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El músico experimental debutó como cineasta con ese filme, estrenado en Sundance

En Kuso llevo la energía del cine de horror a las películas de negros, dice Flying Lotus

El californiano ha colaborado con cantantes como Kendrick Lamar, Snoop Dogg y Erykah Badu y ha presentado cinco álbumes de estudio

Sobrino nieto de John Coltrane, dirigía sobrio, pero “luego pensé: ‘¿qué tal si fumo hierba?...’ y pude hacer más: un universo donde cualquier cosa puede ocurrir”

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Flying Lotus se propuso crear un largometraje al estilo del cineasta japonés Takashi Miike. Aquí en una imagen tomada de la página de Facebook del también productor
The Independent
Periódico La Jornada
Jueves 3 de agosto de 2017, p. 9

En los créditos del filme de horror de avanzada Kuso, el nombre del director aparece como Steve. Pero no un Steve cualquiera.

Steven Ellison, productor, músico electrónico experimental, diyéi y cineasta de Los Ángeles, conocido por su nombre artístico Flying Lotus, o a veces FlyLo, acaba de estrenar su primera película.

Kuso ganó notoriedad en el Festival Sundance cuando los patrocinadores se salieron de la primera presentación de medianoche, disgustados por las repugnantes escenas y los repulsivos personajes que pueblan la cinta. La acción transcurre en Los Ángeles, después de un terremoto, y todos en la pantalla están cubiertos de forúnculos. Si su aspecto es desagradable, esperen hasta ver su comportamiento.

Hay escenas en las que le sacan un feto a una mujer, o una cucaracha sale del trasero de un hombre, y forúnculos que hablan.

Mezcla de animación y acción en vivo

El título es una variación de la palabra japonesa que significa mierda, y la mezcla de animación y acción en vivo se propone crear una cinta de horror corporal al estilo del cineasta japonés Takashi Miike.

Quería hacer una película que lo hiciera sonreír, rapea Ellison, sobrino nieto de John Coltrane, acerca de uno de sus cinco directores favoritos. Pero también quería que el filme cambiara percepciones, no sólo de Flying Lotus, sino de su raza: Quería traer esa energía a las películas de negros y lo que se considera que son las películas de negros.

Comenta que directores negros como Tyler Perry, de Madea Goes to Jail; Ava DuVernay, de Selma, e incluso Jordan Peele, de Get Out, no han intentado ocupar este género, considerado de mal gusto.

Quiero traer algo más a la conversación; nadie más lo hace, es decir, verdaderas cintas de horror. Sé que a muchas personas no les gustará, pero a mí me parece único, y estoy orgulloso de él.

Es una acción valiente para un hombre cuya carrera musical le atrae mucha adoración. Ha habido colaboraciones con Kendrick Lamar, Snoop Dogg y Erykah Badu. Ha presentado cinco álbumes de estudio bajo el alias Flying Lotus entre 2006 y 2014.

El hecho de que su película comience con un terremoto se remonta a su niñez: Tenía 10 años cuando el temblor de 1994. Desperté en mitad de la noche y la casa saltaba por todas partes. No pude salir de la cama por mí mismo. Mi mamá entró corriendo y me sacó. Tuvimos que salir de la casa. Oíamos sirenas por todas partes. Para mí, como niño, era apocalíptico. Fue como dar una ojeada al fin del mundo: será un montón de gente corriendo por la calle, con grietas en el suelo. De allí partí.

El sentido de trauma es evidente aún en su voz, aun por encima del ruido de fondo de los escenarios del festival Field Day, donde se realiza la entrevista. Comenta que soñaba con dirigir cine, o tal vez ser un músico como el artista del hip-hop Dr. Dre. La Internet cambió las cosas para él. Como para muchos músicos de su generación, el lugar era MySpace. Comenzó a subir sus listas de música y su popularidad creció como la espuma. Lo tocaban 30 mil veces al día, lo cual le dio la confianza de proseguir su carrera en sus propios términos.

Estudió cine en la Academia de Artes de San Francisco. Allí floreció su amor por el cine y la música experimental. Escuchó a Madlib y le impresionó el uso que el multi-instrumentista hacía del sampleo, rasgo que adoptó en su propia música.

Por momentos Kuso parece un álbum de hip-hop sampleado puesto en la pantalla. Es una cacofonía de estilos, homenajes y narraciones interrumpidas, presentada en ráfagas que recuerdan las diferentes pistas de un álbum. También lo filmó en fragmentos; por eso le llevó dos años terminarlo.

Nunca planeé la cinta de alguna manera, dice. Comenzó como una caricatura, un corto de cinco minutos, y luego creció hasta otro corto, esta vez de acción en vivo, de 15 a 20 minutos, así que pensé: sigamos adelante y hagamos una película.

No tenía un guión. Quise hacer una cinta en la que pudiera aprender sobre la marcha, sin que resultara destructivo para el producto final, comenta.

Método fílmico

Tan kinético método fílmico fue inspirado también al ver trabajar a otro músico/cineasta de nombres múltiples, Quentin Dupieux, que hace música con el seudónimo de Mr Oizo. Es una de mis grandes influencias y vive cerca de mí, señala.

Comienzo a entender cómo Ellison ha hecho un filme tan abstracto, loco, seductor y repulsivo. Está la experiencia traumática de la niñez, el amor por el cine japonés, el gusto por el sampleo y el horror corporal, y por las historias interrumpidas. ¿Me falta algo?

Ah, estaba experimentando con la mariguana en la película, porque la fumo todo el tiempo, pero durante buena parte de ésta estuve sobrio porque trataba de concentrarme, relata. “Luego pensé: ‘¿qué tal si fumo hierba y dirijo cuando esté un poco elevado?’ Y eso estaba más a tono con lo que hacía, y pude hacer más. Quería hacer un viaje con esto, donde hay todo un universo y cualquier cosa puede ocurrir.”

Kuso se exhibirá exclusivamente en Shudder.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya