Opinión
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México SA

EPN y el coco petrolero

Amenaza de excomunión

Contratos en entredicho

E

l inquilino de Los Pinos siente pasos en la azotea, y, vehemente, advierte que defenderá la reforma energética de manera denodada, con entrega y de forma apasionada, porque de-saparecerla condenaría a México a regresar a un modelo caduco, obsoleto y que ya no funciona en ninguna parte del mundo. Además, cancelarla exigiría a los mexicanos pagar los préstamos que se adquirieran eventualmente, con éxito o no, para realizar la exploración y explotación de los hidrocarburos.

Cada día más nervioso (parece que tiene un severo ataque de eleccionitis perdidosa), Enrique Peña Nieto se le fue al cuello al irresponsable que cuestiona la reforma energética y amenaza con revisar detalladamente los contratos asignados a las empresas privadas (nacionales y foráneas) por razones de daño a la nación (corrupción garantizada).

Es tal la perturbación, que EPN olvidó que su gobierno, como los anteriores, endeudó a Petróleos Mexicanos hasta niveles nunca registrados, con el gravante de que a la ahora empresa productiva del Estado le recortó, una y otra vez, su presupuesto, a la par que nunca dejó de exprimir sus finanzas hasta la última gota. Así, con ese impulso, Pemex está técnicamente quebrada.

Y esa deuda, esa voluminosa cuan onerosa carga, simple y sencillamente se la echaron a las espaldas de los mexicanos, con reforma o sin ella, con inversionistas privados o no, y esto, según dice Peña Nieto, fue resultado de mantener elevados los precios del crudo (lo cual es falso) y de una apuesta que en el tiempo parecía acertada.

Pero no. Reventó, y por eso nos propusimos hacer la reforma, para tener un nuevo modelo de la industria energética, para evitar que los mexicanos se endeudaran con los créditos que tendría que pedir el gobierno o Pemex para explorar en aguas profundas o en otros yacimientos. Ahora dice que si se cancelan los citados contratos los mexicanos pagarán, pero el punto ¿cuándo han dejado de hacerlo?

Con el nuevo modelo (léase la reforma), el cuento de la lechera petrolera asegura (EPN dixit) gran parte de la renta petrolera que se obtendrá de la participación de capital privado será para el Estado por encima de 65 por ciento, sin que el gobierno invierta o arriesgue un sólo peso. Dudoso, aunque –esa sí– la pérdida de soberanía energética está garantizada.

Y la cereza: quienes de manera fácil convocan a dar marcha atrás a la reforma energética, condenarían a México a regresar a un modelo caduco, a los mexicanos a pagar préstamos y a desaparecer la inversión que hoy demanda certeza, así como a cancelar alrededor de 800 mil empleos que se prevé se abran con la puesta en operación de la reforma (léase: el negocio se les tambalea).

Nada dijo de la promesa incumplida (una de tantas) de que la economía mexicana crecería dos puntos porcentuales adicionales gracias a la reforma energética, pero para Peña Nieto y sus jilgueros les ha resultado sencillo culpar a la mexicanada de todos los males.

Por ejemplo, en marzo de 2017 (79 aniversario de la expropiación petrolera, que, tras la reforma energética con la cara más dura que el concreto, todavía conmemora el inquilino de Los Pinos) Peña Nieto recetó un rosario de epítetos a quienes no estaban de acuerdo con la entrega del petróleo. En este espacio lo resumimos así: con la novedad, mexicanos derrochadores, que la gallina de los huevos de oro se nos fue acabando, se nos fue secando, dijo el veterinario que despacha en Los Pinos.

Se refería a la gallina petrolera, a los huevos de oro negro y a los voluminosos recursos obtenidos por el gobierno federal durante tantos años que llegaron a representar una parte fundamental en el armado del presupuesto anual de egresos. Pero eso, dijo Peña Nieto, se acabó, por mucho que en los hechos esa riqueza se la quemaron los insaciables cuan corruptos gallos de la clase político-empresarial dedicada a vaciar los depósitos petroleros, a saquear a la hoy empresa productiva del Estado, a endeudarla hasta la coronilla y a embolsarse alegremente los voluminosos ingresos provenientes del oro negro, aunque para efectos prácticos el susodicho atribuya el desastre al simple paso del tiempo (se nos fue acabando).

Entonces, ¡qué falta de visión, nobleza y reconocimiento de los mexicanos! No cabe duda de que la mexicanada no puede superar su grave problema de percepción (Calderón dixit), siempre dicen que “no traen cash” (Zedillo dixit), sostienen que el progreso nacional es un mito genial (Pedro Aspe dixit) y, por lo mismo, no aplauden (EPN dixit). En fin, se instalaron en que todo es política ficción (Salinas de Gortari dixit) y de allí no los mueven.

Eso fue un año atrás, y ahora el inquilino de Los Pinos advierte que si se cancela la reforma energética los mexicanos pagarán las consecuencias. Ajá, pero, reforma tras reforma, ¿qué no llevan décadas pagándolas y a un precio cada día mayor?

Por cierto, Peña Nieto inauguró ayer el Centro de Tecnologías para Aguas Profundas del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), ante la necesidad de cambiar el modelo de explotación de hidrocarburos, sobre todo ante el agotamiento de los yacimientos en aguas someras. Para su construcción se invirtieron más de 2 mil 100 millones de pesos.

Buena noticia, porque el IMP (el brazo tecnológico de Pemex, fundado por Jesús Reyes Heroles –el auténtico– en 1965) los gobiernos neoliberales lo paralizaron y ningunearon. Decidieron adquirir o rentar tecnología en el extranjero en condiciones verdaderamente leoninas.Y tanto lo fregaron que en los hechos su presupuesto sólo permitía el pago de la nómina.

El citado instituto fue creado con el objetivo de promover el campo de investigación y tecnología, así como formar recursos humanos especializados encargados de operar y conducir estas acciones y apoyar a Pemex en la solución de los problemas de la industria por medio de la investigación y el desarrollo tecnológico, pero los neoliberales intentaron matarlo de hambre, y casi lo lograron.

Entonces, la del citado centro es una buena noticia. La mala, que ya sabemos al servicio de quién estará, y no se trata de Pemex.

Las rebanadas del pastel

Felicidades a La Jornada Zacatecas, por el premio nacional de periodismo que ayer recibió. Abrazos a su director Raymundo Cárdenas Vargas y a todo el equipo jornalero. Por cierto, es necesario aclarar que el autor de estas líneas aparece como miembro del jurado de este galardón, cuando realidad hace más de tres años que decidió retirarse de ese órgano colegiado.

Twitter: @cafevega