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Exhibirá trabajos de realizadores indígenas y clásicos que habían estado censurados

En la Cineteca, muestra Michoacán en el cine
 
Periódico La Jornada
Jueves 8 de febrero de 2018, p. 8

Con una programación que incluye 31 cintas, incluidos cuatro cortometrajes, del 9 al 18 de febrero se exhibirá la muestra Michoacán en el cine en las salas del Museo del Chopo y la Cineteca Nacional.

Durante la muestra se podrán apreciar algunas de las películas más importantes realizadas en esa entidad, como Janitzio, una de las clásicas del Indio Fernández, filmada en 1934, y El brazo fuerte, basada en un cuento de Juan de la Cabada, considerada pionera de la cinematografía independiente nacional y precursora del cine político; esta última, por su contenido –caciquismo y corrupción electoral– estuvo vetada más de 10 años.

Otro largometraje es Maclovia, también del Indio Fernández, de 1948, con María Félix y Pedro Armendáriz y fotografía de Gabriel Figueroa, aclamada en el Festival de Venecia un año después. Su realización técnica propició que en Bélgica un comité le otorgara también un reconocimiento.

En la muestra por primera ocasión se presentará un ciclo de cine indígena michoacano, integrado por 14 cortos de realizadores. El valor de estos temas consigue que las representaciones de lo indígena sean mostradas en forma directa por las mismas comunidades de acuerdo con su propia cosmovisión y realidad, apuntó Víctor Lichtinger, de la Comisión de Filmaciones del Estado de Michoacán, quien junto con Héctor Ramírez Williams, del resguardo fílmico de la Cineteca Nacional, presentaron la muestra que empezará mañana en el Museo del Chopo.

La película que abrirá es La historia de la mirada, de José Ramón Mikelajáuregui, que rescata imágenes cinematográficas de principios del siglo pasado, tomadas por los hermanos Alba. Sus imágenes han sido rescatadas, preservadas y restauradas digitalmente por la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia. El filme obtuvo en 2011 el Ariel por mejor documental.

Al decir de Lichtinger, para la selección de las cintas se tomó en cuenta los escenarios naturales de filmación, que los protagonistas y la temática fueran michoacanos.