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Ministro británico del Exterior amenaza a fuerzas de Moscú y Damasco con más represalias

Cancilleres del G7 piden a Rusia cesar el apoyo al gobierno sirio

Corea del Norte denuncia el despliegue insensato del portaviones de EU cerca de la península

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Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos, Rex Tillerson; Italia, Angelino Alfano; Canadá, Chrystia Freeland, y Alemania, Sigmar Gabriel, quienes participan en una reunión de cancilleres del G7 en Lucca, Italia, aprovecharon su estancia para visitar la catedral de la ciudadFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de abril de 2017, p. 19

Lucca, Italia.

Estados Unidos y Gran Bretaña lideraron este lunes un pedido del Grupo de los Siete (G7) para que Rusia frene su apoyo al gobierno de Bashar al Assad en Siria, tras un presunto ataque químico lanzado la semana pasada sobre la población civil que dejó decenas de muertos.

El gobierno del presidente Donald Trump reiteró que no descarta una nueva operación contra Siria si ocurren nuevos ataques con agentes neurotóxicos, y aseguró que los bombardeos de la semana pasada redujeron una quinta parte del poderío aéreo de las fuerzas de Al Assad.

Al comenzar el encuentro de cancilleres del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), el ministro británico del Exterior, Boris Johnson, amenazó a Rusia y a Siria con más represalias.

Hablaremos de la posibilidad de nuevas sanciones, seguramente contra algunos miembros del ejército sirio y también contra algunos del ejército ruso, dijo Johnson tras el encuentro con sus pares del G7.

Antes de la reunión, el secretario estadunidense de Estado, Rex Tillerson, visitó un memorial en homenaje a las 560 víctimas de una matanza perpetrada por las fuerzas nazis en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos no permitirá que los crímenes contra inocentes en cualquier parte del mundo queden impunes, advirtió Tillerson en la localidad de Sant’Anna di Stazzema, en clara alusión a lo ocurrido en Siria.

El viernes pasado Estados Unidos ordenó un ataque aéreo contra la base Al Shayrat, ubicada en la provincia siria de Idlib, en represalia por el presunto ataque químico en Jan Sheijun que, asegura, lanzó Al Assad.

En ese ataque murieron 87 personas, entre ellas 31 niños, según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (organismo con sede en Londres que se opone al gobierno sirio). Al Assad fue acusado de ser el responsable del ataque, aunque lo ha negado de manera tajante. Rusia indicó que si bien la fuerza aérea siria bombardeó el bastión rebelde, el escape de agentes neurotóxicos provino de un depósito de armas químicas propiedad de los rebeldes.

La situación en Siria será uno de los principales temas de la conferencia de dos días del G7. Las naciones del grupo cerraron filas en torno a Tillerson, que este miércoles viajará a Moscú.

El fin de semana pasado, Johnson, el canciller británico, canceló un viaje previsto a la capital rusa y dijo que dejaría que su colega estadunidense ofrezca un mensaje claro y coordinado a los rusos.

Angelino Alfaro, ministro italiano del Exterior, convocó a una reunión especial sobre Siria para este martes por la mañana, en la que participarán sus pares de Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Qatar y Jordania.

Mientras se llevaba a cabo la reunión de los cancilleres en el Palacio Ducal de Lucca, unos 200 manifestantes protestaron contra la política de las grandes potencias.

La guerra es de ustedes, los muertos son nuestros. Fuera los dueños del mundo, gritaron poco antes de romper el cordón de seguridad desplegado para impedir que entraran al casco histórico de la ciudad; al final hubo algunos enfrentamientos con la policía.

Sean Spicer, vocero de la Casa Blanca, advirtió al gobierno de Siria que el ejército estadunidense podría volver a actuar si lanza más ataques con armas químicas.

Si arrojan gas a un bebé o una bomba de barril contra gente inocente, habrá una respuesta de este presidente, sostuvo el portavoz en una rueda de prensa realizada este lunes.

Jim Mattis, secretario estadunidense de Defensa, anunció que luego del ataque con misiles sobre la base aérea siria, la evaluación es que se destruyó 20 por ciento de todos los aviones sirios operacionales y sus depósitos de municiones y combustibles sufrieron daños graves.

De acuerdo con Mattis, el gobierno de Siria perdió la capacidad de abastecer o restablecer el armamento a la base aérea de Al Shayrat. Incluso las pistas de aterrizaje quedaron inutilizables.

Mattis definió el ataque de respuesta medida contra el alegado uso de armas químicas.

En otro orden, el régimen de Corea del Norte denunció el despliegue insensato de la marina estadunidense hacia aguas de la península, y advirtió que está preparado para responder, en una escalada de tensiones en la región.

Washington desplazó el portaviones Carl Vinson el pasado fin de semana como medida precautoria ante lo que consideró la amenaza nuclear de Corea del Norte.