Cruz Azul repitió el papel que tanto detestan: empezó ganando, le empataron y perdió, otra vez ante América por 2 a 1 en el estadio Azteca.

Cruz Azul empezó adelante. Una mera anécdota para un equipo acostumbrado a los altibajos emocionales. Un error defensivo de Edson Álvarez perdió la pelota y los jugadores de La Máquina elaboraron la ofensiva. Todo quedó servido para Édgar Méndez, quien en el filo del área pescó el balón y definió como un artista para poner el primer gol del juego al minuto seis.

América, mientras tanto, lucía nervioso. Jugaba apresurado, inquieto por estar tan pronto abajo en el marcador. Avanzaban ansiosos para meterse cuando antes al área rival. Lo intentaban, cómo negarlo, pero al ímpetu le faltaba precisión. Incluso estuvo a punto de sufrir un nuevo revés, cuando Méndez sirvió a Martín Cauteruccio, quien voló de palomita y envió la pelota encima del travesaño.

Pero América despertó las pesadillas de La Máquina, cuando a los 24 minutos, tras un rechazo de Julio César Domínguez, la pelota quedó a merced de Mateus Uribe, el rebote lo prendió con furia y nada pudo hacer Jesús Corona para evitar el empate.

El duelo se volvió ágil y lleno de orgullo por ambos equipos. A pesar de que América no tenía un dominio absoluto del juego, logró generar oportunidades invaluables. Oribe Peralta circuló el balón en el área, una jugada con varios toques, pero que culminó con Cecilio Domínguez fusilando con tiempo suficiente para acomodarse, afinar la puntería y disparar con coraje para marcar el 2 a 1 al minuto 36.

El descanso era urgente para reponer fuerzas y escuchar algunos regaños en las filas celestes. Casi al volver, Cauteruccio tuvo el empate en los pies. El uruguayo se escapó sin que nadie pudiera darle alcance, enfiló hacia el arco de Marchesín y cuando lo tuvo cara a cara, el portero salió con sangre fría para estropear una de las mejores oportunidades del partido.

Y más tarde, como confirmación de que La Máquina se mueve en la línea de lo trágico, Martín Rodríguez estrelló la pelota en el travesaño de manera increíble. De todas la posibilidades que pudo seguir el balón, eligió la más improbable. Y casi al final, otra vez Cauteruccio disparó, pero Marchesín estaba en estado de gloria.

En la fecha 13 del torneo de liga América regresó a la victoria, llegó a 24 puntos y se afianza en cuarto puesto. La Máquina, con un pie fuera de la competencia, hundido en el puesto 15 de la tabla con sólo 12 puntos, confirmó que su drama ya es parte de su identidad.