerza vibrante a mediados de los años 70 del siglo pasado, dirigió por primera ocasión en México en octubre de 1993, en Guanajuato, durante el Festival Internacional Cervantino, un programa ejecutado por Il Gruppo di Roma.

En 2002, la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam) ofreció un homenaje luctuoso, con la batuta huésped de Oleg Caetani.

Este sábado el público escuchará la Sonata para piano de Sinopoli, ejecutada por Capellini, quien explicó que básicamente, en casi en toda la obra de Giuseppe, existe un interés por la exploración tímbrica, es decir, el uso de distintos instrumentos para generar un tipo de sonido particular, en función de la naturaleza misma del instrumento que los produce. En varias de sus piezas hay instrumentos de percusión que pertenecen a tradiciones orientales, precisamente para explorar su naturaleza tímbrica.

El maestro, añadió Vela, tuvo dos grandes momentos creativos en su vida, en los que produjo alrededor de 30 partituras, luego se replegó durante dos décadas y sólo se dedicó a dirigir; él estaba esperando su siguiente fase de compositor, pero justo fue cuando falleció. Si bien entre los músicos contemporáneos se reconoce el nombre de Sinopoli, tenemos que hacer un rescate de su obra.

Por ejemplo, continuó, está sin estrenar su Sinfonía imaginaria, para tres orquestas y coro, un proyecto que se antoja complicado, pero que trataré de hacer realidad en un futuro, sería excelente que el estreno fuera en México.

Respecto de la lectura de La nave de Ulises, Capellini dijo que se trata de un cuento que encontró por casualidad su hijo mayor, Giovanni, en uno de los libros de Sinopoli, una única primera línea de ese relato había sido publicada en una edición facsimilar en 2005, se pensaba que estaba inconcluso. Pienso que lo escribió poco antes de morir, a manera de presentimiento, pues ahí relata cómo Ulises, cansado de la vida, decide morir en las islas Eoleas, en el norte de Sicilia, donde se encuentra Vulcano.