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El Museo Nacional de Antropología exhibe altar de esa comunidad

Ritual de Día de Muertos de la comunidad nahua de Yahualica

Se le llama Xantolo, explica la etnohistoriadora Marcela Hernández

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Aspectos de la ofrenda de Día de Muertos de Yahualica, comunidad indígena ubicada en la Huasteca hidalguense, que se puede visitar en el recinto de Paseo de la Reforma y Gandhi, Bosque de ChapultepecFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de octubre de 2017, p. 4

Del domingo 22 de octubre al sábado 4 de noviembre, el Museo Nacional de Antropología celebra la Fiesta del Día de Muertos con un altar tradicional de la comunidad nahua de Yahualica, de la huasteca hidalguense.

Emplazada en el patio de ese recinto, la ofrenda está dispuesta dentro de la reproducción de una casa característica de esa región, de adobe y techo de teja, y consta de un altar sobre una mesa.

Ese altar está dividido en tres peldaños que representan los niveles del universo: el superior, el de los seres estelares o divinidades; el intermedio, donde están los habitantes del mundo, y el de abajo, relacionado con el inframundo o las deidades tutelares de la Tierra.

Al centro de esa estructura se colocó un arco de flores de cempasúchil, mano de león y palmillas, además de naranjas, piñas, plátanos y pan con figuras antropomorfas que penden del vano y dan la bienvenida a los difuntos. En los flancos se observan la vestimenta y los objetos preferidos de los fallecidos.

La elaboración de esa ofrenda estuvo a cargo de los habitantes de esa comunidad indígena, que el día de la inauguración reprodujeron el ritual, que incluye danzas, cantos, rezos y degustación de comida tradicional.

Danza, música, rezos, flores

De acuerdo con la etnohistoriadora Marcela Hernández Ferrer, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), celebrar a los muertos es parte del calendario ritual y agrícola de muchos pueblos indígenas de México.

Esas festividades, dijo en entrevista con La Jornada, coinciden en su mayoría con las fechas señaladas por la liturgia católica, heredada con la conquista española como parte de la evangelización.

En el caso de la Huasteca, donde se le conoce como Xantolo –palabra derivada del latín Santorum– o Mihcail huitl –fiesta mortuoria–, destacó que es una de las festividades más importantes de la región, la cual abarca los estados de Veracruz, Tamaulipas, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí e Hidalgo.

En esta festividad, explicó, se conjuntan danzas, música, cantos, rezos, flores, frutas, dulces y platillos tradicionales a base de pan y adobo de pollo, así como tamales para recordar y rendir tributo a los fallecidos.

Respecto de la comunidad de Yahualica –que ocupa las estribaciones de la Sierra Madre Oriental, frente al Golfo de México–, la especialista acotó que desde la noche del 30 de octubre se arreglan los altares, que se componen por una mesa recargada sobre la pared, donde hay imágenes de los santos y fotografías de los difuntos, así como viandas y bebidas.

El 31 de octubre, al mediodía, llegan los difuntos infantes, conocidos como pilconetzitzih, a los cuales se le recibe camino a casa con veredas de pétalos de flores, agua bendita y humo de copal, acto denominado tlanazmiquilistli, según se consigna en el catálogo Xantolo: la fiesta de los difuntos de Yahualica, publicado por el Museo de Antropología.

“El primero de noviembre reciben a los difuntos adultos o huehueyih, al igual que el día anterior se les da la bienvenida desde el camino, indicándoles la ruta mediante un surco de pétalos de flores. La ofrenda principal de este día se compone de mole, tamales, pan, chocolate, refrescos, cerveza, aguardiente, tabaco, dulces tradicionales y otros comestibles que los difuntos disfrutaban”.

Por quinto año consecutivo el Museo Nacional de Antropología celebra el Día de Muertos. En 2016 el altar correspondió a la región mazateca, de Oaxaca; en 2015, a los mayas, de Quintana Roo, y en 2014, a los otomíes, de Cruz Blanca, Veracruz.