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Miroslava Breach, un año de impunidad
Exposición Grito de rebeldía y esperanza
Corresponsal y enviado
Periódico La Jornada
Sábado 24 de marzo de 2018, p. 3

Chihuahua, Chih.

Las actividades para exigir justicia a un año del asesinato de Miroslava Breach Velducea incluyeron la inauguración de una muestra pictórica y un conversatorio con familiares y periodistas cercanos a la reportera, quienes compartieron testimonios para trazar el retrato de una mujer profesional, crítica y aguerrida, comprometida con el periodismo y las causas sociales.

La exposición pictórica denominada Grito de rebeldía y esperanza fue inaugurada en la sala Leandro Carreón, del Centro Cultural Universitario Quinta Gameros. Incluye 16 cuadros que son autoría de Rosa María Breach Velducea, hermana mayor de la corresponsal de La Jornada, lienzos que pintó a lo largo de un año, para sobrellevar el dolor generado por un crimen alrededor del cual sigue habiendo más preguntas que respuestas.

Las pinturas dan cuenta de los temas que la reportera denunció con su trabajo periodístico: el despojo de territorios a comunidades indígenas, el desplazamiento forzado de familias a causa del crimen organizado, los feminicidios, la corrupción política y sus vínculos con el narcotráfico.

Antes de la inauguración, las periodistas Blanche Petrich y Olga Aragón Castillo compartieron testimonios sobre su relación con la corresponsal y reportera; la caracterizaron como una pluma que siempre fue cercana a las causas sociales, pues a lo largo de 20 años dio voz en La Jornada a quienes nadie escuchaba en las comunidades y municipios de la Sierra Tarahumara, compromiso ético que le costó la vida al denunciar la complicidad del poder político y el crimen organizado en dichos territorios.

Brisa Breach Velducea, hermana de Miroslava, relató momentos de la infancia y adolescencia de la periodista, anécdotas que ya delineaban su carácter aguerrido, agudo y crítico, cualidades que caracterizaron sus notas y reportajes.

Los cuadros permanecerán en exhibición y se ofrecen como donación para que sean colocados en las paredes de oficinas de redacción, agencias informativas y organizaciones de la sociedad civil, a cambio de un donativo para la asociación civil Maat, cuyo propósito es apoyar a comunidades indígenas de Chihuahua.