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Economía Moral

Visión renovada al concluir libro sobre pobreza y persistencia campesina/ VI

Diferente significado de agricultura en español e inglés explica desacuerdos

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n el capítulo 12, de mi autoría, de Peasant Poverty and Persistence in the 21st Century (Zed Books, Londres, 2016, editado por J. Boltvinik y S. A. Mann), además de las tipologías de respuestas a las preguntas sobre la pobreza y la persistencia campesina, que analicé en las entregas del 2 y 9 de junio, y de los apoyos y complementos a mi teoría, que encontré en Lenin, Kautsky y Danielson (entregas del 16, 23 y 30 de junio), se incluyen también, entre otras cosas, una advertencia y unas precisiones sobre estacionalidad agrícola. Veamos la advertencia, referida a los diferentes significados de la palabra agricultura en inglés y español:

Esta palabra, a pesar de la raíz latina común, tiene diferentes significados. El Collins English Dictionary define agriculture como ciencia u ocupación del cultivo de tierras y crianza (cuidado) de cultivos y ganado. La definición del Webster’s New World Dictionary es casi idéntica. El Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española define agricultura como: ‘1. Labranza o cultivo de la tierra; 2. Arte del cultivo de la tierra. Y el Diccionario de uso del español de María Moliner da muy similar definición. Así, en inglés, la agricultura incluye la crianza de animales, la ganadería, pero no en español. Esto se traduce en un serio problema de comunicación. Las traducciones se vuelven engañosas: cuando uno traduce esta palabra del español al inglés amplía su significado, mientras que en la traducción del inglés al español lo estrecha. Una traducción exacta al español de la palabra agriculture sería agricultura y ganadería.

Si esto lo hubiésemos tenido claro los participantes del Seminario Internacional sobre Pobreza y Persistencia Campesina celebrado en 2012 en El Colegio de México, del cual se derivó la mayor parte del contenido del libro citado, hubiésemos evitado muchos falsos desacuerdos en el libro. Por ejemplo, en el capítulo 3 del libro, Welty, Mann, Dickinson y Blumenfeld (Welty et al.) dicen:

“Boltvinik argumenta que la agricultura trabaja con materiales vivos… En contraste, en la industria los objetos del proceso de trabajo son materiales inertes. Boltvinik concluye que la actividad productiva en la agricultura es esencialmente estacional, contrastando así con la naturaleza continua de la producción que permiten los materiales inertes usados en la industria. Pero, decir que la producción de muchos productos de la agricultura refleja la confluencia de estas características naturales no es lo mismo que decir que todos los productos de la agricultura están sujetos a la misma lógica y en el mismo grado”. (p.120)

Como lo mostraré más adelante, la crianza de animales no está sujeta a la estacionalidad. Dicho capítulo 12 continúa con precisiones sobre la estacionalidad. Señala que ésta no es sólo una consecuencia de la diferencia entre tiempo de producción y tiempo de trabajo (conceptos desarrollados por Marx en el Libro II de El capital) que es lo que supone tanto la tesis Mann-Dickinson, como Ariel Contreras, que buscan explicar la persistencia del campesinado por los obstáculos al desarrollo del capitalismo agrícola. Tomando el ejemplo del maíz, el cultivo más importante tanto en México como en Estados Unidos, con información sobre fechas de siembra y cosecha para Iowa, calculé la duración del tiempo de producción y del tiempo de trabajo, con dos métodos: 1) tomando las fechas más frecuentes de inicio de la siembra y de término de la cosecha; y 2) midiendo el periodo desde la primera unidad agrícola en sembrar hasta la última en cosechar. En el primer caso, el tiempo de producción (TP) resultó de 183 días (2 de mayo-31 de octubre); en el segundo, resultó de 210 días (22 de abril- 17 de noviembre). Usando las mismas opciones para calcular el tiempo de trabajo (TT), y tomando en cuenta sólo las tareas de máxima demanda de trabajo (siembra y cosecha). Con las fechas más comunes, el TT es de 40 días (15 para la siembra y 25 para la cosecha); usando primeras fechas de inicio y últimas de término, el TT es de 103 días (43, siembra; 60, cosecha). En ambos casos, el TT es parte del TP. El resto del año es tiempo de no producción y por lo tanto también tiempo de no trabajo. Es decir, es tiempo no agrícola (TNA). Este es el complemento del TP o tiempo agrícola (TA), y por tanto TNA + TA = 365. Los dos cálculos de TNA son 365-183 = 182 días y 365-210 = 157 días. El cálculo exacto no es importante aquí; lo que quiero transmitir es que no hay dos, sino tres periodos relacionados con la agricultura en un año: 1) TT (40 o 103 días); 2) el TP sin TT, que, según las palabras de Marx, es el periodo en el cual El producto inacabado se abandona a la influencia de los procesos naturales (143 o 107 días, por lo que el TP, suma de 1 y 2, es de 183 o 210 días); y 3) TNA o tiempo de no producción (el invierno o la estación seca, que equivale a 182 o 155 días). De los 365 días del año, como vemos ahora, el TT (contando sólo siembra y cosecha) representan entre un poco más de 10 a 28 por ciento, y el periodo más largo de no trabajo es el invierno o la estación seca (igual al TNA), que va desde el final de la cosecha hasta el inicio de la siembra (182 o 155 días). Esta cifra es mayor que la diferencia entre el tiempo de producción y el tiempo de trabajo (210-103 = 107 o 183-40 = 143). Estos tres periodos son diferentes en otros cultivos y en otros lugares. (Véase gráfica)

Algunos autores (como Welty et al.) hacen una falsa identidad entre procesos biológicos (o químicos), que toman tiempo y el crecimiento de las plantas, que también toma tiempo, pero además está atada a periodos específicos del año (por ejemplo, primavera para plantar, otoño para cosechar) en los cuales condiciones climáticas específicas requeridas (temperatura, lluvia, etcétera) están presentes. Los periodos de gestación de vacas, cerdos y conejos (alrededor de 280, 115 y 31 días, respectivamente) toman tiempo, pero pueden ser preñadas en varias estaciones, pues los periodos de celo no están ligados a las estaciones. Así, en la ganadería, puede haber vacas preñadas y partos durante todo el año. La actividad productiva ganadera no es estacional. Cuando algunos autores dicen que el logro de producción similar a la fabril en la cría de cerdos y pollos refleja la posibilidad de alcanzar lo mismo en el cultivo de plantas, olvidan la determinación estacional y climática de esta última actividad, de la agricultura en español.

La estacionalidad se manifiesta con ritmos diversos en diferentes plantas. Los granos son cultivos anuales. En algunos climas, dos cultivos anuales son posibles mediante irrigación, como en el noroeste de México. Algunas verduras (como lechugas y chícharos) tienen periodos cortos de crecimiento por lo que pueden cosecharse dos veces al año. Otras verduras (cebollas, tomates y papas) sólo se pueden cosechar una vez al año. Las frutas, algunas de las cuales son plantas perennes, tienen periodos de cosecha distintos, pero la mayoría son anuales. La estacionalidad parece estar presente en todos los productos de la agricultura (en el sentido español del término; es decir, cultivo y crianza de plantas). La frase de Welty y coautores que aceptan la presencia de la estacionalidad en muchos, pero no en todos los productos de la agricultura, es válido para la agricultura en el sentido inglés, pero es inválido en el sentido español del término.

Nota: los datos de la gráfica son promedios simples de los contenidos, por región, en el cuadro.

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