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En Coahuila, el PRI está cooptado por los hermanos, dice el candidato independiente

El pleito entre los Moreira es ficticio, pues son lo mismo: Javier Guerrero

Asegura que el gobierno estatal lleva a cabo una franca campaña de intimidación y miedo

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Javier Guerrero, aspirante sin partido a la gubernatura de Coahuila, asegura que ocho de cada 10 electores de este estado quieren la alternancia y siete estarían dispuestos a votar por un independienteFoto Arturo Cano
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de mayo de 2017, p. 6

Javier Guerrero García abandonó una militancia de 34 años en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para lanzarse como candidato independiente al gobierno de Coahuila. Consiguió, para obtener el registro, casi 200 mil firmas. Fichó a Carlos Rojas, ex jefe máximo del Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) de Carlos Salinas de Gortari, como su jefe de campaña. Y se lanzó a la calle con el lema Sin miedo, sabedor de que la cuarta parte de los electores tiene justo ese sentimiento respecto de los comicios del 4 de junio.

En Coahuila, claro, el miedo tiene nombre: Moreira. Humberto o Rubén. Para el caso es lo mismo, dice Guerrero en una charla con este diario.

Enseguida, extractos de la charla:

–Dice el clásico que el dinero une lo que la sangre separa. ¿El pleito entre los hermanos Moreira se arregla a la hora de las urnas?

–Siempre he creído que es un pleito ficticio, no es real. Los unen muchas cosas, son lo mismo.

–Enfrenta usted a dos maquinarias muy aceitadas (PRI y PAN). ¿Qué balance preliminar hace de su campaña?

–Hay un despliegue de recursos, no solamente legales; recursos públicos en las campañas del PRI y de Acción Nacional (PAN), un piso de inequidad de la competencia. Con todo, tengo un balance positivo porque he hecho de la campaña una estrategia de diálogo con los ciudadanos, a la que hemos denominado Hablemos sin Miedo. Esto nos ha permitido incorporar liderazgos muy representativos.

Las encuestas –ese oráculo moderno que falla en una elección y en la siguiente también– no conceden ninguna posibilidad de triunfo a Javier Guerrero, quien, naturalmente, no cree en los estudios demoscópicos, aunque los utiliza para apuntalar sus argumentos: ocho de cada 10 coahuilenses, asegura, por ejemplo, quieren alternancia. Y las encuestas no miden las franjas en las cuales él mira su fortaleza: el sufragio de los indecisos y el voto oculto, de los ciudadanos que dicen una cosa a los encuestadores y harán otra en las urnas. En los medios nacionales se presenta una elección casi decidida en la que los ciudadanos no cuentan.

A los ingredientes anteriores, Guerrero García agrega un gobierno vertical y autoritario, que se entromete vía una franca campaña de intimidación y miedo: el proselitismo grosero del gobernador Rubén Moreira e incluso la que considera preocupante amenaza de intervención de los cuerpos policiacos el día de las urnas.

–¿Cuál fue la gota que derramó el vaso y lo llevó a salir del PRI?

–Siempre he sido un militante de base, que se adscribe a la corriente social, a la militancia alrededor de causas.

–Pero no cualquier militante de base puede decir que fue candidato a la secretaría general del PRI al lado de Beatriz Paredes.

–Esa fue una circunstancia de diseño de la fórmula de Beatriz. Mi militancia siempre estuvo enfocada en este tipo de trabajo y tomé la decisión por un profundo desacuerdo con el comité nacional. En Coahuila el PRI no existe, es una estructura del poder, cooptada por los Moreira: se reduce a una camarilla que se adueñó de las estructuras de representación y de gestión.

–¿Un PRI secuestrado y al servicio de unos pocos, dice usted. ¿No es el mismo que actúa en el escenario nacional?

–Bueno, en lo general eso es lo que ha venido pasando en el PRI. Y en Coahuila de manera muy profunda.

–¿Su candidatura contó con el acuerdo del ex presidente Salinas?

–En absoluto, negativo. Carlos (Rojas) y yo tenemos una relación de mucho tiempo, él me invitó al Pronasol; trabajamos juntos con Luis Donaldo Colosio en varios proyectos. La relación que tengo con él no tiene nada que ver con el ex presidente Salinas.

–¿Tiene Coahuila la posibilidad de terminar con la dinastía de los Moreira?

–Sí. Si hacemos caso a una parte de las encuestas, ocho de cada 10 coahuilenses quieren la alternancia y siete estarían dispuestos a votar por un independiente. Estoy convencido de que el PRI y los Moreira van a perder esta elección.

Voto útil

–Dada la posibilidad de que los Moreira no tengan un tercer mandato, ¿no es la hora del voto útil?

–Esa es una campaña del PAN. El voto útil y libre es por el candidato independiente. Este es un recurso que el blanquiazul ha usado en otros estados y puede tener impacto en algunos sectores de la clase media, pero no en aquellos que ya han tenido experiencias de gobiernos del PAN.

–Coahuila ha sido una de las entidades más golpeadas por el crimen organizado y las estrategias para combatirlo. ¿Cómo impacta eso en las urnas?

–Hay muchos testimonios de colusión de policías y autoridades en todas las regiones, sobre todo en la carbonífera y en parte de la Comarca Lagunera. El discurso del candidato del PRI quiere infundir miedo, diciendo que si ellos pierden, vuelve la inseguridad. Pero los ciudadanos saben algo muy simple: la inseguridad llegó cuando vinieron los Moreira a Coahuila, no antes. Y los testimonios de connivencia y colusión se dan con funcionarios de los gobiernos de los Moreira.

Más allá de las ligas de los dos gobiernos recientes de Coahuila con el crimen organizado, Guerrero García acusa al gobierno actual de recurrir al voto del miedo, a las amenazas abiertas contra los beneficiarios de programas sociales y veladas contra empresarios y otros sectores.

Aporta algunos datos: el nombramiento hace unos días de un director de la policía ligado a Miguel Riquelme, candidato del PRI; la operación del procurador y otros funcionarios que se han dedicado a amedrentar a alcaldes y empresarios, y el nombramiento del ex fiscal de Humberto Moreira como delegado priísta en Ciudad Acuña.

Tras este recuento, Guerrero retoma el aire de campaña: Quienes tienen más miedo en esta elección son los Moreira, porque la gente está muy prendida.