Una lesión en la mano, inactividad y sus desatenciones en el gimnasio pudieron llevar a Saúl Canelo Álvarez y su equipo a elegir a Julio César Chávez júnior como su rival, pero el sinaloense buscará darles una sorpresa y demostrarles que se equivocaron.

Tal vez no estoy en el mejor momento (ellos quieren que no lo esté) por mi inactividad, me quebré la mano y por mis desatenciones en el gimnasio, pero vamos a tratar de darle una sorpresa, creo que la pelea la tomaron por eso, porque creen que no estoy al cien y eso es un beneficio para mí, dijo.

Chávez júnior, quien la víspera realizó su último entrenamiento en el gimnasio Romanza y el jueves partirá rumbo a Las Vegas, dejó ver un poco de su velocidad y potencia rumbo al duelo pactado en las 164.5 libras.

Esta pelea es buen momento siempre, porque es buena para México, para el boxeo y para mí una gran oportunidad, destacó Julio, quien comenzó su rivalidad con Saúl hace más de cinco años.

Presionar al Canelo como nunca lo han hecho será uno de los objetivos del Júnior el 6 de mayo en Las Vegas, y está seguro de que saldrá con la mano en alto.

“Tengo que prepararme bien, debo tener una buena condición y darle una presión que nunca le han dado, conectarlo, ponerlo en aprietos para ver cómo reacciona.

Creo que esta pelea tiene tiempo calentándose y ahora que viene la semana va a ser más creíble, porque mucha gente pensó que nunca se iba a dar, añadió el Chávez júnior, qui- en aceptó que el vencedor sería el máximo representante del boxeo mexicano en la actualidad.

Julito, quien entra en una de las semanas más complicadas rumbo a la pelea, pues debe cuidar el peso, comer menos, tomar menos agua y deshidratarse un poco, y eso te lleva a tener menos tolerancia, confía en ser ampliamente superior para no dejar nada a los jueces.

Mis mejores rounds son los de enmedio, los últimos, voy a tratar de no perder ninguno para no dejar en los jueces la decisión. Quiero noquearlo, concluyó.