‘‘La entrada en vigor del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) llega con un pronóstico fatal’’, asegura la Arquidiócesis de México.

En el editorial del semanario Desde la fe, titulado ‘‘Corrupción y negligencia’’, indica que este sistema ‘‘nace sin la voluntad de la clase política’’, e indica que ante esa ‘‘negligencia’’ cabe preguntarse: ‘‘¿por qué la clase (política) se resiste a terminar con la corrupción? ¿Será porque ésta se ha convertido en su motor?’’

Subraya que el Sistema Nacional Anticorrupción entra en vigor con ‘‘graves carencias’’, e indica que estas circunstancias ponen ‘‘en serio entredicho la capacidad de la clase política y la sinceridad de sus intenciones por acabar con el flagelo de la corrupción, que permea y asfixia la vida pública del país en todos los niveles’’.

Destaca que la ‘‘corrupción ha favorecido en gran medida el crecimiento del crimen organizado –mal endémico que se agrava y cuesta mucho a todos los mexicanos–, destruye y corroe la vida democrática y aniquila la marcha del país’’.

Alude que el conjunto de las leyes que el Congreso estaba obligado a conformar ‘‘pasaron por la resistencia de la clase política’’, y acota que la puesta en marcha del sistema debe pasar por otra etapa que lo mantiene ‘‘empantanado y sin posibilidad de que pueda operar plenamente’’.

Comenta que la designación del fiscal anticorrupción tuvo una ‘‘pasarela de candidatos, que terminó en el cajón legislativo’’. Aunado a esto, se ha postergado la designación de los magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa para la integración de las salas especializadas.