Sociedad y Justicia
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Retrasan etapa para embarazarse por su desarrollo personal en todos los ámbitos

Menopausia y adolescencia de hijos, los retos de mujeres de 50 años de edad

Están obligadas a cubrir estándares de belleza, salud y a ayudar a esposo y padres, señalan expertos

 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de junio de 2017, p. 36

Mujeres que postergaron la maternidad para cuando tuvieron de 30 a 35 años o más de edad, y actualmente rondan los 50, se enfrentan a una situación llena de retos y complicaciones: sus hijos están en la adolescencia –etapa de cambios–, mientras ellas sortean el paso a la menopausia. ¿Cómo les va? Se sabe muy poco, advirtió Adriana Ortiz Ortega, académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Está demostrado que quienes optan por retrasar la llegada de su primer hijo, lo hacen porque se dedican a estudiar y/o trabajar. Ambos factores favorecen su desarrollo personal en todos los ámbitos y, de hecho, también se ha visto que cuando deciden embarazarse se encuentran en la cima del potencial que pudieron alcanzar en la vida. Lo que ocurre después ya es otra cosa, señaló la especialista, primera mujer que obtuvo el grado de doctora en ciencias políticas en la Universidad de Yale, Estados Unidos.

Ella misma, señaló, puede ser protagonista de la historia, ya que tuvo a su único hijo hasta que concluyó los estudios de doctorado y cuando él estaba en la adolescencia, ella cursaba el periodo de la menopausia y, además, cuidaba de su madre. Es decir, era proveedora hacia atrás y hacia delante. Fue complicado porque su situación laboral era precaria en ese momento.

En una amplia gama de situaciones se encontrarán cada vez más mujeres, justamente por la creciente incursión de ese sector a la educación superior y en actividades laborales en las que se desenvuelven mejor si no tienen otras responsabilidades.

Algunos números se pueden obtener de las estadísticas contenidas en el informe Mujeres y hombres en México 2016, de los institutos Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

En México, 37 por ciento de la población femenina tiene entre 30 y 59 años de edad. Más de 90 por ciento procreó al menos un hijo, y de ellas poco más de la mitad están casadas, 19.4 por ciento viven en unión libre, 6.5 son solteras, 8.4 están separadas y 2.8 por ciento son divorciadas.

El reporte señala que en 2014, 15.7 por ciento de las mujeres de 30 a 34 años se embarazó; 29 por ciento de las que tenían entre 20 y 24 años, y 23 por ciento de aquellas entre 25 y 29. También se contaron las adolescentes (15-19), de las cuales 18.2 por ciento se convirtió en madre en ese año.

Ortiz Ortega, especialista en temas de sociología y género, comentó que para la mujer que ahora se encuentra alrededor de la quinta década de vida, en general, la tiene complicada porque está obligada a cubrir estándares de belleza, salud, agilidad física y mental, que le exige la sociedad, a sentirse bien, ser feliz, trabajar y siempre estar dispuesta a ayudar a otros, empezando por el esposo, si lo tiene, a sus hijos y a sus padres.

“No está fácil, a menos que cuentes con los recursos económicos para pagar a personas que te apoyen, ya sea con el trabajo doméstico –que sigue siendo responsabilidad de la población femenina– y/o en el cuidado de la familia”. Además, deben cumplir con obligaciones laborales, sobre todo si son jefas de hogar. En esta condición se encuentra una parte de ellas, de acuerdo con el informe Mujeres y hombres 2016.

También deben hacer frente a los trastornos que llegan con la menopausia, sobre todo cuando son severos. Por falta de información o de dificultades de acceso, las mujeres carecen del apoyo clínico, social y emocional que requieren.

Ortiz Ortega aseguró que la atención de la menopausia está descuidada en México. Se entiende si ves que recientemente se puso atención a los adolescentes y todavía los resultados son incipientes.

Sobre la relación que las madres tienen con sus hijos adolescentes, la especialista resaltó que en la actualidad la tradicional brecha generacional se ha hecho más grande a causa de las nuevas tecnologías. El acceso de los jóvenes a Internet y las redes sociales ha obligado a las mujeres a actualizarse en este rubro, pero no todas lo logran.

La académica puntualizó que las experiencias son diversas. No se puede generalizar, porque también están las personas que llegan a esta etapa de la vida con la posibilidad de realizar actividades que antes eran impensables: desde practicar ejercicio físico, divertirse y viajar.

A las mujeres que ahora tienen 50 y más años, les tocaron los años del feminismo, de la liberación. Ese fue otro reto y aunque no hayan sido parte del proceso, pasó en su generación.