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Balance de la Jornada

Se acabó la paciencia: aficionados piden la salida de Osorio

E

l público mexicano y mexicano-estadunidense por fin se atrevió a protestar: gritó ¡fuera Osorio!, silbó y abucheó ante la bazofia que resultó el partido México-Jamaica, de la Copa Oro. Todo tiene un límite y ese día la fidelidad, devoción y mansedumbre se trocó en indignación ante un Tri acostumbrado a recaudar dólares a cambio de un futbol peor que mediocre.

Para colmo, salió a escena el mediocampista Jesús Dueñas –quien tiene la lengua más rápida que las piernas– y en un rapto de sinceridad y de enojo dijo que los tricolores no juegan para agradar a la gente: gran verdad. El desmentido posterior fue inducido por los directivos y sólo remarca la afrenta. El partido contra Curazao no borra nada.

El técnico Juan Carlos Osorio vende humo y los futbolistas también. Los tricolores que disputan el torneo estrella de la Concacaf hacen como que juegan, pero sin arriesgar nada. Las lesiones han sido constantes y el torneo Apertura 2017 está a horas de arrancar, no vaya a ser la de malas... Así pues, no extraña ver a Rodolfo Pizarro, Orbelín Pineda y otros más siendo la sombra de sí mismos.

A los seleccionados de la Liga Mx les queda claro que Osorio tiene predilección ciega por los europeos, jueguen o no en sus equipos. La legión europea lleva mano en el barco rumbo a la Copa del Mundo. A los del Tri B, mareados ante tantas rotaciones, sólo le queda dar un campanazo en la siguiente temporada para aspirar a treparse de relleno en la nave.

Y mientras el representativo mexicano da tumbos y los federativos hacen negocios sin fin con Soccer United Marketing (SUM), el equipo estadunidense se refuerza rumbo a los cuartos de final con Michael Bradley a la cabeza. Bruce Arena es serio y quiere su primer título en su segunda etapa de seleccionador.

La Federación Mexicana de Futbol ya perdió todo sentido de identidad, de territorialidad. Suma dos entregas del Balón de Oro de la Liga Mx en el país del norte. Hasta allá llevó el juego Campeón de Campeones y una Supercopa Mx en la que de manera forzada y con afán taquillero metió al América por la cantidad de puntos sumados.

Sólo le falta trasladar el clásico América-Chivas (¿qué tal dar la mitad de la taquilla al local en turno?)... Mucha de esta bonanza económica se debe a Chuck Blazer, creador de la Copa Oro y fallecido esta semana. Su deceso apenas mereció unas palabras de Arena y de Don Garber. Los federativos de ambos países se hicieron disimulados.

Es costumbre humana hacer leña del árbol caído, pero el futbol estadunidense, no se diga el mexicano, y la misma Concacaf, le deben mucho a Blazer, quien, en efecto, con un soplido, echó por tierra el castillo de naipes que era la putrefacta FIFA, hecatombe en la que él mismo se inmoló.

El torneo Apertura ya calienta motores y hasta el momento no hay contratación bomba por más que Jesús Martínez, de Grupo Pachuca, se haya afanado en presentar al japonés Keisuke Honda con bombo y platillo. Tigres hace aspavientos, quiere allegarse al Pitbull Gary Medel, como si no hubiera experimentado bastante con el fiasco que ha resultado Eduardo Vargas.

Los que no pintan para nada bueno son los Pumas, que debutan el domingo frente a Tuzos. El equipo auriazul va de mal en peor; asfixiado por sus apuros económicos traspasó a Matías Britos. Más desvalijado no puede estar. Veracruz retoma el sufrimiento en la zona de descenso, acompañado de Puebla y Lobos BUAP.

La Máquina y Paco Jémez van por su revancha en el torneo del adiós del estadio Azul. El Monterrey del Turco Mohamed es otro de los clubes que abrieron la chequera y por ello está en deuda con su afición. Los Rayados no han podido celebrar un título en su nuevo estadio, en tanto que Xolos aspira a mantenerse entre los punteros, ahora con Eduardo Coudet.

Dos técnicos jovenes irrumpen en el máximo circuito. Rafael Puente júnior tiene la complicada misión de posicionar en el mapa a los Lobos y demostrar que las televisoras, que desdeñaron transmitirlos, se equivocaron al menospreciarlos. En tanto, Rafael Chiquis García presume que en el timón del Puebla hará brillar la filosofía de su suegro, Ricardo La Volpe.

Chivas es otro equipo de gran afición con un enorme signo de interrogación. Sus bajas por lesiones y la falta de refuerzos no pronostican nada importante, por lo que no sería descabellado darle a Matías Almeyda (autor de la frase creo más en los mexicanos que los mismos mexicanos) el mando de la selección en caso de que Osorio no gane la Copa Oro.